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¿Se ha tenido que tapar con la sábana de madrugada en junio en Málaga? Ni está enfermo ni es el suyo un caso aislado: la gran mayoría de los malagueños han sentido que el último mes (que es también el primero del verano) fue más fresco que los anteriores...
...Y están en lo cierto. Junio de 2024 ha supuesto un frenazo en la escalada de los termómetros de los últimos años, aunque coyuntural y con baja incidencia a nivel estadístico. Los 24,3 grados de media de los últimos 30 días han supuesto una bajada de 0,5 grados menos frente al año anterior; y de nada menos que 1,8 grados respecto al 2022. De hecho, hay que remontarse a 2021 para encontrar un valor más bajo que este (23,8).
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Además de la bajada del mercurio hay un segundo dato que es definitivo, y ese es el consumo de electricidad. Los datos aportados por Endesa ponen de relieve que en junio la demanda punta fue de 962 megavatios (el día 24). Estos son 170 menos que en el mismo mes de 2023 (1.132, el día 29). Se trata de una caída de nada menos que del 15%.
Para que sirva de referencia del alcance de este desplome de la demanda eléctrica, con un parque eólico que tuviera una potencia de 150 megavatios se podría proporcionar electricidad a más de 100.000 hogares. Para comparar también, en verano de 2023 se llegó a alcanzar una demanda punta de 1.463 megavatios (el 19 de julio); mientras que el récord histórico se mantiene el 1 de agosto de 2009, con 1.471.
En cambio, se produce una paradoja meteorológica, y es que, a pesar de la sensación térmica agradable para la mayoría, lo cierto es que este ha vuelto a ser un mes considerado «muy cálido», según los baremos de la Agencia Estatal de Meteorología. El periodo de retorno que se toma ahora va de 1991 a 2020, que tuvo una temperatura media de 23,5 grados. Por tanto, ha sido superior a lo normal en 0,8 grados, según el termómetro del aeropuerto, que es la referencia para las estadísticas históricas.
La diferencia está en el contraste: el año pasado estuvo 1,3 grados por encima de lo normal; y en 2022, que marcó el récord histórico, fueron hasta 2,6 más. «Un mes no es estadísticamente significativo; estamos teniendo un año muy cálido, todos los meses están por encima de lo normal y todavía faltan julio y agosto», advierte el director del Centro Meteorológico de Aemet en Málaga, Jesús Riesco. En todo caso, el experto recuerda que el año pasado y el anterior fueron excepcionales, y este año no lo será tanto, pero mantendrá la tónica general de ascenso del mercurio, año tras año.
Entre los factores que han contribuido a dejar una sensación térmica más suave, el meteorólogo apunta a los sucesivos descuelgues de depresiones y de danas. «No suele llover nada y este año ha llovido, ha habido una alternancia entre dorsales y vaguadas». Y es que el refranero meteorológico tiene uno muy conocido: «Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo»; pero hay otro que es mucho menos popular y que este año se ha cumplido a la perfección: «Si junio es ruin, hasta el fin».
El pluviómetro del aeropuerto ha recogido un total de 9 l/m2, que no es nada significativo, pero que supone más del doble de lo normal (la media es de 4 l/m2 en la etapa de referencia). En el interior se ha recogido bastante más: 16 l/m2 en el azud (pequeña presa) de Aljaima, en el río Guadalhorce; 14 en Casarabonela, 13,6 en Cortes de la Frontera y 10,5 en Coín, según los registros de la Red Hidrosur de la Junta de Andalucía.
Otro cambio importante es que las madrugadas no han sido excesivamente cálidas, y sólo las de la segunda mitad del mes han tenido la consideración de noches tropicales (por encima de 20 grados), mientras que el año anterior empezó antes y fueron más intensas. «En Málaga, en la segunda mitad del mes ya es lo habitual; en julio y agosto todas las noches serán (al menos) tropicales, y en junio y septiembre, más de la mitad».
José Luis Escudero, estudioso de la meteorología malagueña, que disecciona en el blog Tormentas y Rayos (en SUR.es), ha llevado a cabo un análisis de las circunstancias que han dado lugar a este junio atípico. «Desde hace un par de semanas, el tema de conversación de los malagueños ha sido que este junio no ha sido caluroso en la capital. Yo, particularmente, no he sentido tanto calor», comenta. Pero, de seguido, advierte de que la temperatura media de este mes en el aeropuerto ha dado 0,7 grados más alta que la normal. «Aemet, en su resumen climatológico mensual, dirá que ha sido un mes cálido».
Según sus registros, se han sobrepasado en 13 ocasiones los 30 grados, y la máxima se dio el día 15, con 36,1 grados; y en otras ocho ocasiones se han sobrepasado los 28. El resto del mes, las máximas han rondado los 25 y 26 grados, salvo el 2 de junio (24,6). Pero lo más destacado ha estado en las mínimas. En 18 ocasiones se ha bajado de 20 grados, y la más baja ocurrió el día 4, con 17,1. Los demás días del mes, las nocturnas han rondado los 20, 21 y 22 grados.
Otra clave que destaca Escudero es que apenas ha habido jornadas de bochorno (en los que se ha sudado más), más allá del 14 (31 grados) y el 26 (30 grados): «Esos dos días, el viento predominante fue este-sureste, con un índice de humedad muy alto».
Entonces, ¿qué ha ocurrido para que los ciudadanos sientan menos calor? «Mi opinión es que no hemos tenido mucha humedad y eso ha hecho que la sensación térmica sea de menos calor», observa el investigador. A ello, se añade que el aguar del mar ha estado muy fría la mayor parte del mes, debido a los terrales, «por este motivo las madrugadas han sido más frescas». Y un tercer factor ha sido el viento: durante casi todo el mes las rachas han superado los 30 a 37 km/h, por lo que apenas ha habido periodos de calma chicha.
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