Como podía intuirse desde que el viernes empezaron las primeras protestas, el sector del taxi en Málaga se ha sumado desde ayer a la huelga indefinida convocada en otras grandes capitales, como Barcelona, Madrid, Valencia o Alicante, para exigir una mayor regulación que limite la actividad de los vehículos de alquiler con conductor (VTC) que prestan servicio a través de plataformas como Cabify o Uber. En esta ocasión, la llama ha prendido por la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de suspender una normativa aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona para limitar la actividad de estos competidores del taxi.
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Medio millar de taxistas se reunieron a primera hora de la mañana en el Palacio de Ferias para votar la puesta en marcha de la protesta, menos virulenta que la activada en otros territorios. Así, se acordó que no afectará a los turnos establecidos para el aeropuerto y que los servicios mínimos serán del 50%.
En la asamblea participaron representantes de las asociaciones de taxistas Aumat, Taxi-Unión, Amat, Amata y Élite Taxi Costa del Sol, quienes transmitieron al auditorio la premisa de no afectar al aeropuerto por el grave perjuicio que podría suponer para el turismo en este momento del año. «Es inasumible pararlo, aquí no tenemos las infraestructuras que tienen Madrid y Barcelona para evacuar pasajeros», dijo Juan González, vicepresidente de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (AUMAT), quien expuso a los taxistas participantes en la asamblea dos opciones de servicios mínimos: la del 50% y la de tres números, que supondría establecer unos mínimos del 33%.
Finalmente, se aprobó por mayoría la opción del 50% que implica que, de las 1.432 licencias que existen en la capital, solo trabajarían 716, de las que unas doscientas prestarían sus servicios en el aeropuerto, por lo que Málaga se quedaría con medio millar de taxis. Ayer trabajaron las licencias pares, hoy lo harán las impares, y así sucesivamente en los próximos días, mientras se mantenga la protesta. Los relevos se realizarán con un solape entre las cinco y las seis de la mañana. En total, la capital y la Costa del Sol suman unas 2.600 licencias.
Frente a la postura de los taxistas se encuentra la de los trabajadores de los VTC, representados por la asociación Unauto, desde la que manifestaron que les resulta «inaceptable que se secuestre a la ciudadanía y a las administraciones públicas» mediante una huelga. Para Unauto la situación actual supone una «captura regulatoria» en la que las instituciones no tienen capacidad de movimiento para modificar la normativa porque el sector del taxi está fuertemente estructurado y su protesta es capaz de paralizar una ciudad entera.
«Es el caos o lo que diga el sector del taxi, están bloqueando las ciudades. ¿Qué capacidad tiene ahora mismo el Gobierno para decirles que lo que tienen que hacer es competir, usar aplicaciones móviles para la gestión del taxi y renovar sus herramientas de trabajo? Se está secuestrando a la ciudadanía», apuntaron fuentes de Unauto que remarcaron que «la competencia es sana» y está permitida por la ley. «Si las comunidades autónomas no ponen freno a este tipo de chantajes, siempre será lo que el taxi diga, que es lo que viene pasando en los últimos años, y mientras tanto nosotros aguantando oleadas de violencia», comentaron.
Las fuentes admitieron que temen que, si no se da respuesta a las reivindicaciones de los taxistas desde el Gobierno, se repetirán en Málaga «las agresiones a compañeros que ya se vivieron con la huelga del año pasado, que fue un infierno y que acabó con 15 taxistas detenidos».
Al finalizar la asamblea, en la que se hicieron notar las posturas de algunos taxistas que pedían una protesta más dura de la que finalmente se ha aplicado, se pidió que se sea especialmente cuidadoso en no dejar de prestar servicio a personas con movilidad reducida o enfermas, que necesiten desplazamiento a algún centro sanitario.
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José Royón, presidente de Aumat, confía en que las reuniones que mantendrá desde hoy el Ministerio de Fomento con las asociaciones nacionales del sector del taxi y de los VTC sirvan para arrojar una solución que satisfaga las aspiraciones de los taxistas, que quieren que se cumpla la proporción establecida legalmente de una licencia de VTC por cada 30 de taxis. «Estas empresas hablan de una competencia legal cuando no es así. Un taxi está muy regulado, y una VTC tiene movimiento a nivel nacional, puede ir a recoger donde le apetezca», dijo Royón. «Hemos intentado aglutinarnos todos, junto con los compañeros de la Costa, para ir todos a una, en vez de que cada municipio decida una cosa distinta», precisó el presidente de Aumat respecto al carácter provincial de la protesta.
Sebastián Cortés, presidente de Taxi Unión Málaga, resaltó que los taxistas están «defendiendo su trabajo» al apoyar con esta huelga las movilizaciones surgidas en Barcelona. «Queremos que se controle ese volumen tan desmesurado de vehículos con conductor que nos está haciendo tantísimo daño», apuntó Cortés. Para ello, reclamó una nueva regulación de los VTC que ajuste su número a la demanda real de este tipo de vehículos. Sobre si reducirían los servicios mínimos a medida que avance la huelga, el presidente de Taxi Unión apuntó que, por ahora, se ha aprobado mantenerlos al 50% porque «tenemos que defender también a los clientes de los que dependemos y no queremos hacer un colapso como se hizo el año pasado», en alusión a la huelga que hubo en plena feria. Eso sí, apuntó que los taxistas que paren protagonizarán concentraciones ante sedes de los ayuntamientos y de la Junta.
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Por su parte, Guillermo Díaz, presidente Élite Taxi Costa del Sol, señaló que acata lo que ha aprobado la mayoría del sector, pero opinó que se debería haber dado «un paso más». «Siendo la capital más afectada, en la que existe una mayor proporción de VTC respecto a los taxis, pienso que deberíamos haber ido a unos servicios mínimos del 33% en esta huelga», remarcó Díaz quien, no obstante, sí comparte de la decisión de que los paros no afecten al aeropuerto.
«Pedimos disculpas a los ciudadanos pero nos hemos visto en la situación de tener que hace esto», declaró Miguel Martín, presidente de la Asociación Malagueña de Autónomos del Taxi (Amat), quien admitió que, aunque la huelga no es la medida que querían, finalmente han tenido que aceptarla porque así lo ha decidido mayoritariamente el sector. «Esperemos que se solucione todo pronto y sobre todo que no haya violencia, eso se ha dejado claro», agregó.
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La huelga de los taxistas ha puesto en alerta a los empresarios de la hostelería y de los establecimientos hoteleros de la capital y de la Costa del Sol, que confían en que no se repitan las consecuencias del paro del año pasado. «Aquello tuvo un efecto nefasto, tuvimos clientes que se vieron obligados a dormir en el aeropuerto, y eso no se puede consentir en un destino de calidad», dijo Luis Callejón, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS). Callejón valoró el «esfuerzo» que han hecho los taxistas al no extender los paros al aeropuerto, pero mostró su rechazo a la protesta. «Eso es de agradecer, pero no compartimos una huelga de estas características, debería haber otras fórmulas, el diálogo es la mejor de las soluciones», insistió.
En el mismo sentido, el presidente de la asociación de hosteleros de Málaga (Mahos), Javier Frutos, argumentó que el efecto de un paro de los taxistas, aunque sea al 50%, «hace daño», por lo que pidió a las administraciones públicas implicadas en el asunto que «solucionen cuanto antes» el conflicto suscitado porque una huelga de este tipo «es un palo muy gordo para la imagen de la capital malagueña y de la Costa del Sol».
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En el ámbito político, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, pidió a los taxistas «responsabilidad» y les recordó «la importancia enorme y crucial que tiene ese servicio público para todos los malagueños y para quienes nos visitan también, como turistas, en estos días que son de temporada alta». «Nos importa mucho que la imagen de Málaga sea buena y que la imagen del sector del taxi, como un servicio público, sea también la mejor posible», dijo. La concejala de Movilidad, Elvira Maeso, informó de que en los últimos días se han intensificado las inspecciones de la Policía Local a los VTC para comprobar que operan legalmente, para lo que ha formado especialmente a 523 agentes.
Asimismo, la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, reclamó a los taxistas que «entiendan el daño que en una zona turística como es la nuestra puede tener la huelga».
((Han colaborado Nieves Castro e Iván Gelibter))
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