TalentLab Málaga comienza su quinta edición con la selección de los 35 participantes finales

Un total de 60 jóvenes se concentran desde las nueve de la mañana en las instalaciones de 'The Green Lemon', uno de los espacios de trabajo de los que dispone el Málaga Tech Park. Varias meses circulares dividen la estancia y en cada una de ellas se sientan entre siete u ocho personas. Tienen en común que acaban de o están a punto de finalizar su formación universitaria. Están a las puertas de una etapa clave en su desarrollo personal y formativo: la búsqueda del primer empleo. Por ello han decidido inscribirse en TalentLab Málaga, el proyecto formativo de SUR.

Es ya la quinta edición y el pasado ha demostrado que ahora mismo es uno de los mejores puentes para transitar el camino de las aulas hacia las empresas. Las más punteras de la provincia participan y están dispuestas a dar oportunidades y a incorporar a talento malagueño. Este miércoles arrancó la primera criba con el objetivo de seleccionar los 35 mejores que participarán los 1,2 y 3 de abril en una formación con directivos y los mejores profesionales en recursos humanos.

Tres días que contarán con talleres y charlas dinámicas, y que acabarán con una selección de jóvenes que se incorporarán en las empresas para obtener la experiencia práctica sobre el mismo terreno. En esta edición de TalentLab Málaga, las empresas participantes son las siguientes: EY GDS Spain, IKEA, EMT, Sinerba, Leroy Merlin, Montosa y Saber Tech.

Además, TalentLab Málaga vuelve a contar con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga y la Diputación. El proceso de 'assesment', que comprende una selección final de los participantes que estarán en esta edición, lo realizará Betancourt. Los centros formadores son la Universidad Europea, ESIC-EIG, Esesa y Windup.

Lo de hoy ha sido una sucesión de test de habilidad para testar la capacidad de trabajar en equipo. Mañana se realizarán entrevistas personales a cada candidato para descifrar las cualidades de cada uno y ver si la formación académica también viene acompañada de la actitud. En los últimos años, ésta última ha sido el gran elemento diferenciador que estiman las empresas. Las pruebas que se desarrollan hoy son las mismas que utiliza Betancourt para la elección de altos directivos.

El primer reto plantea una descripción de un caso concreto y sitúa a los jóvenes ante la tarea de realizar un crucigrama a ciegas. El segundo es un ejercicio que simula la gestión de agua. Al final, se trata de retos que se dejan escalar a cualquier ámbito dentro de la empresa y permiten que los reclutadores detecten talento para resolver situaciones improvisadas. Cada ejercicio cuenta con una limitación de tiempo que hay que cumplir.

Los jóvenes que están aquí ven en TalentLab Málaga una oportunidad para entrar en contacto de manera directa con las empresas. Superar lo que a veces parece una barrera infranqueable y que cuesta derribar. El grupo de jóvenes es diverso en ambiciones y deseos. Algunos ven útil completar su formación con un máster, otros creen que no hay mejor máster posible que ponerse a trabajar cuanto antes. Ante todo, destaca la heterogeneidad.

Las anteriores ediciones han dejado ejemplos de efectividad. Seleccionados que completan el proceso de formación en TalentLab Málaga y luego realizan prácticas remuneradas en alguna de las empresas que participan. Algunos, que después de las prácticas pasan a ser contratados de manera indefinida.

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