El saneamiento de las aguas residuales acabará este verano con los principales puntos negros

El saneamiento de las aguas residuales en la provincia acabará este verano con dos de los históricos puntos negros. Si todo marcha como hasta ahora, la esperada depuradora de Nerja entrará en fase de pruebas este mismo verano, previsiblemente hacia el mes de agosto, según los datos recabados por SUR.

Se pondrá fin así a una obra que fue declarada de interés general del Estado en 1993, esto es, hace 27 años, y tras un retraso de cuatro en los trabajos por problemas con una de las constructoras. Nerja es el principal municipio turístico de la Axarquía y el último de los núcleos costeros que vertía sus aguas al mar sin depurar. El pasado octubre ya se anunció que los trabajos pendientes durarían ocho meses, a los que habrá que sumar otros seis meses de pruebas, de manera que la planta entrará en funcionamiento a pleno rendimiento hacia principios de 2021. La financiación corre a cargo del Ministerio para la Transición Ecológica, al ser una obra declarada de Interés General del Estado.

Pero hay otro punto igual de negro y del que se habla menos. La depuradora del Bajo Guadalhorce, que agrupa los vertidos de municipios tan importantes como Álora, Coín y Pizarra, también dará el salto definitivo en las próximas semanas. El delegado de Agricultura y Desarrollo Sostenible, Fernando Fernández Tapia-Ruano, recuerda que desde el 8 de abril del año pasado la planta ya recibe las aguas fecales de Álora y Pizarra, aunque las lluvias torrenciales de octubre de 2018 causaron daños en el colector de Coín. El 4 de mayo se reactivaron las obras y, si no hay imprevistos, estarán terminadas en septiembre, con lo que quedará totalmente completada.

La Junta también está inmersa en la futura Edar Norte, que dará servicio a Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Cártama, Torremolinos y zonas de la capital, que ahora no están atendidas adecuadamente. Una vez que todos los ayuntamientos aprueben los convenios se licitarán las obras.