José Manuel Berzal, durante la asamblea de Unauto-VTC celebrada en Málaga. F. J.

Las empresas de VTC urgen a la Junta una regulación para poder seguir operando en las ciudades

Las licencias de estos servicios pasarán a ser sólo interurbanas en octubre de 2022 en aquellas comunidades sin normativa autonómica

Martes, 27 de abril 2021, 00:08

El tiempo se les empieza a echar encima a los vehículos turismos con conductor (VTC). Aunque aún tienen margen, las empresas del sector ya atisban en el horizonte octubre de 2022. Ése es el plazo máximo concedido por el Gobierno central a las comunidades autónomas ... y a los ayuntamientos para que regulen la actividad de este servicio de transporte. A partir de ese periodo, todas las licencias de VTC pasarán a ser interurbanas, de forma que para seguir realizando servicios urbanos deberán adaptarse a las respectivas normativas regionales y municipales. Y por este motivo, un sector que se ha opuesto a la regulación que le exigen los taxistas reclaman ahora a la Junta de Andalucía que mueva ficha y establezca un marco normativo. Eso sí, sin la imposición de que la precontratación (única forma en la que pueden operar a diferencia del taxi, que puede captar clientes en la vía pública) se debe realizar con un determinado tiempo de antelación.

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La patronal Unauto-VTC rechaza la imposición del margen temporal de precontratación que exigen los taxistas

«Llevamos dos años en conversaciones con la Junta y, desde la prudencia y la discreción, vamos avanzando en el doble objetivo de que a partir de octubre de 2022 podamos seguir ofreciendo servicios urbanos e interurbanos y que no se marque ningún tiempo de precontratación», aseguraba ayer a este periódico José Manuel Berzal, presidente ejecutivo de la patronal Unauto-VTC, antes de la asamblea general que la asociación celebró ayer en Málaga. Ahondando en estas dos premisas, el representante descarta hablar de «líneas rojas», pero sí se «dos ejes fundamentales sobre los que el sector podría sobrevivir con suficiente seguridad jurídica». Por ello, abogó por ejercer «una presión moderada» ante la Consejería de Fomento, a la vez que apelaba a la «convergencia entre el taxi y los VTC». «No hemos llegado para confrontar, sino para sumar porque creemos en una integración de toda la movilidad», remarcó.

Seguridad jurídica

Volviendo a la necesidad de estar regulados, el exconcejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid incidió en que esa garantía legal «y la no aplicación de criterios de precontratación» permitiría al sector afrontar renovaciones de la flota con vehículos más sostenibles, destinar una parte como vehículos adaptados y profesionalizar el sector. «Somos generadores de empleo para personas mayores de 55 años, mujeres y menores de 30 años, que son los colectivos más desfavorecidos por la lacra del paro», abundó ante los asociados presentas en la asamblea, que también sirvió de carta de presentación para el nuevo presidente de Unauto-VTC en Andalucía, Miguel Ángel Martín.

De momento, en el Ejecutivo regional siguen sin ponerle fecha a este marco regulatorio. El pasado 7 de abril, la propia consejera, Marifrán Carazo, reconocía las dificultades para encontrar un equilibrio entre los VTC y el taxi. «Estamos intentando encontrar soluciones a un problema con el mayor consenso posible, pero nos encontramos en el mismo punto que hace dos años, con una inseguridad jurídica absoluta para poder regular de forma autonómica porque el decreto del Gobierno central transfirió esa responsabilidad a las comunidades autónomas. Algunas han regulado, pero están siendo objeto de reclamaciones patrimoniales millonarias», afirmó durante la comisión de Fomento del Parlamento andaluz.

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