¿Qué ha pasado en la Cámara de Comercio de Málaga?

Como ha sido habitual durante las últimas convocatorias, la única lista que se había presentado a las elecciones de la Cámara estaba formada por miembros de la Confederación de Empresarios de Málaga. Por ello, ambos dirigentes debían consensuar los nueve nombres que formarían el comité ejecutivo de la institución, aunque la entrada de uno ha hecho saltar por los aires la relación. Según ha podido saber este periódico, el nombre en discordia es el de una abogada con un perfil técnico, algo a lo que Cuberos se negó porque sólo quería en su equipo profesionales del mundo del comercio. La negativa provocó que González de Lara perdiera la confianza en Cuberos y montará de urgencia una lista alternativa presidida por José Carlos Escribano, que es la que finalmente ha sido elegida.

Sergio Cuberos, director general de Maskom Supermercados, tenía previsto afrontar su segundo mandato al frente de la Cámara de Comercio. Llevaba en el cargo desde 2019, cuando sustituyó a Jerónimo Pérez Casero, y ésta iba a ser su última presidencia, ya que la Ley de Cámaras de Andalucía limita a ocho años el tiempo que pueden mantenerse en el cargo los presidentes de estas entidades. Para mayor sorpresa, Cuberos también era vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, a cuyo presidente, Javier González de Lara, siempre había considerado amigo y aliado.

Por todo ello, la inesperada salida ha provocado una sorpresa mayúscula en el sector empresarial de la provincia y deja numerosas incógnitas que esperan no afecten al trabajo diario de la cámara. Se da la circunstancia de que el nuevo máximo responsable, José Carlos Escribano, había sido vicepresidente de Cuberos, y que en la lista confeccionada de urgencia también se encuentran personas de confianza del dirigente saliente como Juan Vallejo o Ana López Caparrós.

Una de las dudas que provoca este terremoto es por qué la CEM es la que decide los cargos de la Cámara de Comercio cuando, a priori, son dos instituciones diferentes e independientes. Fuentes consultadas reconocen que esta forma de proceder se repite desde hace 25 años porque ambas tienen la misma base censal y así se logra mayor representatividad del empresariado. Añaden que el proceso de constitución del pleno de la Cámara es bastante complejo, ya que en él deben estar representados todos los epígrafes del IAE (en total son 48 vocales -38 elegidos de cada una de las divisiones y 10 elegidos por cooptación por la asociación más representativa-), y que para ello lo más «sencillo» es apoyarse en la confederación.

El proceso electoral comenzó en el mes de febrero y, aunque está abierto a todas las empresas que deseen concurrir, el apoyo de la CEM se antoja decisivo por su gran peso y poder dentro del mundo empresarial malagueño. De esta forma, la única candidatura que se presentó a las elecciones de este año fue la confeccionada por la confederación, con Cuberos a la cabeza. Por ello, tras la negativa del dirigente a concurrir con los nombres aportados por González de Lara, la CEM tuvo que elegir a un sustituto dentro de la misma candidatura.

Y aunque Cuberos hubiera tenido la oportunidad de conformar una lista alternativa (siempre compuesta por los miembros del pleno), finalmente decidió retirarse para no obligar a sus miembros a tener que decidir entre dos candidaturas. Cuestionado por SUR, aseguró que retirarse era la mejor opción «para que los miembros no tuvieran que elegir y para que no hubiera enfrentamientos». Además de la Cámara de Comercio, Cuberos también se ha salido y ha sacado a su empresa de la CEM.

Así las cosas, el nuevo presidente de la Cámara de Comercio es José Carlos Escribano, empresario hotelero (actualmente es consejero delegado de ML Hoteles) que se ha propuesto «hacer mucho y bien por las empresas de Málaga, que es tanto como decir por el progreso económico y social de la provincia». El comité ejecutivo está formado por Paloma Moreno Marín, Juan Manuel Rosillo Gutiérrez, Juan José Vallejo Martín, Baldomero Bellido Carreira, Javier Frutos Pérez, Rosa González Rubia, Ana López Caparrós y Natalia Sánchez Romero.