Secciones
Servicios
Destacamos
Quién lo iba a decir a muchos hace unos meses. El teletrabajo, ese concepto que parecía cosa de suecos, ha llegado para quedarse en muchas empresas malagueñas. A la fuerza ahorcan. La dura realidad de la pandemia ha forzado una reconversión sin precedentes del trabajo ' ... de cuello blanco'. Y la vuelta a las oficinas va a hacerse esperar. Hoy comienza la fase 1 de la desescalada en Málaga, que ha supuesto la vuelta al trabajo de los empleados de parte de los bares y comercios que han estado cerrados los últimos dos meses. Pero nada ha cambiado en el sector de despachos y oficinas, así como en compañías tecnológicas, financieras y muchas otras, donde el teletrabajo va a seguir siendo la norma.
¿Hasta cuándo? El Gobierno ha dictaminado que el teletrabajo sea la norma siempre que sea posible al menos hasta la fase 3 de la desescalada, que no empezará en Málaga al menos hasta el 15 de junio si se mantiene el calendario previsto. Pero las empresas no tienen prisa. «Prudencia», «seguridad» y «retorno gradual» son las palabras más escuchadas cuando se pregunta a compañías como Opplus, que probablemente sea la oficina con más trabajadores de Málaga, con 3.000 personas en plantilla.
En esta filial de BBVA, dedicada a labores de 'backoffice', el teletrabajo se impuso de forma acelerada a raíz de la declaración del estado de alarma. Ahora hay un «grupo de trabajo» para el denominado «Plan de Retorno» que está «estudiando todo con detenimiento» y sin fechas. «Sabemos que el entorno y la situación son muy inciertas y debemos estar siempre pendientes de las recomendaciones de las autoridades sanitarias y normas que se establezcan por el gobierno en la desescalada», apuntan desde la compañía. «Se han definido cinco principios que guiarán ese retorno: »retorno prudente, anteponiendo ante todo la seguridad y salud de las personas; retorno gradual: siempre bajo las normas que establezca el Gobierno en la desescalada y en función de los datos que dispongamos en cada momento; por turnos organizados para evitar aglomeraciones en la entrada y la salida; con estrictos protocolos de seguridad e higiene y brindando apoyo e información a la plantilla en todo momento«.
En Unicaja Banco la «práctica totalidad» de los trabajadores de servicios centrales está funcionando en teletrabajo y así seguirá siendo por el momento. La compañía está «trabajando» en un plan de retorno, pero sin fecha. Por el momento sus esfuerzos están volcados en garantizar la seguridad de los empleados que sí tienen que trabajar presencialmente, y además cara al público: los de oficinas. Precisamente por ellos se ha comenzado la realización de test del coronavirus, que se irá ampliando a toda la plantilla.
Similar situación se vive en otras entidades financieras, que tienen a todo el personal que no trabaja cara al público en casa y no planean cambios al menos hasta mediados de junio. En el sector tecnológico van más allá: compañías como Google o Facebook ya han anunciado que el teletrabajo se mantendrá hasta final de año. En Málaga, los trabajadores de Virustotal fueron de los primeros en irse a trabajar a casa y ya saben que seguirán así durante todo 2020.
Freepik también optó por el teletrabajo desde la semana antes de que entrara en vigor el estado de alarma. Ahora está trabajando «con tranquilidad» en un protocolo para la vuelta, que en ningún caso será antes de junio. Similar situación se vive en las grandes compañías afincadas en el PTA: Accenture, Ericsson, Oracle, Indra... «Sólo las empresas que tienen producción industrial tienen actividad presencial», explica el director de la tecnópolis, Felipe Romera.
Antonio Gómez-Guillamón, CEO de una de las grandes empresas malagueñas con sede en el PTA, Aertec Solutions, cree que seguirán en teletrabajo «al menos hasta final de junio seguiremos así». «La adaptación es muy buena y no se pierde eficiencia. Lo que sí haremos es volver a viajar en cuanto se pueda para hacer desarrollo de negocio. ¡Y para que vuelva a funcionar el mundo y nuestro sector!», apunta.
Las razones que explican esta marcada prudencia de la mayoría de las empresas a la hora de reemprender el trabajo presencial son varias. Una es, por supuesto, el miedo a los contagios. Otra es que no han percibido una merma de la productividad durante estos dos meses. Pero hay otra de índole económica: los costes de implantación de las medidas de seguridad e higiene son altos y las compañías que se están viendo afectadas económicamente por la pandemia ven en el teletrabajo una forma de reducir gastos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.