Unicaja culmina este viernes la reestructuración de sus órganos de gobierno

La renuncia de Azuaga tenía lugar, de hecho, después de que su presidencia tornara en no ejecutiva, de acuerdo con las recomendaciones regulatorias, y tras la junta extraordinaria de accionistas que había ratificado a Isidro Rubiales como nuevo consejero delegado en sustitución de Manuel Menéndez -procedente de Liberbank y cesado por el consejo de administración en junio-, así como a cuatro consejeros independientes, para que el número total de éstos también cumpliera las normas de buen gobierno corporativo. Previamente, en la junta ordinaria del año pasado, se había nombrado a los consejeros dominicales de Fundación Unicaja para relevar a los que ya no contaban con la confianza de su Patronato tras la salida de Braulio Medel de su puesto al frente de la Fundación, a quien se acusó de subvertir el canje acordado en la fusión con Liberbank, que establecía un reparto de capital y poder a razón de un 60% para la antigua Unicaja y un 40% para el grupo asturiano.

La caída de Medel en junio de 2022 y de Menéndez un año después fueron imprescindibles para la resolución de una crisis de gobernanza que hizo intervenir a los supervisores financieros y al ministerio de Asuntos Económicos con Nadia Calviño al frente.

Con la ya prácticamente segura ratificación de José Sevilla como presidente no ejecutivo de la entidad el grupo cumple con dos objetivos que se había marcado: primero, la elección por unanimidad de todos los miembros del consejo, además de responder a un perfil independiente y externa al banco con objeto de actuar de contrapeso del consejero delegado, Isidro Rubiales, que sí es un hombre de la casa de toda la vida. Además, la del presidente entrante es una personalidad de enorme prestigio en el sector financiero, después de haber pasado por BBVA y, sobre todo, por Bankia, entidad de la que fue consejero delegado durante años decisivos para lograr su saneamiento y la vuelta a la rentabilidad. «Tiene experiencia en poner a funcionar un banco que estaba un poco parado», afirma Ignacio Cantos, analista de Atl Capital, en referencia a Sevilla.

Y es que el mercado ha observado que mientras el grupo financiero estaba ocupado en reordenar su cúpula y acomodar el reparto del poder a lo pactado entre todas las 'familias' el puro y duro negocio había quedado un poco desatendido. Además, la comunidad inversora atisba que habrá cambios en la estrategia del banco con la entrada de José Sevilla. Nuria Álvarez, analista de Renta 4, considera, que por ejemplo, con un mayor impulso a la digitalización o con una mayor diversificación de su cartera de crédito dando más peso a empresas y consumo. Ignacio Cantos cree que ello debería quedar negro sobre blanco en un nuevo plan estratégico que deje claro adónde se quiere dirigir la nueva Unicaja.

Porque, sí, la entidad ha mostrado con muchos gestos que ésta es una 'nueva Unicaja'. Precisamente, el pasado mes de febrero, estrenó una nueva identidad corporativa, una imagen que se define como «más fresca y mejor adaptada a los canales digitales»: «El elemento denominativo se simplifica, pasando de Unicaja Banco a Unicaja, y el símbolo, que adopta una tonalidad de verde más intensa, evoluciona hacia un concepto más sencillo y actual». Entonces, el consejero delegado, Isidro Rubiales, valoró que el cambio en la identidad corporativa era «el reflejo de una nueva etapa y del proyecto común que queremos trasladar a la sociedad. Es resultado de un trabajo de renovación, consolidación e impulso de la transformación cultural integral de Unicaja y ayuda a reflejar de dónde venimos y hacia dónde vamos».

La entidad, en estos últimos meses, tampoco ha descuidado el encargo realizado por Azuaga cuando presentó su renuncia, que pasaba por el cumplimiento de objetivos tales como la dinamización de la actividad comercial, el refuerzo de su capacidad de generación de caja, el mantenimiento de su solidez financiera y la vinculación con los territorios en los que opera. En este sentido, ha habido varios hitos: por ejemplo, el fichaje de Luis Colorado, procedente de Banco Santander, para la dirección de su negocio minorista. Pero, sobre todo, el millonario ejercicio de saneamiento efectuado en el último trimestre de 2023 por valor de más de 500 millones y que se reflejó en las cuentas de ese año -que se someten a aprobación en la junta de este viernes- con un beneficio que cayó un 4% interanual, hasta los 267 millones de euros.

Todo ello lleva a pensar, afirma Gonzalo Sánchez, analista de Gesconsult, que la renovación no es únicamente de la cúpula directiva para adaptarla a los mejores estándares de gobierno corporativo, sino también del balance. Y un síntoma de que la limpieza de éste se ha completado, agrega Sánchez, es el anuncio de la recompra de acciones que se efectuó también coincidiendo con la presentación de los últimos resultados anuales, programa que ya está en marcha -y que se somete hoy a la consideración de los accionistas-. Para este analista, además, la medida parece emular a la que más están premiando los inversores del sector bancario: que las ganancias en rentabilidad se destinen a la retribución al accionista, cosa que, además, Unicaja se puede permitir, afirma, dado que es una de las entidades de España con mejores ratios de solvencia y niveles de capital.