Usa con frecuencia la imagen de un puzle. Con esa analogía, Rafael Sánchez quiere ilustrar la necesidad de que piezas bien distintas encajen en el ... proyecto #eCityMálaga, desarrollado por Endesa, el Ayuntamiento de Málaga, la Junta de Andalucía y Málaga TechPark y que quiere convertir el entorno de la tecnópolis en una 'ciudad circular' basada en la sostenibilidad. El director general de Endesa en Andalucía es consciente de que los focos están puestos sobre esta iniciativa en la que la compañía invertirá 30 millones de euros. Y advierte: lograr el objetivo después de la fecha fijada (2027) será llegar tarde.
-¿Por qué en Málaga y por qué Málaga TechPark para desarrollar el proyecto #eCityMálaga?
-Hay mucha gente hablando de la transición energética y de la transformación digital. En el debate actual aparecen siempre esas dos palabras. Ya todo el mundo ha contado el credo, ya hemos visto el PowerPoint hasta la saciedad, pero tenemos que empezar a cambiar cosas. En Málaga ya empezamos a hacer proyectos pioneros en el marco de SmartCity, en una capa de trabajo donde no existían estándares y donde tenías que hacer que la red hiciera cosas diferentes. Con mucho acierto se puso mucho foco en una zona muy concreta y al final, el alcalde, que es un revolucionario, puso la alfombra roja e hizo que todo lo que pudieran ser barreras aquí fueran oportunidades. Han pasado poco más de diez años y hay más de diez proyectos detrás del SmartCity y todos son piezas de un puzle que llevan a una conclusión: ya no estamos en fase de tecnología, ya estamos en la fase de probar y mostrar que esto funciona. Cuando vienes a Málaga le das continuidad, pero cuando te vienes Málaga TechPark encuentras otro añadido: un entorno muy dinamizado y un caldo de cultivo muy bueno para sumar voluntades. Cuantas más voluntades tengas que andar convenciendo, más difícil es hacer la transformación completa. Aquí con pocas entidades somos capaces de hacer la transformación. Si se nos adhieren al proyecto 50 entidades, ya conseguimos que todo este espacio pueda pensar en mover su modelo actual, de polo tecnológico a ser un polo tecnológico, pero sostenible.
-Acaban de celebrar las primeras reuniones de trabajo en el marco de #eCityMálaga. ¿Qué impresión le dejan estos encuentros iniciales?
-Primero, que las empresas se van a apuntar. Nadie se puede quedar fuera. Lo primero es la expectación, la pregunta 'Esto, ¿cómo me afecta a mí?'. La propuesta viene apadrinada por el Ayuntamiento, por Málaga TechPark y por la Junta de Andalucía y Endesa se ofrece como elemento tractor. Vamos a tener que hacer muchas cosas en los ámbitos de la energía, pero hay muchas que se quedan fuera. Imagine si esto viene acompañado de tecnologías digitales, Endesa no es una especialista en, por ejemplo, 'blockchain', pero aquí en el parque sí puedes encontrar capacidades que hagan que el puzle completo se integre hacia esa solución.
-Y hechas las primeras reuniones, ¿cuál es el siguiente paso?
Lo primero que debemos analizar es cuántas son las mínimas empresas imprescindibles para que el parque sea sostenible. Así, sumamos los transformadores, que a su vez suman los contadores, y determinamos que ese nivel mínimo se produce con doce entidades, que pueden comprometer el 70% del consumo de la energía, del agua y de los recursos. Eso ya te dice que a esas doce empresas hay que hablarles mirándoles a los ojos y diciéndoles que son muy importantes en el proyecto y que tienen que estar metidas desde sus orígenes. Sus actividades industriales son electrointensivas, emisoras... A nosotros no nos sobran ni la más pequeña ni la más grande, pero sí hay que prestar un foco de actuación sobre estas doce. Primero las invitamos. Lo normal es que las doce ya se hayan inscrito, a la vista de que son empresas muy ubicadas aquí y con un compromiso muy firme. Endesa pone una oficina técnica que va a liderar los ámbitos de la edificación, de la energía, del transporte... Estos especialistas van a ir estimulando que estas empresas hagan su ejercicio de revisión para que no sientan el miedo de que Endesa les va a querer vender un producto. Esto no va de vender, sino que en este ejercicio de identificar el potencial de una sede, la Agencia Andaluza de Energía le hace el diagnóstico y la empresa con eso establece su propia hoja de ruta para llegar a ser consumo nulo.
-Y todo eso, de aquí a 2027.
Esto tiene que ser muy corto. Si esperamos a que se produzca solo, no hay proyecto. Se está actuando de forma muy intensa. Cogemos un área, que es el perímetro del parque, hacemos un diagnóstico profundo lo antes posible en esas doce o quince entidades, pero ofreciéndolo a las más pequeñas también.
-¿Le parece realista ese plazo de poco más de cinco años?
-Sí, claro. Y nos sobra un año.
-¿Sí?
-Sí... (Ríe) Si no conseguimos que esto sea la mejor imagen de Málaga para la Exposición Internacional de 2027 habremos llegado tarde. Tenemos que apretar. Teníamos la duda, pero tenemos esa fecha límite porque puedes enseñar un modelo de ciudad que puede ser el parque tecnológico o algunas aplicaciones de la propia ciudad.
«En Málaga TechPark tenemos un entorno muy dinamizado y un caldo de cultivo muy bueno para sumar voluntades»
Rafael sánchez
Director general de Endesa en Andalucía
-Ha usado en varias ocasiones la imagen del puzle para referirse a #eCityMálaga. ¿Cuál será la pieza más difícil de encajar?
-Hay unas piezas en las que hay que invertir a largo plazo y otras que forman parte de tener la hoja de ruta con ciertas ideas que debemos asumir desde el primer momento. ¿Piezas a recuperar largo plazo? La red, que la red sea inteligente. En este sentido, en un transformador que puede ofrecer 40 años de vida útil tienes que hacer un esfuerzo de invertir varios millones de euros en el entorno del parque para que la red anterior, que simplemente hacía que el electrón llegara desde unas térmicas pasando por la alta, la media y la baja tensión hasta dar el suministro, ahora cambie en su comportamiento a ser una red eléctrica inteligente. Pasamos de una generación centralizada a una distribuida y para eso la red tiene que funcionar de una manera diferente. Hay una primera etapa en la que Endesa invierte a muy largo plazo, aunque eso no se visualiza.
-Los edificios representan el 40% del gasto de energía en el parque tecnológico. ¿Intuye que ahí estará el gran caballo de batalla?
-Hay muchos más. Para los objetivos de descarbonización a futuro, aunque las eléctricas hagan todo su trabajo de pasar todo lo térmico a renovable, eso cubre sólo una parte, pero sigue quedando la edificación y el transporte. Esos dos tienen mucho más peso que el primero. Por eso decimos que en el campo de batalla de la descarbonización, una vez que se termine con el sector eléctrico, tenemos que entrar en la ciudad.
El reto de la movilidad
-Ya que habla de transporte, Málaga TechPark cuenta con más de 20.000 empleados y aunque el teletrabajo se ha espoleado con la pandemia, la movilidad sigue siendo una asignatura pendiente.
-Muy pendiente.
-¿Y cómo la piensan aprobar?
La ventaja es que tenemos al Ayuntamiento dentro del proyecto y las competencias del transporte entran en su ámbito. Primero tienes que hacer un diagnóstico de cómo se mueve el trabajador. Cuando tienes ese mapa tendrás que decidir si la solución la das por infraestructura (que el metro amplíe una estación más o que el carril VAO funcione para vehículos de alta ocupación, de bajas emisiones) o de otro modo. No me atrevo a dar la solución ya, porque estaríamos rompiendo dos o tres años de proyecto que van a ser muy exigentes, pero si tuviéramos hecho ya todo ese análisis, habríamos encontrado cuáles son las fórmulas para el acceso al parque y la movilidad interna en él. Y en la combinación de ambas siempre van a surgir las mismas palabras: eléctrica y conectada. Y esto último va a permitir que uses plataformas para compartir.
-Eso suena a un cambio de mentalidad integral.
-Claro. Son modelos que no se basan en la propiedad, por ejemplo. Si ya tengo muy localizado el origen y el destino de las personas que vienen a trabajar al parque podré plantear una solución también muy orientada a resolverles sus problemas, sin olvidar la movilidad interna. Otra de las soluciones puede ser, por ejemplo, un autobús lanzadera, por supuesto, eléctrico. Y cuando ya han hecho su función de llevar y traer a las personas al parque pueden prestar un servicio circular en el ámbito más urbano de Málaga. Esto es compartir también. Cuando en circularidad decimos que pasamos de propiedad a servicio, estamos hablando de olvidarnos de tener elementos en propiedad para pasar por ejemplo a un sistema de suscripción.
«Si no conseguimos que esto sea la mejor imagen de Málaga para la Exposición Internacional de 2027 habremos llegado tarde»
Rafael sánchez
Director general de Endesa en Andalucía
-Insisto, eso implica un cambio de mentalidad no sólo de las empresas, sino también de sus trabajadores.
-De paradigma. A eso le llamamos economía o ciudad circular, cuando vas resolviendo olvidándote del modelo anterior. Por eso es tan disruptivo este tipo de modelos.
-¿Son conscientes de la necesidad de implicar a los trabajadores para que el proyecto llegue a buen puerto?
-Claro. Es un cambio de mentalidad, pero también es importante que esto no sea una cosa esotérica, que se transforme en usos concretos para el público del parque. Por ejemplo, ¿para qué necesito saber información climatológica en tiempo real? Pues para que, cuando pase una nube, tu placa fotovoltaica deje de producir, la red empiece a ver que hay una caída de tensiones y empiece a extraer del flujo eléctrico desde una batería que puede estar en tu propio aparcamiento. Es decir, en la medida en que seas capaz de anticipar lo que está ocurriendo en tiempo real en el parque podrás decidir dónde puedes aparcar, cuál es la calidad del aire...
Anticipar el futuro
-Y ese foco puesto en anticipar el futuro, ¿sienten que sobre #eCityMálaga recae en buena medida la responsabilidad de demostrar si una ciudad sostenible es posible?
-Sí. Fíjese que el ideario de todo esto podría ir contra las cuentas de resultados del resto de los negocios que pueda tener Endesa, pero estamos convencidos de que tenemos que provocar ese cambio, porque ese es el nuevo paradigma de la ciudad del futuro. Y no va a ocurrir solo. Si esperas a que esto se produzca de manera espontánea, vamos a ver que en 2050 estaremos incumpliendo los objetivos. Nuestra estrategia es ir probando en los eCity condiciones diferentes. El primer proyecto de ciudad circular es el de Málaga y no hay ningún otro en España ni en Europa. Si lo hacemos pronto y lo hacemos bien, este será el faro de ciudades que quieran incorporar la sostenibilidad en su entorno y estaremos exportando el modelo. ¿Qué ventajas tiene adelantarnos? Que la industria también va a aprender de este modelo. Si tienes una necesidad y la has identificado, haces que una empresa tecnológica pueda desarrollar una solución para ella y después la podrá vender en Málaga, en Marbella, el Almería o donde sea. El hecho de estar haciendo una propuesta de sostenibilidad con tanta intensidad en un entorno que se parece mucho en un laboratorio es también una oportunidad industrial para los participantes. No se trata sólo, que es muy importante, de una cuestión de responsabilidad social y de identificación de tus empleados, se trata también de que si te adelantas, puedes ser el creador de las patentes del futuro y ahí las empresas pequeñas pueden ser las que más triunfen.
-De Málaga al mundo.
-Claro. Todas las ciudades vamos a tener los mismos problemas, lo único que estamos haciendo es acelerar y concentrar en Málaga cosas que no han pasado todavía.
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