Ángela Rodríguez estuvo hace unos días en Málaga para participar en un debate sobre la prostitución. Francisco hinojosa

Ángela Rodríguez: «Hay niños que se quieren cortar sus genitales porque no se les reconoce como las personas que son»

La secretaria de Estado de Igualdad critica a parte del feminismo por su postura contraria a la 'ley Trans' y matiza el concepto de abolición de la prostitución

Sábado, 9 de abril 2022, 01:33

Ángela Rodríguez (Pontevedra, 1989) es la secretaria de Estado de Igualdad, un puesto desde el que intenta aplicar todo el activismo y la formación con ... la que cuenta. Lejos de utilizar un lenguaje políticamente correcto, se desenvuelve con firmeza y pragmatismo. A pesar de ser licenciada en Filosofía, defiende los ejemplos prácticos y huye de los debates teóricos en asuntos como la prostitución o la 'ley Trans'.

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Cada vez que se habla de bajar impuestos (y últimamente se habla mucho) aparecen los 23.000 millones del Ministerio de Igualdad. Hay gente que dice que es un gasto excesivo e innecesario. ¿Por qué cree que no lo es?

Es una falacia. Lo primero es que son 20.000 millones de euros en cuatro años. Esto quiere decir que son 5.000 por año. Hay quienes piensan que esta cantidad es muy elevada, pero lo cierto es que no es tanto, no llega ni al 2 por ciento del presupuesto de los ministerios. ¿En qué nos vamos a gastar este dinero? En cosas tan importantes como los permisos. Si un padre o una madre tienen un niño enfermo de cáncer y se quieren coger un permiso para cuidar a ese niño, eso le cuesta al Estado 13.000 euros al año. ¿Es algo positivo? ¿Nos parece bien que unos padres con un niño enfermo puedan cogerse un permiso para cuidarle? Yo creo que sí. ¿Nos parece bien que una mujer con un embarazo complicado pueda cogerse una baja? Sí. Estas cosas cuestan dinero al Estado y a todos los ciudadanos. Ahí están los 5.000 millones.

¿Y no les preocupa que en la ciudadanía esté calando el mensaje de que son 20.000 millones para campañas de autopromoción?

Bueno, es que son mensajes interesados por parte de la extrema derecha. Saben que les sienta bien electoralmente pelear para que las mujeres no tengamos derechos. De hecho, hay muchos más hombres votándoles que mujeres. Los machistas son fundamentalmente quienes votan a la extrema derecha, y por tanto a quienes les interesa lanzar estas campañas. Claro que eso cala en la sociedad, y es muy preocupante. Y no es una cuestión de derecha o izquierda, sino de machismo o democracia.

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En 2018 hubo una movilización histórica el 8M, pero este año el movimiento feminista ha ido dividido. ¿Le preocupa?

Siempre ha habido muchas manifestaciones. El movimiento feminista ha crecido tanto que hay múltiples maneras de expresar el feminismo, de la misma manera que cada partido de izquierdas tiene una manera de expresar su ideología. Yo pienso que sí hay una unidad de acción, en lo fundamental estamos juntas.

Es cierto que también hay elementos positivos. Por ejemplo, en el caso de los vientres de alquiler se ha alcanzado más o menos un consenso para rechazarlo.

Totalmente.

Pero también hay dos asuntos en los que no hay un 'acuerdo', por así decirlo. Hace unos meses el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, usó la palabra 'abolición' para referirse al futuro de la prostitución. Que se acabaría en un año. Sin embargo, algunas voces dentro del Ministerio de Igualdad han matizado esas palabras.

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Lo que creo es que hemos sido más realistas. Me encantaría pensar que tenemos la capacidad de abolir la prostitución.

¿No tienen la capacidad de hacerlo?

¿Qué significa abolir la prostitución?

Ustedes sabrán. Por ejemplo, cerrar los prostíbulos.

Vale. El Ministerio de Igualdad mandó una carta a todos las comunidades durante la pandemia en la que pedíamos que se cerraran. No se cerró ni uno. Lo que ocurre es que hay impunidad absoluta con la industria proxeneta, y eso pasa por hacer cambios en el código penal. Eso es lo que hemos planteado en la ley de libertad sexual, que la tercería locativa sea un delito, que los propietarios de empresas que se lucran con esta actividad vayan a la cárcel. Y también nos preocupa en qué lugar van a quedar las víctimas, porque cuando hablamos de cerrar los prostíbulos muchas de estas mujeres nos preguntaban que dónde iban a ir. Habrá que hacer un plan de inserción que incluya vivienda, trabajo y una recuperación del daño sufrido, porque le recuerdo que son víctimas de la violencia.

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Hablamos de lo práctico, y me parece bien. Pero me gustaría profundizar también en el apartado filosófico. En eso que siempre se comenta en la calle de 'si una mujer quiere dedicarse a esto, por qué no va a poder'.

Yo soy licenciada en Filosofía, pero ahora soy secretaria de Estado. Y aunque me encantan los debates filosóficos, mi obligación es salir de ahí y hablar de las políticas públicas. Si hay una mujer que considera que quiere tener relaciones sexuales a cambio de dinero, no seré yo quien le diga que no lo puede hacer. Ahora bien, a todas aquellas que lo hacen en contra de su voluntad -que son la mayoría- las tenemos que ayudar. Esto no es un debate sobre la voluntad, sino sobre las condiciones materiales de las mujeres.

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En definitiva, que va a pasar el año y la abolición no ha llegado.

Tic-tac.

El otro tema que está sobre la mesa es la 'ley Trans'. Desde que se presentó el proyecto ha pasado un año, y de momento nada.

Sí, lo que sucede es que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tiene cosas más importantes que hacer que opinar sobre los derechos de las mujeres. No es ninguna novedad que el poder judicial en España sea machista. Les hemos requerido el informe a la mayor brevedad posible, esperemos que cuanto antes lo emitan.

¿Cree que hay voluntad real del PSOE de aprobar esta ley?

La sorpresa sería lo contrario, lo llevan en su programa electoral.

Dentro del movimiento feminista hay una división absoluta. ¿No se ha ido todo un poco de madre?

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Absolutamente. Como mujer bisexual me duele enormemente que feministas piensen que las personas LGTBI no tenemos que tener derechos. Como mujer feminista que convive con otra mujer (y que me he atrevido a hacerlo público) voy a defender siempre los derechos LGTBI, porque eso es feminismo. Y me encantaría que cuando se habla de cuáles con las políticas feministas que pone en marcha este Gobierno, las preguntas no fueran siempre si el movimiento feminista tiene discrepancias. Siempre las ha tenido, pero hay un montón de cuestiones en las que estamos de acuerdo. De eso nadie me habla nunca.

Bueno, yo sí le he preguntado por otros asuntos. Lo que me parece llamativo es que aliadas tradicionales se estén diciendo barbaridades entre ellas. Unas porque consideran a las mujeres trans una ficción, y las otras porque ante cualquier duda sobre esta legislación usan la palabra transfobia con mucha rapidez. Es muy difícil hablar de esto públicamente.

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Haríamos bien en recuperar la capacidad para debatir, y no solo dentro del feminismo. Nosotras siempre hemos aportado grises y matices, y debe volver a ser así. Yo he debatido muchísimo sobre este asunto.

¿Con Carmen Calvo?

Por ejemplo. De hecho creo que su equipo tenía ciertas posiciones ideológicas en las que… bueno, hubo mucho debate, buena parte de él muy sensato. Ahora bien, creo que se llegaron a posiciones muy surrealistas, sobre todo porque fue el PSOE el que hizo esa misma propuesta en 2019. ¿Estamos debatiendo sobre la 'ley Trans' o sobre el poder dentro del feminismo más institucional? Lo que más me importa a mí es que las personas LGTBI tengan vidas dignas, y para muchos no es así. Hay chavales que sufren acoso en el colegio por ser maricones y hay personas trans que viven en una situación de precariedad terrible. Eso es lo que me preocupa, y no los debates teóricos.

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Además de la autodeterminación de género. ¿Qué cambia con esta nueva legislación?

Creo que hay que matizar que hay muchos bulos corriendo por ahí.

¿Cuáles?

Con esta ley decimos que a las personas trans -que nacen trans, igual que los gays o las lesbianas que no son una elección- se les reconoce en el Registro Civil su realidad. Actualmente hacen falta dos años de hormonación y un informe que diga que esa persona está enferma. La OMS dice que ni la homosexualidad ni la transexualidad son enfermedades, son condiciones de los seres humanos, como la heterosexualidad. El resto de cuestiones son bulos. Decir que las personas trans van a violar a las mujeres en los baños es una indecencia. Afirmar que los hombres se van a cambiar a mujeres para librarse de la ley de violencia de género es ignorancia, porque no funciona así la ley. En vez de intentar pensar que hay fraudes, habría que haber escuchado al colectivo, y no debatir sobre sus derechos como si fueran plantas. Mire, yo entiendo las dudas, pero hagamos el esfuerzo de escucharles. Hay niños que se quieren cortar sus genitales porque no se les reconoce como las personas que son.

Hay gente que está muy a favor de esta legislación, pero que a su vez alberga dudas con el tema del deporte. Ahí está el caso de Lia Thomas, la nadadora trans que está arrasando con sus rivales mujeres.

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Eso es otro bulo.

Bueno, que ella gana ahora en categoría femenina y que antes no lo hacía es una realidad.

Lo que digo es que la 'ley Trans' afirma lo mismo que el Comité Olímpico Internacional (COI). Si el COI cambia de opinión, evidentemente el Gobierno de España apoyará lo que dice el organismo, que para eso son los expertos en la materia. Durante un tiempo señalaban que lo sensato era hacer pruebas de hormonas, ahora ya no. En el caso de esta nadadora es importante tener presente lo siguiente: ¿qué es lo que nos molesta de que una persona trans gane? Porque cuando pierden nadie habla de ellas, y hay muchas que pierden. Ella ha pasado las mismas pruebas que el resto y fueron sus compañeras las mismas que la apoyaron. Detrás de esto siempre hay prejuicios. Yo misma tengo algunos prejuicios que pueden ser racistas o incluso machistas. Nos tenemos que enfrentar a realidades a las que no nos habíamos enfrentado antes. Yo no criminalizo las dudas y pienso que la cultura de la cancelación es antidemocrática. Discutir está bien, pero tenemos que respetar los derechos, y esta mujer ha hecho lo que le permitía la legislación.

Yo no creo que nadie diga que haya hecho algo ilegal.

Pero entonces, ¿nos molesta porque gana? ¿qué esperamos de las personas trans? ¿que compitan pero sin ganar?

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