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El día después de la Dana fue muy complicado para la movilidad de alta velocidad en Málaga. Renfe informaba a primera hora de la mañana de la restitución de los trayectos entre la capital de la Costa del Sol y Madrid y los primeros ... trenes programados pudieron efectuar su salida, aunque con la advertencia de tener que aminorar la velocidad de manera considerable en su paso por La Sagra, en la provincia de Toledo. El mal estado de las vías en este tramo fue el que provocó las numerosas cancelaciones del domingo. Horas más tarde, sin embargo, quedaba poco de esta aparente normalidad. Primero llegaron los retrasos y luego las cancelaciones y a las nueve de la tarde el caos y el malestar se habían apoderado de la estación de trenes María Zambrano.
Colas que iban desde la entrada hasta el control de seguridad que da paso a los andenes, gente tirada en el suelo, acumulación en los puestos de información de Renfe y de Iryo y constantes quejas sobre la falta de información o alternativas. «Teníamos el viaje a Madrid en el AVE de las 19:42 pero lo han cancelado», explicó Álvaro Menéndez a SUR mientras hacia cola frente a unas oficinas de atención al cliente colapsadas. El suyo no fue el único tren que se tuvo que cancelar. Al menos, dos más sucumbieron. El de las 18:55 y el de las 21:10.
No solo fueron las cancelaciones. Los afortunados que sí pudieron viajar después del mediodía tuvieron que aguantar retrasos de hasta cuatro horas. El AVE con salida prevista a las 14:55 lo hizo a las 19:45. La misma hora en la que abandonaron la estación María Zambrano los AVE de las 15:38 y 17:48. Las razones esgrimidas por Renfe no concretaban más allá de «afectaciones de servicio que se están produciendo a consecuencia del temporal». Numerosos usuarios se quejaron de que los teléfonos facilitados siempre estaban comunicando.
El trayecto de Madrid a Málaga también siguió salpicado y alterado por las fuertes lluvias del domingo. También se registraron demoras de más de cuatro horas, como fue el caso del AVE que iba a efectuar su llegada a las 15:08 y, finalmente, entró a las 19:54. El de las 20:00 lo hizo a las 22:11. Estos viajes se vieron afectados por el estado de las vías. Un ejemplo concreto lo ofrece el AVE que iba a salir de Atocha a las 14:00 y lo hizo, luego, a las 16:00. A la altura de Toledo, tuvo que parar y permanecer así durante una hora, según confirmó a SUR un viajero desde el interior del tren. Después de reanudar la marcha, la velocidad, en algunos tramos, no superaba los 54 km/h.
Los trenes operados por Iryo, asimismo, acumulaban grandes demoras y numerosos clientes de este operador también se agolpaban en la oficina de atención al cliente en busca de una reubicación. Renfe aseguró que los operarios de Adif están trabajando a destajo para recuperar la normalidad lo antes posible, con la «movilización de más de 1.000 trabajadores».
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