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Visto los últimos acontecimientos en perspectiva, queda claro que la economía se parece mucho a un dominó. Una ficha cae y tira a la siguiente. En el caso de los rent a car en Málaga, la ficha que se ha tambaleado y ha conseguido que ... suene la alarma en el sector es la crisis de los microchips, que está provocando un cuello de botella en las cadenas de montaje de los fabricantes de automóviles. Un contexto que ha tenido un impacto directo en el rent a car en Málaga, que ya se deja medir. En 2022 se han matriculado un 50,7% de vehículos dedicados al alquiler menos que en 2021, pasando de 5.036 a 2.482. Actualmente, la flota de rent a car en la provincia ronda los 40.000 coches y, con el turismo otra vez en auge tras la pandemia, existe el temor fundamentado de no poder atender la demanda. Sobre todo, a partir de Semana Santa, cuando empiecen a llegar los turistas de manera masiva.
Las cifras que dibujan una sangría del rent a car en Málaga las acaba de publicar la Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos (FENEVAL), con datos para todas las provincias andaluzas. A nivel regional, el rent a car ha cerrado el año 2022 con un total de 3.527 vehículos matriculados, lo que supone una caída del 40% respecto a 2021. El presidente de FENEVAL, Juan Luis Barahona, ha pedido recientemente al Ministerio de Industria, Comercio y Cultura que el 20% del total de vehículos nuevos en España se reserven para el rent a car. «Es la manera de garantizar la demanda, ante la previsión de cifras récord de turistas que se trasladan para este 2023», señala. Por ahora, la petición no ha recibido respuesta. Los datos facilitados por FENEVAL sirven, además, para constatar la importancia que tiene Málaga para el rent a car en Andalucía, con una cuota del 70,3%.
De hecho, de los 3.527 vehículos matriculados en 2022, un total de 2.482, se han registrado en la provincia. Le siguen Sevilla, con 575 matriculaciones nuevas y Granada, con 125. Jaén cierra el ranking andaluz, con solo 33 vehículos matriculados para el rent a car. Ana María García es la presidenta de la Asociación de Empresarios de Servicio de Vehículos en Alquiler (AESVA) y conoce al sector en Málaga. «Apenas hemos podido comprar coches nuevos», lamenta. Por ahora, los vehículos de ocasión o de importación estarían ejerciendo de tabla de salvación. Aunque, según avisa, esta tabla es insuficiente como para dotar de coches suficientes a unas empresas que, si se cumplen las previsiones turísticas para el 2023, ya vaticinan que no podrán dar servicio a todo el que quiera un coche de alquiler. «Algo que perjudicará al destino Costa del Sol como tal. Hay que recordar que el 80% de los vehículos que se alquilan en Andalucía se alquilan aquí, en Málaga», insiste García.
Las estrecheces y complicaciones no son nuevas para el sector. El origen del problema está en las medidas que se tomaron por la pandemia. Con la ausencia de turistas, Ana María García recuerda que la flota en la provincia se redujo casi a la mitad. Acuciados por la falta de liquidez y clientes, muchas empresas empezaron a desprenderse de vehículos. Ahora, cuando ya se habla otra vez de cifras prepandémicas en el turismo, las empresas están en mitad de un proceso para recuperar la flota perdida durante la pandemia.
Pero el intento se ha topado con un dilema: las extremas dificultades para comprar coches nuevos. Si las listas de espera ya son largas para un particular, la presidenta de AESVA asegura a este periódico que lo son más aún para las empresas del rent a car, ya que «los fabricantes prefieren reservar los pocos coches que salen para el canal de particulares».
Hay más. El precio de los coches se ha encarecido de manera notable si se compara con 2019. Lo confirma una simple comparación de lista de precios que ofrece cualquier marca. Según Ana María García, «un 20% o 30% más, incluso, para los modelos más baratos». Y a ello hay que sumar la subida del tipo de interés bancario. «En el sector, lo habitual es financiar los coches. La subida de intereses nos encarece más aún la adquisición de nuevos coches», se queja la presidenta de AESVA. Con este panorama, asegura, lo lógico es que este aumento de costes acabe trasladándose también al cliente final.
«Tenemos muchos frentes abiertos», lamenta. En la misma línea de preocupación se muestra Yolanda Collado, otra voz autorizada del sector. Collado es la actual gerente de AESVA y habla de «una tormenta perfecta» que se ha formado por la dificultad de adquirir coches, por el incremento de precios y por el alza de tipos de interés en la financiación de los vehículos. «El año pasado, Baleares se quedó sin coches en la temporada alta. Aquí, en la Costa del Sol, pudimos evitar una situación así porque las empresas nos preocupamos de buscar coches hasta debajo de las piedras», asegura. Para este 2023, si no se produce un cambio radical, vaticina que habrá «serias complicaciones» para atender la potencial demanda.
«Las instituciones, a través de Turismo Costa del Sol, han hecho un gran trabajo para promocionar a Málaga y a la Costa del Sol como destino turístico. Es importante que se sepa que la movilidad turística podría verse afectada», advierte.
La gerente de AESVA también ratifica que las marcas habrían dado la espalda al rent a car. «Han dado preferencia absoluta al canal de particulares», sentencia a SUR.
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