El pinsapar casi extinguido de Coín vuelve a la vida con una repoblación masiva

El rodal casi extinguido de pinsapos de la Sierra Negra de Coín vuelve a la vida. La Delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta, en colaboración con la cantera de dolomita de la compañía Prodomasa y el Ayuntamiento han emprendido la repoblación masiva de los terrenos, donde ya se ha cultivado una primera tanda de 400 plantones, y en el siguiente periodo propicio serán 800 más, además de los casi 3.000 puntos donde se están esparciendo semillas.

Este proyecto ha sido posible gracias a la iniciativa del Servicio de Gestión del Medio Natural, a través del Plan de Recuperación del Pinsapo, que propuso a los gestores de la cantera la repoblación con esta especie, dentro de las medidas compensatorias que tienen que aplicar en el medio natural por su actividad extractiva. El objetivo, según explica José López Quintanilla, coordinador de esta iniciativa, es «crear rodales lo suficientemente importantes como para que en el futuro sean estables y fértiles, que cuenten con ejemplares adultos que permitan la polinización cruzada», para que se vayan regenerando las laderas de forma natural.

«El principal objetivo de esta repoblación, es la supervivencia de este endemismo en la Sierra de Coín, y volver a darle el sitio que perdió en esta localidad», añade el técnico autonómico. En la actualidad, queda un único individuo en el monte público, ya que otro pinsapo, situado en una cañada próxima, se perdió en el incendio de Barranco Blanco (entre Coín y Marbella) de agosto de 2012. Existen dos más en una finca particular cercana, además de un bosquete cercano en la vecina Monda, también en terrenos privados. Se trata del núcleo de pinsapos naturales que están situados más al Este de las masas principales de la Sierra de las Nieves, por lo que esta actuación pretende asegurar dicho núcleo y densificarlo para conseguir que se conviertan en rodales diseminadores; y al mismo tiempo trabajar en su conectividad con las masas madres de Sierra Canucha y las Nieves.

Se han establecido cuatro rodales de repoblación entre los 720 y los 1000 metros de altitud, lo que engloba a las dos localizaciones existentes, y se ha buscado las zonas con mejor suelo, dentro de las zonas más optimas según las conclusiones del Modelo de Incidencia Solar, una herramienta de geolocalización que permite acotar las zonas óptimas para la especie. Se ha terminado la plantación de la primera fase, con 400 plantas, y ahora se está desarrollando el semillado completo de las 2.800 casillas dentro de las aulagas, para que les sirvan de protección natural a los pinsapos que consigan germinar y sobrevivir los primeros diez años.

Posteriormente, la actuación seguirá con la colocación de protectores captanieblas a las plantas de esta primera fase. En noviembre se procederá con la plantación del resto de plantas, que son 800. «El objetivo de diversificar la plantación en dos fases es para buscar el mayor índice de arraigo, disminuyendo los riesgos en previsión de altas temperaturas y de la disminución de precipitación y nieblas durante la época estival». Se han colocado plántulas de 9 y 2 savias de edad.

«Es un proyecto arriesgado, ya que se trata de una repoblación sobre peridotitas que reúnen cualidades muy restrictivas para el desarrollo de la vegetación, debido entre otros a su alta pedregosidad y presencia de metales pesados, de ahí que hayamos optado por esa diversificación, tanto en el tiempo como en el espacio y en las características del material vegetal que se emplea (semillas y plantas)», añade López Quitanilla, quien tiene palabras de reconocimiento hacia el «equipo humano excelente» de la empresa Agroforestal Mediano, que se ha hecho cargo de los trabajos; así como del equipo técnico del Plan de Recuperación del Pinsapo, de los Agentes de Medio Ambiente de la zona y la disponibilidad de semillas y plántulas de buena calidad, procedentes de los viveros de la Consejería y de la Cruz Roja, dentro del proyecto Resurge Sierra de las Nieves.

«Esta semana he recibido la noticia de que han visto plántulas vivas de pinsapo procedentes de la reforestación realizada en 2014, con las medidas de emergencia desarrolladas para la restauración del incendio de 2012, lo que me ofrece bastantes esperanzas de conseguir el objetivo de la restauración del rodal casi extinto de la Sierra Negra de Coín», anuncia, y añade: «Deseo y espero, poder ver los resultados en los próximos diez años».

Una repoblación forestal similar ya se realizó anteriormente con éxito en el rodal natural situado más al norte, en la Sierra de Caparaín de Carratraca, que desapareció por completo en un incendio ocurrido en 1931, como detalló el botánico e ingeniero de montes Luis Ceballos en su libro Vegetación y Flora Forestal de la Provincia de Málaga (1933).