Las reliquias de la Catedral se conservan en este PEPE PONCE

La Catedral de Málaga conserva una treintena de reliquias de santos y mártires

Trece certificados del Vaticano (denominados 'auténticas') certifican su autenticidad. Además de huesos de santos, hay fragmentos del Lignum crucis, del velo de la Virgen o del báculo de San José

Domingo, 26 de enero 2020, 02:11

La fe no conoce límites y desde el origen de la cristiandad se ha tenido una gran veneración hacia las reliquias, en aquellos siglos relacionadas con el martirio de los primeros cristianos. Ya fuera el cuerpo entero, sus partes u objetos que hubieran estado en contacto con el santo, la veneración hacia los mismos estuvo muy presente en las oraciones de los fieles, que pronto les dieron propiedades curativas o milagrosas.

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En la Catedral de Málaga se conservan reliquias desde su fundación, hacia finales del siglo XVI, guardadas en un armario-relicario que se encuentra en la Sacristía. 13 de ellas cuentan con los certificados de autenticidad expedidos por el Vaticano, lo que se conoce como 'auténticas', aunque para la Iglesia todas ellas, tengan o no el certificado, tienen esa relación directa o indirecta con el santo. Entre las que cuentan con la 'auténtica' y otras que llegaron con algún otro documento, en la Catedral de Málaga se custodian una treintena de reliquias relacionadas con santos y mártires.

El cuarto Concilio de Letrán, en el siglo XIII, reguló el culto a las reliquias y prohibió la veneración de aquellas que no tuvieran certificado de autenticidad validado por la Santa Sede. Estos documentos corresponden a los siglos XVII a XIX. En algunos casos, como el de la fotografía, se refieren a más de un santo. De esta manera, en la Catedral de Málaga hay reliquias de los santos Dianesa, Félix, Columba, Bonoso, Crecenciana, Valentín, Crecencio, Crescencia, Bonifacio, Luis Gonzaga, Juan Bautista, Pedro, Pablo, Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Estanislao de Kotska, Felipe Neri, Vicente Ferrer, Emigdio, Francisco de Asís, Antonio de Padua, Francisco Caracciolo, Joaquín y Ana. Entre los objetos conservados en la Catedral se encuentran Lignum crucis (trozos de la Cruz de Jesucristo), velo de la Virgen, manto y báculo de San José o las cenizas de San Jerónimo Emiliano. Todas estas auténticas fueron expedidas en Roma.

Ariiba, una de las 'auténticas', el certificado Vaticano sobre el origen de las reliquias. Debajo, un brazo de plata contiene un hueso del antebrazo de san Sebastián. Y relicario de San Luis, obispo de Tolosa, con un hueso de la espalda.

El Archivo cuenta también con una certificación del cardenal Salazar avalando otras dos reliquias, las de los santos Flaviano y Justina; una carta que acompañaba una cruz relicario donada a la Catedral en el siglo XVII y un expediente de licencia de culto para unas reliquias de los condes de la Torre del Fresno en 1784.

La archivera de la Catedral, Susana Rodríguez de Tembleque, señala respecto de las auténticas que «siendo necesarias para que las reliquias fueran consideradas verdaderas, evitando así el comercio y la falsificación, los documentos eran inseparables de las mismas y por tanto custodiados todos ellos en los tesoros de las catedrales». La especialista explica que, como objetos de culto, las reliquias y lo concerniente a ellas forman parte de la Liturgia, por lo que están custodiadas en la Sacristía y es en esta sección del archivo donde se guardan los documentos relativos a las mismas.

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Reliquias de san Flaviano. En la parte superior, de santa Justina. SUR

El cuerpo de san Flaviano llegó por iniciativa del cardenal fray Pedro de Salazar

Una de las reliquias más destacadas que se conservan en la Catedral de Málaga es la de san Flaviano, contenida en un arca de madera oscura con apliques de bronce. Según recoge el historiador Alberto Jesús Palomo Cruz, en un artículo dedicado a estas reliquias publicado en el Boletín de Arte del departamento de Historia del Arte de la UMA, estas reliquias llegaron a Málaga gracias al cardenal fray Pedro de Salazar, que participó en alguno de los cónclaves vaticanos.

Se trata de uno de los mártires romanos, que vivió en el siglo IV, esposo de santa Dafrosia. Aunque llegó a ser prefecto de Roma, cayó en desgracia por no renegar de su fe. Trasladados sus restos en algún momento a Roma, llegaron finalmente a poder del obispo Pedro de Salazar. Según explica Alberto Jesús Palomo, el arca del cuerpo de san Flaviano es una caja rectangular de dos cuerpos, que presenta en el superior un remate en forma de pirámide truncada con cristales que permiten observar un hueso que pertenece a santa Justina. La arqueta aparece sustentada por dos simples pomos de madera en su parte posterior, que en la delantera se convierten en dos garras leoninas también fundidas en el mismo metal. Como remate de todo el conjunto, sobre el frontón partido de la parte superior, se nos muestra la estatuilla en bronce de un angelito recostado.

Como curiosidad, señala Alberto Jesús Palomo que fragmentos y lascas provenientes de las reliquias de san Mauricio, san Flaviano y santa Dianesa fueron trasladadas procesionalmente en el templete eucarístico con motivo de la ceremonia de consagración de la Catedral, en abril de 1921. Más recientemente, en 2009, una pequeña reliquia de san Flaviano junto con otra del beato Juan Duarte fueron depositadas bajo el altar de la parroquia de Olías.

Tanto las reliquias como sus acreditaciones llegaron, como en casi toda la cristiandad, procedentes de Roma, donde una autoridad eclesiástica autorizada para el tema las expedía y avalaba. Dada su procedencia vaticana, señala Rodríguez de Tembleque, en la Catedral de Málaga las auténticas fueron custodiadas con las bulas e inscritas en el antiguo bulario junto con los documentos procedentes de Roma que autorizaban determinados rezos de santos locales como san Ciriaco y santa Paula.

Una de las fichas descritas por la investigadora se refiere a la auténtica de santa Columba. Se trata de un documento en papel con una carpetilla con descripción del mismo del siglo XVIII. Es una certificación del cardenal Carpíneo, vicario del Papa, sobre la autenticidad de una reliquia de la pierna de santa Columba extraída de su cuerpo en el cementerio romano de san Ciriaco y donada al obispo de Málaga el 5 de marzo de 1700.

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San Luis, obispo de Tolosa

Otra de las reliquias que se custodian en la Catedral es la de san Luis de Tolosa, hijo del rey de Sicilia, obispo de Toulouse y patrón de Málaga. Franciscano, tuvo una especial dedicación hacia los pobres. Fue canonizado en 1317 y posteriormente su cuerpo depositado en un relicario, que llegó hasta Valencia, hasta que en 1862 fue entregado a la catedral de Toulouse.

La relación de san Luis de Tolosa con Málaga hay que buscarla en el momento de la Reconquista. La ciudad se rindió a los Reyes Católicos el 18 de agosto de 1487. Los Reyes entraron en la ciudad al día siguiente, cuando se celebra la festividad del santo. Como además eran parientes, se atribuyó la rendición de la ciudad a su intercesión. En la Alcazaba, una capilla estaba dedicada al santo, así como el convento franciscano de San Luis el Real, ubicado, hasta la Desamortización, en la plaza de San Francisco. Solicitada en muchas ocasiones, y con autorización papal, se consiguió la reliquia en 1721.

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