El plan del Gobierno para crear un gran parque eólico marino en el Mar de Alborán ha suscitado mucho interés por parte del sector de las energías renovables. IberBlue Wind, Ferrovial y Abei son las tres compañías internacionales que han anunciado su intención de concurrir ... a la próxima subasta del área de oportunidad prevista frente a las costas de Málaga, aunque a una distancia tal que hará casi imperceptibles los molinos de viento.
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La primera en iniciar los trámites fue IberBlue Wind, hace justo un año, con su proyecto Nao Victoria, que prevé crear un parque eólico flotante (no cimentado al lecho marino) con 55 aerogeneradores y 18 megavatios de potencia cada uno. Estos serían capaces de producir 990 megavatios de electricidad cuando estén a pleno rendimiento. Su extensión será equivalente a 30.000 campos de fútbol (superior a la isla de El Hierro), y estarán a una distancia de entre 25 y 40 kilómetros de las playas, en alta mar, en la franja que va desde Fuengirola hasta Marbella.
Cuando estuviera a pleno rendimiento, la planta tendría capacidad para suministrar a unos 660.000 hogares, según los cálculos aportados por un experto en energías renovables de la Universidad de Málaga. Estos son más que todos los domicilios existentes en la provincia de Málaga (unos 649.000, último dato del INE), para lo que sería necesaria una inversión de más de 2.500 millones de euros.
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megavatios es la potencia máxima que prevé el proyecto de ABEI Energy, uno de los tres que optan a quedarse con el área del Mar de Alborán.
Julio Vera es el director de relaciones institucionales de IberBlue Wind, que fue la compañía que lanzó el procedimiento para instalar molinos de viento en las aguas malacitanas. La firma sigue adelante con su proyecto Nao Victoria, según confirma el directivo, y también tiene una segunda propuesta en Andalucía, llamada La Pinta, entre Granada y Almería. En cambio, estos momentos «ambos se encuentran a ralentí», a la espera de novedades sobre el proceso por parte del Ejecutivo central.
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De hecho, asegura que ahora están centrados en los proyectos por los que están pujando en Portugal, «donde hay más certeza» en términos legales y de impulso por parte de su gobierno.
Ferrovial fue la segunda que hizo público, a principios de este año, su intención de pujar por este mismo espacio. Su proyecto se llama Terral e iría en el mismo ámbito del Mar de Alborán, aunque con una potencia prevista de 510 megavatios, casi la mitad que la primera.
Según el proyecto, disponible en la web del Ministerio para la Transición Ecológica, la compañía prevé la instalación de 34 aerogeneradores de 15 megavatios de potencia nominal, con una altura de buje de unos 125 metros sobre la plataforma (143 metros sobre el nivel del mar) y un diámetro de rotor de 236 metros, lo que supone una altura total de alrededor de 261 metros, con las palas.
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Este iría situado en la zona denominada POEM ESAL-1, con profundidades que oscilan entre los 450 y los 900 metros, e irá montado sobre subestructuras flotantes, sobre un área de implantación de 203 kilómetros cuadrados, a una cota de 750 metros de profundidad; así como una línea de evacuación externa marina de 45,4 kilómetros y un tramo terrestre de 13,5 km hasta la subestación eléctrica de Pinar del Rey (en el término municipal de San Roque, Cádiz).
La tercera propuesta es Neptuno, la iniciativa de ABEI Energy, que activó hace apenas unas semanas la tramitación ante el Ministerio para la Transición Ecológica, tras solicitar el documento de alcance del estudio de impacto ambiental. Si resulta ganadora, tendrá 67 molinos de de 15 megavatios de potencia nominal, lo que suma 1.005 megavatios totales.
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Este proyecto se dibuja sobre un área de unos 290 kilómetros cuadrados, y los molinos más próximos estarán a más de 20 kilómetros de la costa. Está previsto en la zona ESAL 1 (con profundidades entre 400 y 1.000 metros) y como los anteriores, los aerogeneradores irán sobre plataformas flotantes, en nueve hileras paralelas, orientadas en dirección noroeste-sureste.
Cada candidato está haciendo su documento inicial de proyecto, que es una declaración de intenciones de lo que se pretende acometer en grandes líneas, y sobre todo una aproximación inicial a los condicionantes ambientales, para optar a la próxima subasta con el máximo grado posible de avance. «De momento, es lo único que se puede hacer», concluye Vera.
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El Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (Poem) se aprobó el pasado 28 de febrero, y este indica dónde, teóricamente, se puede hacer eólica 'Offshore' (en el mar), pero no lo asegura, porque está sujeto a que surjan posibles condicionantes. Por tanto, el adjudicatario será el que tendrá que asumir el riesgo y la inversión de una declaración de impacto ambiental completa, antes de conseguir el permiso definitivo para empezar a instalar los molinos.
Además, el sector se queja de la escasa ambición de España en sus objetivos para 2030. Se pretende tener para entonces entre uno y tres gigavatios conectados, mientras que Portugal, siendo un país cinco veces más pequeño, aspira a tener diez.
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Pero es que, además, España ya va tarde. Se espera un cuello de botella por la baja capacidad de los puertos españoles para acoger el montaje de unos aerogeneradores con unas dimensiones gigantes: la plataforma flotante será un triángulo con 80 a 90 metros de lado, mientras que la torre subirá hasta 150 metros, y las palas medirán 120 metros. Estas estructuras se tendrán que montar en los muelles (de los que no hay muchos con espacio suficiente) y llevarlas con remolcadores a alta mar.
«No se ha avanzado mucho», responde Julio Vera, director de Relaciones Institucionales de IberBlue Wind, cuando se le pregunta por la situación de los proyectos de eólica marina en España. «Desde que se aprobó el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (Poem) ha habido poca novedad. Se esperaba que a finales de este año iba a haber una subasta; luego cambió y ahora se rumorea que será el año que viene, entre el primer y el segundo trimestre, todo se está retrasando y la falta de Gobierno en Madrid afecta a los proyectos».
El próximo hito que las empresas esperan como agua de mayo es la convocatoria de una subasta, como un concurso público para elegir a la empresa que se quedará con la explotación del área de oportunidad que el MITECO ha dibujado en el Mar de Alborán. Pero de esta puja todavía no se han definido ni el calendario ni las reglas. «Se va a subastar la explotación de la superficie marítima para uso de energía renovable, que se adjudicará por un periodo que se estima en unos 25 a 30 años».
También está en el aire el mecanismo para la venta de la electricidad generada, que todavía no está claro si será con una tarifa fija u otras fórmulas. Pero, sobre todo, la cuestión más importante que hay que resolver es la del punto de conexión, para evacuar la energía en tierra, y sin el cual no es viable ningún proyecto. En Portugal, como ejemplo, se van a adjudicar contratos «tres en uno», esto es, el espacio marítimo, el esquema de compraventa y el punto de conexión, en un mismo paquete. «En España se espera algo parecido, pero todavía no está claro».
En este punto, lo más importante, según el directivo, es que se articule el calendario de subasta y su esquema, esto es, la forma en que se va a calificar, «articular las reglas del juego». «Hay muchos rumores pero nada concreto, de hecho, está tan parado en España que las empresas se han centrado en los proyectos en Portugal, que está acelerando mucho y dando pasos firmes en la carrera por la eólica marina».
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