Viajeros esperan la llegada de taxis a la parada de la estación de trenes. Ñito Salas

Retrasos puntuales y escasa incidencia en la primera jornada de protestas del taxi en Málaga

Los viajeros sólo sufrieron algunos problemas en la estación María Zambrano por la llegada simultánea de dos trenes

Juan Soto

Málaga

Lunes, 30 de julio 2018, 00:42

Mucho mejor de lo esperado. Las personas que tuvieron que desplazarse ayer por la ciudad apenas sufrieron problemas a consecuencia de la huelga indefinida de taxis que se había convocado a primera hora de la mañana. Las principales paradas de la capital, así como la estación de trenes María Zambrano estuvieron abastecidas durante la mayor parte del tiempo y sólo se registraron retrasos puntuales a mediodía por la llegada simultánea de varios trenes a la capital. A pesar de ello, los viajeros no tuvieron que esperar más de diez minutos en ningún caso.

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Aunque el servicio no se llegó a interrumpir en ningún momento, a los clientes que les tocó esperar la llegada de su transporte lamentaron que ellos siempre son la parte más débil. Fernando Ramírez, vecino de Burgos que llegaba a la capital procedente de Madrid para pasar una semana de vacaciones, se preguntaba de forma irónica si es que los taxistas no sabían que él sólo sale de viaje una vez al año para arruinarle el descanso. «Me parece muy bien que reivindiquen sus derechos, pero no fastidiando a los demás», dijo.

Cabify suspende las paradas del aeropuerto y Vialia

La plataforma de VTC Cabify ha decidido suspender de forma puntual las paradas del aeropuerto y de la estación de trenes María Zambrano (Vialia) por motivos de seguridad y hasta que se tranquilicen los ánimos. Desde la compañía explican que esta medida se toma «para garantizar la seguridad tanto de los viajeros como de los conductores» al comprobar los graves incidentes que se han producido en otras ciudades de España. Adelantan que estos dos puntos estarán inoperativos tanto para la salida como para la llegada «hasta que no se puedan garantizar las necesarias condiciones de seguridad».

Quienes sí trabajaron ayer en ambos puntos fueron los conductores de Uber aunque aseguraron hacerlo «muy estresados y sufriendo amenazas». Raúl, uno de los conductores que ayer acudió hasta la estación de trenes a recoger a un cliente afirmó que desde la pasada madrugada estaban siendo «acosados» por los taxistas y que incluso han sufrido daños por el lanzamiento de huevos contra los cristales. «Estamos asustados y queremos que todo el mundo sepa lo que estamos pasando», dijo.

En la misma línea, José María Carratalá, vecino de Madrid, se mostró molesto tras sufrir la huelga primero en su ciudad y después al llegar a Málaga. «No lo hemos usado nunca, pero a partir de ahora sólo usaré Uber y Cabify para desplazarme con mi familia», afirmó. «Estamos coaccionados por estos señores del taxi –añadió–; se han equivocado y hacen una huelga contra sus clientes».

En el tren posterior, el que llegaba procedente de Barcelona con apenas diez minutos de diferencia, viajaban Juan García y su mujer, una pareja que llegaba dispuesta a pasar dos meses en Almogía y se toparon con la huelga. «Nos hemos enterado cuando hemos salido del tren porque lo ha dicho una chica que iba hablando por teléfono», recordó antes de armarse de paciencia para esperar un taxi libre. Viendo las alternativas de transporte hasta su destino –el autobús no salía hasta las 19.00 horas– no les quedó más remedio que esperar bajo un sol de justicia. «Y espero que nos quieran llevar hasta nuestro destino», resumieron.

La tarde fue aún más tranquila. Tal y como pudo comprobar este periódico en diferentes horarios y lugares, los conductores disponibles fueron suficientes para atender la demanda de un domingo caluroso y en el que hubo una reducida demanda. Incluso en algunos barrios de la ciudad, como la zona de Carretera de Cádiz o Eugenio Gross, se podían localizar algunos coches circulando con la luz verde encendida.

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Un vehículo de Cabify pasa junto a la estación. Ñito Salas

Lo peor, se intuye, puede llegar a partir de hoy al tratarse de una jornada laborable. En este sentido, Jorge, uno de los taxistas que ayer trabajaba por el Centro, vaticinó: «Hoy está todo el mundo en la playa y la demanda es más baja; a partir de este lunes se puede notar algo más porque hay más gente en la calle y abren los centros de salud».

Turistas, en el Centro. Ñito Salas

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