El verano empieza con las temperaturas más bajas de los últimos años en Málaga: ¿Qué pasará los próximos días?

A las 22.51 horas de ayer, 20 de junio, ha comenzado el verano astronómico. Lo ha hecho cuando ya han pasado tres semanas del verano meteorológico, que empezó el 1 de junio. Y, de momento, esta primera etapa se ha vivido con alivio para los malagueños y quienes visitan la provincia en estas fechas: a nivel general, el calor todavía no está apretando tanto como los años anteriores... Aunque empezará a hacerlo pronto.

Lo que va de mes está siendo más suave que el del año pasado, aunque ya ha habido varios episodios de noches tropicales (con mínimas de 20 grados o más), como reconoce Jesús Riesco, director del Centro Meteorológico de Aemet en Málaga. Con todo, en el aeropuerto (termómetro oficial de la provincia) a nivel estadístico está claramente por encima de la media histórica.

Entonces, ¿por qué la sensación térmica generalizada es de menos calor? Pues confluyen dos factores: el primero, que el verano pasado fue el más cálido de la historia, según recuerda el meteorólogo, con mínimas todas las noches por encima de lo normal, y las máximas, la gran mayoría de los días. «Este junio está siendo cálido, pero no extremadamente cálido», puntualiza.

A ello, se une el paso que se viene produciendo desde hace varias jornadas de una baja atlántica, que ha dejado vientos intensos y una caída significativa y general del mercurio. Incluso ha habido algún chaparrón puntual, como el que dejó el miércoles hasta 8 litros por metro cuadrado en Cortes de la Frontera.

En cualquier caso, esta situación meteorológica será «un espejismo», puesto que a partir del viernes ya subirán de cara al fin de semana, aunque será más notorio en el interior de la provincia, pero menos en la capital y la Costa del Sol. Además, durante la última semana de junio ya serán habituales las noches tropicales. De hecho, en julio y en agosto se esperan más de 20 grados de mínima todos los días, y por encima de 25 en algunos momentos puntuales. «A partir de ahora, vamos a ver 28-30 grados de máxima y 20-21 de mínima, todos los días».

Precisamente, la popular noche de San Juan, que se celebrará la madrugada del próximo domingo al lunes (23 al 24 de junio), se prevé una mínima nocturna de 19 a 22 grados en el litoral malagueño y con viento flojo de levante. La temperatura del agua del mar rondará entre los 19 y 21 grados, según las zonas de la costa malagueña.

José Luis Escudero, experto en la meteorología malagueña y responsable del blog de SUR Tormentas y Rayos, coincide en que este junio está siendo «más fresquito» que el de 2023, aunque estadísticamente la variación será pequeña, de apenas unas décimas de grado. «Pero con respecto al 2022 sí que va a ser mucho más fresco», apunta. De acuerdo a sus registros, las mínimas este junio están siendo más bajas que el anterior, aunque a la espera de lo que ocurra la última semana.

El experto recuerda que junio de 2022 fue el más caluroso desde que se tienen registros históricos en la estación de Aemet en el aeropuerto. Hace dos años se batió la media de las máximas más altas, de las mínimas y la media absoluta.

Así, en 2023, la media de las máximas de junio fue de 29,3 grados; la de las mínimas, 20,3 y la media absoluta, de 24,8. Por su parte, en 2022, las diurnas alcanzaron los 31,7; las nocturnas, 20,5 y el promedio, 26,1. Son valores que, al menos hasta la fecha, están claramente por encima de lo que se está viviendo en esta ocasión. «Pero esto no supone nada con respecto a julio y agosto, que nos podemos asar y dar de nuevo récord de temperaturas, va a hacer mucho calor», advierte Escudero.

De hecho, la predicción estacional de la Agencia Estatal de Meteorología en el sur de España (en este caso, no distingue por provincias) para el conjunto de los meses de julio, agosto y septiembre marca claramente que la estación será «mucho más cálida de lo normal», en palabras del director de Aemet en Málaga. No sólo eso, sino que estará «entre el 20% de los más cálidos registrados». El cambio se empezará a notar a partir de la semana que viene.

Los modelos también ven un periodo más seco de lo normal. Esto es lo previsible para julio y agosto, pero el problema es que también afecta a septiembre, cuando comenzará el siguiente año hidrológico, y sería preocupante que la sequía se prolongara. En cualquier caso, Riesco tranquiliza y pone de relieve que, si bien para las temperaturas suele acertar, el modelo es poco fiable cuando se refiere a las precipitaciones.

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