Soledad Ruiz, secretaria general de UGT en Málaga, en la sede del sindicato. Isidro González
La Granizada

Soledad Ruiz: «Los sindicalistas tienen doble jornada laboral y las mujeres, triple»

Secretaria provincial de UGT ·

No se irá de vacaciones hasta septiembre, porque la temporada alta del turismo manda también en su calendario, aunque aprovechará la jornada intensiva de que disfruta estas semanas para leer, ir a conciertos y a la playa

Sábado, 20 de julio 2024, 00:18

Soledad Ruiz, secretaria provincial de UGT, esperará a septiembre para irse de vacaciones. En verano el sindicato tiene mucho trabajo en Málaga, como corresponde a un territorio con el turismo como motor económico esencial. Pero estas semanas, esta «deportista de élite del mando a distancia» ... también buscará tiempo para ver los Juegos Olímpicos, leer a Zadie Smith y escaparse a conciertos.

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–Hablemos de vacaciones pagadas con una sindicalista.

–Son un logro de UGT –aunque entonces también estaba la CNT–. Fue muy importante para nosotros, sobre todo la huelga de 1917, en que se planteó la jornada de ocho horas, luego el derecho a las vacaciones y otros que aún hoy no tienen otros países. En EEUU no hay derecho a treinta días de vacaciones: la mayoría de empresas en las que hay acuerdos de este tipo tienen sólo una semana. Damos por hecho que los derechos están ahí, que nos los da el Estado, pero realmente los hemos conquistado los trabajadores a través de las organizaciones sindicales, con negociación y con presión.

–¿Ven en riesgo el derecho a las vacaciones pagadas?

–El derecho en sí al descanso de todos los trabajadores no está en riesgo. Otra cosa es que estamos trabajando para que se cumpla la llamada 'Ley Rider': en Málaga hay muchos falsos autónomos que en realidad trabajan para una empresa concreta de la construcción o de los servicios. Primero tratamos de negociar con las empresas en cuestión y después nos vamos a la ley, al Estatuto de los Trabajadores y a la Inspección de Trabajo.

–En otros países, en EE UU, sólo los afiliados se benefician de los logros de su sindicato.

–Aquí nos critican muchísimo, pero todos los trabajadores se benefician de los acuerdos. La Constitución colocó a los sindicatos –y a los empresarios– como uno de los ejes de la democracia y al diálogo social, por encima de las relaciones individuales. Los Presupuestos compensan a sindicatos y organizaciones empresariales por que lo que negociemos beneficie a todo el mundo. Eso para nosotros es absolutamente deficitario: no contamos con los medios suficientes para tener técnicos especializados en cada una de las materias en que se juega el futuro de los trabajadores. Por eso pedimos una subida de esas partidas presupuestarias para tener personal cualificado que nos asesore o, en caso contrario, que hagamos convenios de eficacia limitada, es decir, que sólo los afiliados se beneficien de lo que se negocie. Pero la UGT tiene un modelo de sindicato según el que buscamos los mejores acuerdos para todos los trabajadores.

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«Ha habido mucha gente interesada en quitarle fuerza a los sindicatos. Que si 'comegambas', que si llevas un reloj 'noséqué'. Pero tenemos derecho al disfrute, al ocio, a la conciliación, a ir a la playa, a bailar en una caseta de feria...»

–Se pone bajo la lupa el estilo de vida de los sindicalistas todo el año, pero más en verano.

–Ha habido mucha gente interesada en quitarle fuerza a los sindicatos. Que si 'comegambas', que si llevas un reloj 'noséqué'. Es que nosotros tenemos nuestro propio trabajo. Yo soy funcionaria del Servicio Público de Empleo Estatal y tengo derecho a comprarme lo que me dé la gana, como cualquier trabajador, dentro de mi modesto salario. Somos casi un millón de personas afiliadas. El trabajo de algunas no se ve porque realizan su labor sindical en su empresa. Y hay de todo: profesores de universidad, gente que trabaja en la obra y en la dependencia. Nos quieren quitar fuerza porque, lógicamente, somos molestos, tenemos que serlo: queremos más derechos y defender a los trabajadores. Pero tenemos el derecho al disfrute, al ocio, a la conciliación, a ir a la playa, a bailar en una caseta de feria...

–Tienen su trabajo y una responsabilidad adicional.

–El WhatsApp nos tiene implicados todo el día: nos mandan consultas a cualquier hora –hay turnos y gente que trabaja de noche– y hay cuestiones urgentes que hay que atender rápido. Esa parte del compromiso del sindicalista no se ve. En general, no sabemos vender lo que hacemos: se hace un gran trabajo en muchas empresas y yo insisto en que se suba a Twitter para que se conozca. Estoy muy empeñada en la digitalización.

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–La digitalización permite el teletrabajo, lo que no favorece al sindicato, quizás...

–Abunda en la individualización. Por eso creo que tenemos que espabilar en los Face Time, en videoconferencias rápidas, en conversaciones con cámara... Pero esto requiere mucha formación.

–Tal y como plantea el trabajo de un sindicalista... la suya es una doble jornada.

–Doble y hasta triple: las mujeres tenemos triple jornada. Por eso vemos menos mujeres en el sindicalismo, porque implica tiempo para reuniones y desplazarte a veces para asumir responsabilidades: yo estuve nueve años en la dirección nacional; era muy joven, mi pareja también era sindicalista y no tuvimos problema; pero no siempre sucede esto.

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Soledad Ruiz, secretaria provincial de UGT, en su despacho. Isidro González

–En la foto del sindicalismo andaluz ya hay muchas mujeres.

–Aquí las mujeres hemos sido muy activas. Yo no soy la primera secretaria general en Andalucía. Aquí no ha habido problemas. En otros lugares, sí, quizás porque el sector mayoritario a lo mejor era el industrial, donde hay menos mujeres. Pero el salto lo dimos con las cuotas: incluimos una recomendación en los estatutos para que la participación de las mujeres se ajustara en los sectores en los que fuéramos mayoritarias para que la fotografía fuera lo más fiel posible a quienes representábamos. Aunque la recomendación tuvo que devenir obligación y ahora aplicamos la paridad con una horquilla 60-40, para que la dirección represente lo que somos.

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–Verano, olas de calor cada vez más largas e intensas. ¿Qué puede hacer el sindicalismo?

–Aparte de la formación, de las nuevas equipaciones, tendremos que implicarnos todos, cambiar costumbres, porque habremos de readaptar horarios y formas de trabajar.

–Hablemos de sus vacaciones. Estarán cerca ya...

–En julio y agosto no me tomo vacaciones porque aquí es cuando más trabajo hay, dado el sector que constituye el motor de nuestra economía. Me suelo ir en septiembre.

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–Ya con los deberes hechos.

–Bueno, estos meses también hago un poco de 'Rincón Beach', de leer, de ir a conciertos, estar en familia... Se trata de hacer algo diferente, como es ir por la tarde a la playa después de trabajar.

–Hacen jornada intensiva.

–Sí, los trabajadores –aquí en UGT también hay trabajadores– lo tienen en su convenio.

–Y también tienen comité de empresa, supongo.

–Sí. Y dan caña.

–¿Qué hará en vacaciones?

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–Mi hermana me ha enredado y nos vamos con unos amigos a Tailandia. Aunque me da miedo el avión, me gusta mucho viajar.

–¿Qué otras aficiones tiene para el verano?

–Leo muchísimo. Y este verano estoy encantada por los Juegos Olímpicos: soy deportista de élite con el mando a distancia. Soy muy aficionada al baloncesto: cuando era jovencita lo practicaba, estaba federada. Y siempre pillo algún concierto también, por ejemplo a Starlite.

–¿De qué tipo de música?

–Pues me escapo a conciertos y si me preguntas qué artistas me hacen moverme al extranjero, pues me he movido por Madonna o por Laura Pergolizzi. Me gusta mucho el jazz. Y el pop también: fui a ver a Jennifer López cuando vino a Fuengirola.

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–¿Y qué tipo de libros lee?

–Ahora empieza mi época fuerte y leo compulsivamente. Ahora estoy con 'El cazador de autógrafos', de Zadie Smith. Y en perspectiva tengo la recopilación de artículos de prensa de Carmen Laforet y también tengo algunas cosas pendientes de Stefan Zweig.

«Quien está aquí se ha apuntado porque le gusta la forma de actuar del sindicato, no por su ideario. No nos importa a quien votes, lo que queremos es resolver tus problemas»

–¿Se puede ser sindicalista y ser de derechas?

–Claro. Si no, no le cuadrarían a Juanma Moreno los números. Quien está aquí se ha apuntado porque le gusta la forma de actuar del sindicato, no por su ideario. No nos importa a quien votes, lo que queremos es resolver tus problemas. Aunque siempre decimos cuando algo no nos gusta o los peligros a los que asistimos en la sanidad, en la educación o con los recortes en la universidad.

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–¿Cómo ve Málaga?

–No es lo mismo la del interior que la de la costa. Hay que poner servicios básicos por lo menos en las cabeceras de comarca para que no haya un desplazamiento mayor de población a las costas. Y también hay que plantear un equilibrio con el turismo rural para mantener a los pueblos con oferta gastronómica y cultural, porque se ha vendido la marca Málaga, se ha hecho bien, pero no se ha de ceñir sólo a la capital. Ahora estamos con lo de la Málaga cinco estrellas; pero eso no se consigue con hoteles, sino que empieza con que sus ciudadanos sean cinco estrellas :si quieres una Málaga de alto nivel, tienes que dar buenos servicios a los ciudadanos, limpieza viaria y educación. Si no, habrá una Málaga dividida en dos bloques, de ricos y pobres. Y una cosa más: el puerto no puede ser sólo un parque temático; hemos confundido abrir una zona portuaria a la ciudad con su actividad económica, que no está produciendo lo que debiera.

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