

Secciones
Servicios
Destacamos
Acostumbrados a los problemas de atascos relacionados con tuberías, un primer reflejo de aproximación al atoro del desagüe de la presa de Casasola puede tomarse ... a la ligera. Todo lo contrario: es un problema serio que compromete que la infraestructura funcione con garantías plenas y amenaza su vida útil. Y no es sencillo solucionarlo. Primero, porque es complicado dar con el punto. Segundo porque la visibilidad es ninguna dada la turbidez y la gran cantidad de sedimentos. Tercero, la tierra y fango compactados colmatan el embalse y no son fáciles de deshacer. En este contexto, la Consejería de Agricultura de la Junta ha activado un plan de obras de emergencia y de actuaciones a largo plazo en una estrategia múltiple por resolver el problema. Robots subacuáticos, los próximos en entrar en acción.
En concreto, este sistema se aplicará en los próximos días, según explicó el consejero Ramón Fernández Pacheco en el Parlamento andaluz. En su intervención, además de explicar el planteamiento técnico, subrayó que la presa nunca ha estado en riesgo de colapso, ni siquiera durante las horas críticas de la borrasca Laurence. Pese a todo, se hicieron desalojos preventivos porque la presa, al no poder evacuar de manera voluntaria, lo hacía por el primer aliviadero superior, el central; una especie de hendidura por la que el agua cae y resbala por el 'tobogán' al llegar a ese nivel.
Y es que el embalse, que lamina las avenidas del río Campanillas, afluente del Guadalhorce por la izquierda, sufre serios problemas de aterramiento. En el curso alto hay una fuerte erosión y no hay trampas de acarreo y otras medidas. Por eso, a largo plazo, la estrategia es ir preparando una actuación de corrección hidrológica. Ahora mismo, un tercio del embalse lleno son sedimentos. Son muchos millones de metros cúbicos de fango depositado. Y eso sólo se puede limpiar cuando baje el nivel y cuando se recupere el desagüe.
El fenómeno del aterramiento es muy común, en función del tipo de cuenca. En Málaga el menos problemático es el de La Concepción. Los demás, todos, en una medida u otra, dan quebraderos de cabeza. En todos, se hacen desembalses ordinarios y se siguen unos protocolos concretos, fijados en los planes de explotación y seguridad.
En resumen, tener los desagües bien ayuda a vaciar los embalses ante la previsión de trombas y, a su vez, mantiene en buen uso los elementos de las presas.
Según el consejero, en diciembre, tras las danas del otoño, se vio que la rejilla estaba atascada. Las bombas funcionaban pero había un atoro severo. Se pusieron en enero en marcha obras de emergencia con palas bivalvas, una maquinaria especial en alusión a la forma de su elemento de excavación. Pero sobrevino el segundo marzo más lluvioso de la serie histórica, con una secuencia, además, continua. Hubo que interrumpir los trabajos y, lógicamente, el problema se agravó.
La estrategia es seguir utilizando los sistemas de barrido de los fondos, tanto humanos como materiales. Hace falta hacerse una idea precisa del relieve del vaso. Los robots y las batimetrías son el método de elección. Pero al mismo tiempo hay que buscar una alternativa. Y esa es una tubería.
Las tomas para abastecimiento se encuentran a cierta altura (por debajo es lo que tradicionalmente se llama 'embalse muerto') para que el agua sea de la mayor calidad posible. Este sistema se va a conectar con los conductos de los desagües de fondo que están limpios y operativos. Serán 5 metros cúbicos por segundo con idea de rebajar 3 hectómetros cúbicos a la semana. Eso bajará el nivel y, a su vez, en una espiral virtuosa, facilitará el trabajo. La tubería nueva será permanente y estará lista la semana que viene.
En suma, se va con todos los recursos: dragados, batimetría de precisión con sonda multihaz, buzos, robots, grúas y una nueva salida para el agua. La misión de los robots, con cámaras incorporadas, es una inspección de los desagües y también desde el interior de los conductos de fondo.
Este jueves, el embalse todavía almacenaba 0,10 hectómetros cúbicos por encima de su capacidad teórica (21,72). Ha ido disminuyendo por efecto del alivio superior desde los 25 que llegó a registrar hace unos días. Está, por lo tanto, al 100,5%.
Respecto al río Campanillas, Fernández Pacheco, recordó que su encauzamiento está incluido en la planificación del Gobierno andaluz: «Vamos a hablar con todos los agentes implicados y con todas las administraciones».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.