El proyecto #eCity quiere convertir Málaga TechPark en un espacio sostenible. Sus promotores se han marcado como plazo máximo el año 2027 y en esa estrategia juega un papel determinante la academia sobre economía circular promovida para que los empresarios de la tecnópolis ... tomen conciencia de la necesidad, pero también de las ventajas, de aplicar estos protocolos en sus compañías. Virginia Ocio es la directora de Economía Circular de Endesa, impulsora del proyecto #eCity y de la escuela de formación que acaba de cerrar su primera experiencia en el parque tecnológico malagueño.
Publicidad
-¿Qué balance realiza de esta primera experiencia de la Academia de Economía Circular en Málaga TechPark?
-El balance es muy positivo. Acabamos de terminar y somos muy conscientes de la dificultad que supone iniciar un cambio en las empresas, sobre todo en las pymes, donde los recursos son más limitados. El concepto de la economía circular es muy amplio y hay una cierta tendencia a asociar economía circular con residuos y nosotros tenemos interés en que se comprenda la economía circular desde una perspectiva más amplia, donde lo que tenemos que atacar es la parte del diseño y la gestión adecuada de las materias primas para poder hacer una transformación de modelo. La academia al final es una palanca fundamental para que desde el ámbito empresarial se entienda este nuevo paradigma y esto sea un primer paso para poder entender cuál es el valor de aplicar estrategias de economía circular precisamente a los negocios, porque la economía circular es un proceso a medida, es un concepto tan amplio que se trata de entender lo que persigue y después, aterrizarlo en tu sector y en tu empresa y decidir por dónde tiene más interés empezar para que se pueda convertir no solamente en una palanca de gestión de la sostenibilidad, sino fundamentalmente de competitividad.
-¿Cuántos profesionales han participado en esta primera 'promoción' de la academia?
-Es un proyecto que hemos lanzado en Málaga TechPark en el que han participado alumnos de 23 empresas. Es un buen número. Tenemos un resultado satisfactorio, porque en las primeras impresiones vemos que hemos conseguido cambiar esta percepción en cuanto a lo que se entiende como economía circular y empezar a generar un ecosistema, porque sabemos que la economía circular es un concepto muy transversal y que de la interacción y el diálogo entre las empresas es donde pueden surgir sinergias y puede ser el germen para que puedan nacer nuevos proyectos que puedan ser transformadores. Tendremos que ver si hay que dar continuidad, pero lo vemos por la base para empezar a trabajar en torno a la economía circular en el tejido industrial.
-¿Es más difícil convencer a una gran compañía o a una pyme de los beneficios de adoptar esta estrategia de sostenibilidad?
Publicidad
-La diferencia está en que para muchas grandes empresas la sostenibilidad ya es un 'must'. Las grandes empresas lo tenemos en nuestro punto de mira y tenemos recursos que nos permiten trabajar en acciones de posicionamiento reputacionales. Las pequeñas empresas en ese sentido lo tienen más complicado, porque tienen menos recursos, por eso nosotros, más allá de nuestro compromiso para 'circularizar' negocios, queremos ser tractores del cambio que se tiene que dar en la sociedad y en ese tejido de la pequeña empresa, entre otras cosas, porque esa pequeña empresa forma parte de nuestra cadena de proveedores.
-¿Y por qué inician este proceso en Málaga y, en concreto, en el parque tecnológico?
-El contexto urbano es muy importante. Los grandes retos están en las ciudades. Si queremos cambiar el modelo de producción y consumo, tenemos que intervenir en el contexto urbano. Para nosotros, el binomio ciudad-energía siempre ha sido muy importante, además de tener un carácter transversal. Por otro lado, sabemos que para poder abordar esto tenemos que entender la ciudad desde un concepto holístico de la ciudad como un metabolismo que consume recursos de energía, pero también agua, alimentos, materiales… que genera residuos y en el que además participan otros sectores. Por eso elegimos la ciudad como concepto clave. Y hacerlo en un parque tecnológico tiene algunas ventajas y algunos inconvenientes.
Publicidad
-¿Cómo cuáles?
-Hay cuestiones en el aspecto urbano que en un parque no se pueden probar tanto, lo que tiene que ver con la parte más residencial, por ejemplo, pero para nosotros tenía la ventaja de, al ser un parque industrial, impulsar ese tejido pyme hacia este cambio de estrategia. En el fondo, Málaga TechPark tiene muchos elementos de la ciudad como la movilidad, los edificios, los espacios urbanos, los aspectos relacionados con la energía y se puede convertir en un laboratorio que nos permita entender cómo podemos aplicar estas estrategias, cómo tenemos que trabajar distintas dimensiones y, en definitiva, poder llevar los aprendizajes que vamos a poder trabajar dentro de este distrito urbano a la ciudad. Vemos el valor de poder hacerlo en una escala pequeña para aprender a modo de piloto y luego poder llevar los resultados a una ciudad. Málaga es una ciudad que apuesta por la innovación y cuando hablamos de economía circular hablamos de innovación, no sólo tecnológica, sino de modelos de negocio y esto es unir esa visión que nosotros tenemos con una visión compartida que tiene la ciudad y de esa visión conjunta tratar de desarrollar un proyecto que pueda ser transformador y una buena práctica y ejemplo para otras ciudades.
-¿Cree que la rentabilidad económica de la sostenibilidad puede ser una buena puerta de entrada para instalar esa visión en las empresas?
-Sin duda. Creo que tiene que ser entendida de esa manera. Cuando hablamos de sostenibilidad hablamos de algo que tiene capacidad de perdurar en el tiempo y para que eso sea posible hay que integrar la dimensión social, medioambiental y también la económica. Creo que esto ha sido una cuestión progresiva, el propio concepto de sostenibilidad ha ido evolucionando desde una cuestión más reputacional hasta una perspectiva más social y ahora estamos en el proceso de integrar la tercera dimensión, que es la económica que cuando hablamos de economía circular se pone más de manifiesto. Me gusta decir que cuando hablamos de economía circular, la palabra importante es 'economía'. Estamos buscando la circularidad en el sentido de garantizar que las materias primas que utilizamos, que en el fondo son finitas, sean renovables, pero además tratar de retener el valor de esas materias primas el mayor tiempo posible y esto con un enfoque que está directamente vinculado al modelo económico y por tanto tiene que tener una traducción directa en competitividad y rentabilidad.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.