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El debate sobre el modelo de ciudad ha copado una nueva edición del programa semanal 'La Alameda', que se emite en 101Tv y SUR.es y está presentado por el director de este diario, Manolo Castillo. En esta ocasión, han acompañado al nuevo presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía, Juan Cubo, y al presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, la profesora universitaria Elvira Maeso; Amanda Meyer, abogada, y los periodistas Javier Recio, Ana Barreales e Ignacio Lillo.
Cubo ha defendido al sector de las viviendas turísticas y asegurando que los problemas de acceso a la vivienda no son responsabilidad de las turísticas. «Hay manipulación para desviar la atención. Ha habido mucha falta de planificación en materia de vivienda. Es producto lo que nos pasa todavía de la crisis de 2008. La provincia crece a 25.000 habitantes por año y la vivienda crece en 5.000. Y esa falta de vivienda y alquiler no es responsabilidad nuestra, tenemos una media de 2,7% de vivienda turística en Málaga», ha dicho, y ha referido que hay muchos pisos vacíos.
El PGOU en Málaga se va a modificar para poner un límite del 8% de la vivienda turística por barrios, en 43 zonas. Y además, según la norma vigente, deben contar con entrada independiente.
Meyer ha coincidido que el fenómeno de las viviendas turísticas es consecuencia de una mala planificación pública. «Es un bien de primera necesidad. Si uno no tiene vivienda, es muy complicado acceder a otros derechos», ha dicho. Y ha relatado las dificultades de acceso, especialmente para familias tipo y jóvenes, especialmente en el caso del alquiler.
El subdirector de SUR, Javier Recio, ha sacado a relucir el desincentivo para el alquiler de larga duración: los propietarios temen al impago, extremo en el que ha asentido la profesora Maeso. «Hay gente que tiene miedo a jugarse los ahorros de toda la vida por posibles impagos», ha incidido.
La abogada ha señalado a Andalucía por «dejación de funciones», tanto con el PP como con el PSOE. No ha visto mal la herramienta de las zonas tensionadas, pero la ve insuficiente.
Barreales ha insistido en que la Ley no ayuda a la larga duración y ha visto comprensible que los propietarios particulares vean más rentable otras fórmulas.
La Junta de Andalucía ha hecho sólo 95 viviendas públicas en las últimas décadas. Este es otro dato que ha salido a relucir durante el debate, a la vez que sí se ha reconocido que el Ayuntamiento ha superado las 5.000.
Lillo ha puesto el foco en la falta de oferta. «Hasta ahora las medidas no han servido para nada. La única opción es generar pisos, construir», ha aseverado tajante.
El presidente del colectivo de Viviendas Turísticas ha opinado que los mercados suelen regularse solos. «El problema es que falta vivienda, no que los turistas molesten. Si molestaran, ya se habían producido quejas hace cinco años. Demos libertad a los propietarios para que elijan en qué modalidad quieren sacar al alquiler. Respetemos la propiedad privada. Y los políticos deberían dar seguridad jurídica en caso de un impago o cambiando de modelo. No se gana mucho más dinero, se gana más pero se tributa más, va todo al IRPF, el de larga estancia se bonifica al 50%. Tengo mucho casos de gente que se ha decidido por el turístico porque viene de impagos en larga duración», ha detallado.
Cubo ha apostado por regular la convivencia, con medidas como sonómetros, y se ha mostrado contrario a limitar los pisos turísticos. Y ha recordado que la vivienda turística está regulada desde 2016, algo que se va a volver a hacer en 2024.
Meyer ha visto dos problemas en la vivienda turística: que se potencia desde la Administración una «mercantilización» de la vivienda y que genera problemas de convivencia. El Tribunal Supremo da la facultad a las comunidades de vecinos a que prohíban estos usos. «Meter el miedo con la okupación es poco riguroso. Generalizar no ayuda. Hay mucho argumento de ciencia ficción», ha añadido.
Varios intervinientes han señalado la regeneración de espacios urbanos gracias a este fenómeno y a los ingresos económicos que la provincia obtiene.
Cubo ha insistido que el propietario gana un 20% con vivienda turística y ha incidido en que el turista de este perfil gasta 6 de cada 10 euros en la zona. «Si el mercado estuviera saturado, el turista no vendría». «Calma regulatoria», ha concluido.
Sobre la Torre del Puerto, promovida por Al Alfia y con el apoyo de hoteles Hesperia pesan ahora dos contenciosos administrativos, uno interpuesto por Defendamos Nuestro Horizonte y el otro por la Academia de Bellas Artes de San Telmo. Ahora, tras seis años, los promotores han pedido una prórroga para tener el proyecto definitivo.
Rubio ha recordado que todo empezó con un concurso público, con Andalusian Hospitality como nombre formal y con el arquitecto José Seguí a la cabeza, como ganador. Ahí se iniciaron los trámites para modificar el Plan Especial, que contemplaba el hotel pero no los parámetros constructivos: «La tramitación ha sido larguísima. Se aprobó hace unos meses y a partir de ahí el grupo promotor tiene que empezar el proyecto definitivo».
La imagen de la torre no va a ser la que se ha venido publicando. Ahora hay que definirla y desarrollarla, ha recordado Rubio. «Hemos exigido un proyecto geotécnico, la cimentación es compleja y puede afectar a la estación marítima o a otros elementos», ha indicado.
«No es un proyecto que me guste. El asunto de altura en esta ciudad, rompe el modelo de ciudad extensivo de Málaga. Me da la sensación de que hay cierta inseguridad jurídica. Si le añadimos el debate político... Me parece un proyecto muy difícil de realizar», ha dicho.
Los vaivenes en la opinión política del PSOE y de algunos ministros también ha salido a relucir, al igual que la posibilidad de que se incorpore el arquitecto David Chipperfield, premio Pritzker, al proyecto. «Ahora le falta espectacularidad», ha dicho Recio, en tanto que Barreales ha recordado la «cantidad de gente que se ha ido cayendo por el camino», con opiniones contrarias. Lillo ha comentado la potencialidad económica de un hotel de gran lujo, un destino en sí.
Maeso se ha mostrado segura de que se va a hacer: «Si fuera un emblema o una joya delante de nuestra vista, convencería».
Sobre los contenciosos, Rubio ha comentado que no paralizarían nada, pero ha reconocido que puede hacer esperar al Consejo de Ministros.
Meyer, que ve este proyecto como un ejemplo del modelo de ciudad: «A mí se me abren las carnes, Málaga tiene que pensarse y calmarse, reordenar sus prioridades. Merecemos relax y estrategia». Maeso ha negado que haya que pensar el modelo: «Hay mucho pensado». En esto ha coincidido Rubio, que ha defendido que la ciudad tiene un modelo en los últimos años. «Ciedes tiene mucho que ver. Hace veinte años la gente se partía de risa con la Málaga cultural o tecnológica. Y el turismo nos ha dado unas infraestructuras maravillosas», ha expresado. Y ha asegurado que los hoteles están planificados pero que el turismo y los pisos turísticos se han disparado tras la pandemia y eso sí ha sido imprevisto.
«No se puede buscar el récord por el récord», ha introducido Castillo. «En el puerto no estamos en eso, vamos intentando modular los cruceros, vamos a por 500.000-600.000 pasajeros. Vamos a las misiones comerciales a atraer a otro tipo de compañías», ha respondido Rubio.
Maeso ha recordado proyectos pendientes como puertos secos, el soterramiento del tren del puerto... «Sabemos lo que hay que hacer. Lo que hace falta es dinero y hacerlo. No podemos tener una ciudad en la que todos queremos venir a vivir pero en la que no tengamos las herramientas», ha dicho.
Sobre el puerto deportivo de San Andrés, cuya parte financiera coincide con el hotel, la cuestión va avanzando tras una larga tramitación urbanística y ambiental. Quedan que presenten un proyecto constructivo, que encaje bien espacialmente con el futuro Auditorio, que vendrá a regenerar la zona de El Bulto. «La marina deportiva y el Auditorio conectará con el Centro a través del proyecto de oficinas en el Muelle Heredia. Estamos ya en las fases finales», ha dicho, al tiempo que ha recordado que ha hecho falta trasladar las dependencias de la Guardia Civil y de Aduanas. Las primeras están a punto de cambiar. En el segundo caso, la cimentación ha traído un retraso de dos años. Y eso liberará la parcela para sacar a concurso estos suelos.
La marina debería empezar a construirse en marzo o abril y serían dos o tres años. La promoción de oficinas tardará los dos años que con suerte tardará en estar el edificio de la Agencia Tributaria, y, a partir de ahí, otros cuatro años. Son los plazos que ha estimado Rubio. En todo caso, ha avanzado que se estudiará solapar trámites para acortar plazos.
«Ya hemos aprobado la venta de la parcela del Auditorio al Ayuntamiento. Llegará a Patrimonio del Estado y formalizaremos la venta», ha informado.
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