La escalada de los precios empuja a máximos históricos la recaudación de Hacienda en Málaga

Durante el primer semestre del año, la maquinaria fiscal de Hacienda obtuvo en la provincia unos ingresos netos de 1.532,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 33,4% respecto a los primeros seis meses de 2021 (1.148,8 millones) o del 40% si se compara con los 1.091 del último periodo prepandemia (2019). Pero hay más, porque se trata de la mayor cuantía de la serie histórica provincializada de la Agencia Tributaria (AEAT) que se remonta hasta 2007, precisamente el ejercicio que hasta ahora marcaba el techo con 1.302 millones justo antes de que estallara la anterior crisis económica.

Esta tendencia de máximos históricos es similar en el conjunto del país, aunque en el dibujo de la gráfica de Málaga la curva ascendente es más pronunciada. Para poner las cifras en su contexto, el Estado se ha embolsado en la primera mitad del ejercicio 107.009 millones de euros, lo que se traduce en un 16,9% más respecto al anterior. En el ámbito regional, los contribuyentes andaluces aportaron al fisco 6.452 millones, dando lugar a un incremento del 16%.

Unas subidas espectaculares que tienen una clara explicación. Y es que los dos grandes pilares que engordan las cuentas estatales, como son el IVA y el IRPF, están en niveles máximos gracias a un nexo común: la recuperación del empleo y del consumo y, sobre todo, la inflación, que en la provincia cerró el semestre con una subida interanual del 10,6% (en julio alcanzó el 11,4%) empujada por el encarecimiento de los alimentos, la energía y el transporte.

En el caso del IVA, que es el impuesto que grava el consumo, los efectos del alza de los precios son obvios, ya que si un producto es más caro, el porcentaje que se aplica a la base imponible también sube. A modo de ejemplo, si hace un año un paquete de folios costaba antes de impuestos 3 euros, al aplicarle el IVA (21%) el cliente acababa pagando 3,63 euros (0,63 euros más). Si ahora cuesta 5 euros, el total sube hasta los 6,05 (1,05 euros más). Grano a grano se hace una montaña. Y como resultado de esta realidad, Hacienda se embolsó desde enero 710,4 millones de euros a través de este tributo, un balance jamás visto en el periodo 2017-2022 en el que el promedio rondaba los 500 millones.

Echando la vista un año atrás, supone un 34% más respecto a 2021. «La escalada de precios y la tendencia alcista del consumo han mantenido al IVA como la figura principal con mayor ritmo de aumento en lo que va de año», señala la propia AEAT en su último informe.

Y podría haber sido más, sino fuera por las medidas del Gobierno para intentar mitigar el impacto del significativo aumento del precio de la electricidad (rebaja del IVA del 10 al 5% en la factura y reducción del tipo del impuesto especial a la electricidad) y por la leve bajada de los hidrocarburos experimentada entonces, aunque ahora vuelven a repuntar. De esta forma, el conjunto de impuestos especiales (electricidad, gasolina, tabaco o alcohol) es el único capítulo de los tributos estatales cuyo incremento se ve suavizado en el primer semestre, con un saldo de 20,3 millones frente a los 20,7 de 2021.

Eso sí, el doble si se compara con los 10,4 millones de 2019. Una moderación que puede acabar siendo engañosa, a expensas de lo que pueda ocurrir durante los próximos meses ya que tiene su base en junio, cuando sólo se contabilizaron 967.000 euros de ingresos netos por esta vía frente a los 7,6 millones de mayo.

En el conjunto del país también se experimenta esta ralentización. Según las cifras de la Agencia Tributaria, sólo las citadas actuaciones par mitigar la subida de la luz han supuesto desde enero una merma en la recaudación de 3.987 millones de euros.

Pero la espiral inflacionista también afecta al impuesto de la Renta. ¿Por qué? Pues porque detrás del incremento de los ingresos procedentes de las retenciones que se aplican sobre las nóminas no sólo está el buen ritmo del mercado laboral durante el primer semestre del año con un aumento progresivo del número de ocupados. También aparece el IPC, ya que como reconoce el órgano estatal, una parte de ese repunte histórico del IRPF va ligada a las revisiones al alza de los salarios y de las pensiones como consecuencia del continuo incremento del coste de la vida.

Según el último informe de recaudación, los trabajadores y pensionistas malagueños aportaron vía impuesto de la Renta 580,4 millones de euros, un 31% más que un año antes y, para no romper la tendencia, el montante más alto desde que se tienen registros provincializados.

A este concepto hay que sumarle el del Impuesto sobre la Renta de No Residentes, que se repercute a las ganancias obtenidas en suelo malagueño por personas y entidades no afincadas en España. A través de este gravamen, la AEAT ingresó entre enero y junio 88,3 millones, prácticamente el doble de los ejercicios anteriores (45,9 en 2021) y, de nuevo, récord histórico.

De hecho, las rentas extranjeras han desbancado en este periodo al Impuesto de Sociedades como la tercera fuentes de ingresos tributarios en la provincia. Aun así, las empresas instaladas en Málaga generaron el primer semestre a las arcas estatales un pellizco neto de 83,3 millones, un 23,3% más que en el de 2021 (67,5) y la cuantía más alta desde los 135,6 de 2007 y los 112,7 de 2008.

En el lote de impuestos que abastecen a las arcas estatales también aparece el del Tráfico Exterior, que también se ha subido a esta ola de incrementos históricos y, al menos en términos porcentuales, es el que ha tenido el mejor comportamiento semestral. Los 13,6 millones abonados en este periodo duplican los registros medios de los últimos ejercicios, hasta el punto de que en estos primeros seis meses ya se han superado los 12,7 recaudados durante todo 2021.

La recaudación de la Agencia Tributaria se completa con el capítulo que abarca distintas tasas (radioeléctrica, canon de aguas,...,) y otros ingresos, incluyendo el pago de intereses y de sanciones tributarias. En el balance del primer semestre, el órgano estatal cobró 29,3 millones de euros bajo este concepto, una cuantía ligeramente superior a los 26,7 de la primera mitad de 2021 aunque en una línea similar a las de ejercicios anteriores.