Todas las prisiones que dependen del Ministerio del Interior acaban de adoptar una serie de medidas excepcionales para evitar contagios de coronavirus Covid-19 en la población reclusa y entre los funcionarios. Según un comunicado interno al que ha tenido acceso este periódico, confirmado por los principales sindicatos del sector y posteriormente por Instituciones Penitenciarias, desde este jueves los centros penitenciarios reducen al máximo los contactos de los internos con el exterior, suprimiendo los encuentros vis a vis y suspendiendo las visitas de convivencia familiar, entre otras restricciones. La medida afecta a más de 50.000 internos y 23.000 funcionarios.
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Esta determinación se aplicó hace dos días en los centros de las zonas más afectadas por la pandemia (Madrid y País Vasco), mientras que en el resto de prisiones se aplicaron otras medidas menos restrictivas, como la limitación de los traslados de internos. El protocolo más restrictivo se amplió al día siguiente (el miércoles) a las dos cárceles de Ocaña (Toledo), y ahora se hace efectivo en todo el territorio nacional, incluyendo los dos centros penitenciarios de Málaga (Alhaurín de la Torre y Archidona).
La medida principal de este plan de contingencia generalizado está en la suspensión de los contactos directos con personas del exterior. Además de suspender las visitas conyugales y de convivencia con familiares, también se han anulado las entradas a las cárceles por parte de alumnos, profesores e investigadores autorizados, además de impedir el acceso del personal de atención y voluntarios de asociaciones que organizan actividades con los internos. Las salidas programadas ya autorizadas también quedan en suspenso.
Todas estas medidas se aplicarán durante 14 días hasta que la situación sea evaluada de nuevo. Para paliar las consecuencias de la falta de comunicación de los internos, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha ampliado de diez a quince las llamadas semanales que pueden realizar, aunque en algunos centros del país ya se han producido protestas ante la aplicación de estas medidas, que son comunicadas por la dirección de cada centro mediante los tablones de anuncios de cada módulo.
Además de la suspensión del contacto con el exterior, también se van a tomar medidas para los reclusos que llegan a un centro por primera vez. Estas personas permanecerán en el departamento de ingresos durante 14 días, en una celda individual, salvo otro criterio indicado por los servicios médicos del centro. Así se expone un anexo adjunto a las comunicaciones sobre las restricciones. Además, en el módulo de ingresos «e habilitará o reservará una zona exclusivamente para este fin, y se trabajará para evitar que los recién llegados mantengan cualquier tipo de contacto con el resto de internos.
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En la prisión de Alhaurín de la Torre hubo dos internos que presentaban sintomatología compatible con el cuadro médico del coronavirus. Los dos casos fueron descartados, aunque supuso un importante revuelo en el interior de la penitenciaría, según fuentes consultadas por este diario. Además, en este centro, un preso ha solicitado la suspensión de su pena por ser considerado población de riesgo del Covid-19, ya que sufre de neumotórax y un contagio podría suponerle la muerte, según varios informes médicos. De momento el juez que lleva la causa le ha denegado la libertad condicional.
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