La puesta a punto del embalse de La Concepción: tres 'escalones' que garantizan su uso casi total

¿Y cómo se ha conseguido mejorar el rendimiento de este embalse? La explicación se remonta a varias acciones que se desarrollaron en las duras sequías del 82 y el 95 y que sirvieron para bajar tres 'escalones'. Teóricamente, La Concepción tenía un nivel de embalse muerto en los últimos 5 hectómetros cúbicos (ahora almacena 13,1). Ese nivel está por debajo de las tomas de la presa para extraer agua para su potabilización. Pero ese concepto está superado. En el nivel de embalse muerto todavía hay mucha agua por extraer, con bombas sobre tarimas y otros sistemas, por un lado, y con refuerzos en los procesos físicos (filtrado y decantación) y químicos (cloración y reactivos) en el momento de hacer potable el agua.

Ya no hay embalse muerto en La Concepción gracias a 'tres escalones'. El aprovechamiento de los escalones del mal llamado embalse muerto de la Presa de La Concepción ya se llevó a cabo, hace bastantes años, en tres fases, relatan las fuentes. Así, en el año 1982, se adaptó la estación de bombeo y de conducciones en la presa para poder aprovechar 4 hm3 del total del embalse muerto, que, como se ha mencionado, era en 1982 de 5 hm3. Trece años más tarde, con la metasequía de 1995, se logró llegar a aprovechar otros 0,9 hectómetros, el 90% de lo que quedaba. Pero es que ese mismo año, mediante una bomba de trasiego de agua, se consiguió aprovechar unos 60.000 m3 de los 100.000 m3 aproximados que quedaban en el embalse.

El resultado es que al final de ese 'tercer escalón', al final de septiembre de 1995, quedaron sin usar sólo unos 40.000 m3. «Tenían una calidad, ínfima, con exceso de sedimentos y contenían mucho hierro y manganeso», inciden las fuentes. Pero aquello que quedó sin usar no era casi nada, apenas los 'posos del pantano'. De este modo, el embalse muerto se ha quedado en menos del agua que consume la Costa en un día. Ahora, por ejemplo, en plena sequía, desde La Concepción salen para ser tratados algo más de 47.000 metros cúbicos diarios, 7.000 más de los que quedaron en el fondo del vaso hace 29 años.

En paralelo, también se han desarrollado importantes tareas de mantenimiento en los túneles que conforman el triple trasvase Guadaiza-Guadalmina-Guadalmansa, que suman sus aportes a los del Verde y dejan al embalse insuficiente en los añorados ciclos lluviosos. La última batimetría, de 2022, cifra su capacidad en algo más de 57 hectómetros.

Ahora mismo se está consiguiendo contener el consumo del pantano, con el desarrollo de los ajustes pedidos por la Junta de Andalucía y aplicados por Acosol y los 11 ayuntamientos del ámbito Torremolinos-Manilva. En este momento, la radiografía es la siguiente: 550 litros por segundo proceden del pantano; 450 litros de la desaladora marbellí, que está a pleno rendimiento, aunque tendrá que bajar durante la renovación de sus membranas (que pretende estar lista en primavera), y unos 100 litros por segundo proceden de los pozos de Fuengirola.

En los próximos meses habrá recursos extra, unos 100 litros por segundo en los pozos salobres de Guadalmansa (a esta cifra hay que descontar los rechazos de salmueras que podrían dejarlos en 70) y otros 50 litros por segundo de sondeos en Fuengirola. Para el verano la desaladora de Marbella duplicará su producción actual (de 6 a 12 hectómetros cúbicos al año) y luego se le acoplará una planta portátil u otra solución similar para sumar 8. Todo está en el decreto recién publicado y del que viene dando amplia cuenta SUR.

En el decreto de sequía precisamente se facilitan los trámites para nuevas desalinizadoras, se hará la tramitación por urgencia, y se faculta a los delegados territoriales de la Junta en cada provincia a autorizar las desalobradoras portátiles para pozos siempre que esas salmueras de rechazo vayan al mar. Eso incluye, por ejemplo, al proyecto para el que Estepona ha solicitado ya los permisos y que es la primera fase de la desalación en el municipio. Esta primera planta para desalar podría estar activa en abril según los planes municipales y estaría preparada para inyectar en red 2.900 metros cúbicos al día (entre 1,06 y 1,58 hectómetros cúbicos al año). Los terrenos, en este caso, serán próximos a la zona del río Padrón.

«Con el fin de garantizar la dotación de consumo doméstico que se establezca para cada estado de escasez, se admite la dilución de los recursos hídricos con otros procedentes de la recuperación de captaciones en desuso. Se entiende por dilución la mezcla de estos recursos con aguas de distinta procedencia para que el agua mezclada alcance la calidad necesaria para su uso», es otro punto clave del decreto y que entronca con el aprovechamiento de recursos del Bajo Guadalhorce, de Fahala y Aljaima, de Guadalmansa, Fuengirola o El Trapiche.

No se podrán activar tampoco nuevas superficies de riego y, en las existentes, salvo algunas excepciones con comunidades de regantes, la bajada es del 75%.

Las multas por incumplir los preceptos autonómicos van de los 6.000 hasta los 300.000 euros, según los incumplimientos.

Como curiosidad, hay excepciones a la prohibición del llenado de piscinas, previo permiso: «Se permitirá el relleno parcial de piscinas que dispongan de un sistema de recirculación del agua, en las cantidades indispensables para reponer las pérdidas de agua por evaporación y limpieza de filtros y para garantizar la calidad sanitaria del agua». También se permitirá «el primer llenado de piscinas de nueva construcción o el llenado que responda a obras de rehabilitación de la piscina o de modificación del vaso» y, en centros educativos, «el llenado completo o parcial de piscinas desmontables de capacidad inferior a 500 litros destinadas al baño de niños».