Temor entre los alcaldes del PSOE por la repetición electoral

Esta sensación de desánimo –sostienen fuentes socialistas– no es (solo) una cuestión personal de la clase dirigente, sino que viene a través de su militancia y de sus vecinos. «Ya hay más de uno que nos ha dicho que esta vez no le llamemos para hacer campaña. Que ya la han hecho y se ganaron las elecciones», relata un responsable orgánico de la Axarquía. A juicio de los alcaldes y portavoces, el cansancio de la militancia es algo «normal», pero están convencidos de que la mayoría acudirá a la llamada al trabajo.

El problema mayor –insisten– es que si el militante está hastiado, el votante se encuentra en una situación mucho peor. Reconocen que en abril fue clave el «miedo» del ascenso de Vox «y del trifachito», pero que ese discurso ya está agotado, o al menos a punto de estarlo. «Es verdad que los de Vox han dicho y hecho barbaridades. Pero seamos realistas, aunque no nos guste nada cómo se está gestionando la Junta de Andalucía, tampoco se ha acabado el mundo. El votante más cercano a nosotros no es tonto, y muchos de ellos se quedarán en casa porque están hartos a la par que han perdido el miedo», argumenta otro primer edil socialista.

A juicio de la mayoría de ellos, la desconfianza con Unidas Podemos en general y Pablo Iglesias en particular es muy grande, pero no lo suficiente para dejar escapar el gobierno. «Habría que haber vuelto al ofrecimiento de julio. Parar lo de las elecciones y ver qué pasa, y si ellos dinamitan el acuerdo sería su problema. Ahora nos culpan a nosotros, me lo dicen mis vecinos en la calle cada vez que pueden», afirma el mismo alcalde socialista.

Por si fuera poco, la amenaza de que el partido de Íñigo Errejón se presente en la circunscripción de Málaga tampoco ayuda a calmar los temores, sino todo lo contrario. Es más, todo lo que en un momento dado podían haber ganado de los más centristas que votaron a Ciudadanos y que no comulgan con su actitud de cara a Pedro Sánchez, se puede perder por el lado de la izquierda. «Hay irreconciliables con Iglesias, pero Errejón resulta muy atractivo para el votante socialdemócrata, especialmente entre el público más joven. Las cosas no están bien, nos la vamos a pegar», asegura un pesimista portavoz municipal.

Dentro del anecdotario que fueron relatando mientras la 'jefa' llegaba a la reunión (había ganas de hablar y de criticar), lo más llamativo fue la coincidencia de varios cargos en la cantidad de gente que había insistido en 'borrarse' del mailing de los partidos políticos. Sobre esta cuestión, los cargos del PSOE se mostraban algo sorprendidos, ya que nunca les había ocurrido una cosa similar, ni siquiera tras la repetición electoral de 2016. «He mirado y estaba la web colapsada. Lo nunca visto», decía con cierta sonrisa un asesor municipal presente en la reunión.

En términos oficiales, y preguntada por esta misma cuestión, Susana Díaz quiso quitarle hierro al asunto de la abstención bajo la táctica de contestar a otra cosa. Volvió a hablar con cariño del presidente repitiendo siempre la palabra 'Pedro', y no paró de insistir en que la culpa era de otros, aunque no fue clara sobre si habría que haber vuelto a la propuesta del mes de julio para evitar unos comicios.

De lo que tenían menos ganas de hablar en la reunión de alcaldes era de la lista electoral. Aunque en general no veía mal una repetición mayoritaria de los nombres, nadie se negaba de forma tajante a matizar algún puesto. Eso sí, reconocían que por una simple cuestión de clave interna, porque en realidad admiten que poco o nada van a importar los nombres en esta campaña electoral sobre la que quieren pasar de puntillas, al menos en el PSOE. «Todo puede ocurrir, pero en los pueblos la cosa la vemos mal, muy mal», sentenciaba otro alcalde mientras corría para ponerse en la foto con Susana Díaz. Hay cosas que no cambian.