Bronca en el tren de Málaga a Sevilla: el viaje será mucho más lento

De este modo, se van a ajustar los horarios de estos servicios, modificando tanto las horas de salida como de llegada a destino y, lógicamente, de paso por las estaciones intermedias. La medida que tendrá un mayor impacto es que estos ajustes llevarán aparejados incrementos en los tiempos de viaje, con un promedio de 25 minutos más en toda la programación.

El trayecto tardará entonces entre tres horas y cuarto, y hasta tres horas y media, según aparece ya en la web de venta de billetes de Renfe. Hasta ahora, el viaje se venía haciendo en unas tres horas. La parte positiva es que el precio es sensiblemente más bajo que en el Avant, que tarda dos horas (unos 20 euros por trayecto frente a casi 40).

En cambio, la oferta de trenes en esta relación se mantiene similar a la habitual, con 74 trenes semanales entre Sevilla y Málaga, que suponen cerca de 12.500 plazas. A estas circulaciones, se suman los diez servicios Sevilla-Osuna que Renfe pone en servicio de lunes a viernes.

El problema viene cuando se indaga sobre las causas. Oficialmente, Renfe argumenta que esta situación está «condicionada por las marchas establecidas por el administrador de la infraestructura», esto es, por Adif.

Traducido al lenguaje común, esto significa, de acuerdo con esta versión, que desde hace meses se veía que las limitaciones de velocidad que se han establecido en determinados puntos de la vía, por razones de seguridad, hacen que sea muy difícil cumplir con los horarios anteriores. De esta forma, se habrían ajustado las marchas a las características reales de la vía. Una vez que esas limitaciones se eliminen, se podrán restablecer los horarios comerciales anteriores.

En cambio, desde Adif rechazan que haya habido cambios sustanciales en los últimos meses, e incluso se han retirado ya algunas limitaciones. «No hay razones objetivas para que esto se produzca, no hay ninguna obra ni actuación de mejora que suponga tal pérdida de tiempo en el trayecto», indican fuentes de la empresa pública. Estas no fueron capaces de explicar las razones que han llevado a Renfe a hacer estos cambios.

Una tercera versión es la que dan fuentes sindicales consultadas por este periódico. Según estas, la razón está en un cambio del modelo de tren por otro más antiguo, que tiene menor potencia, mientras que los nuevos habrían ido a mejorar otras relaciones. Se especula con que el cambio haya servido para beneficiar a Extremadura, donde no hay alternativa, ya que en el caso andaluz hay dos líneas que cubren servicios similares, la de Media Distancia y la de Avant.

Según estas fuentes, la falta de potencia, especialmente en las rampas ascendentes, y para la recuperación de la marcha tras pasar por una zona limitada, justificaría la necesidad de aumentar el tiempo de trayecto. «No se dispone del material necesario y se van a usar trenes con inferiores prestaciones».

En cambio, desde Renfe rechazan este extremo y afirman que los trenes que se emplean en esta línea son los mismos de siempre, y no han cambiado.