¿Por qué no se puede trasvasar a Málaga y Axarquía el agua que desembalsa La Concepción?

Ahora la Costa del Sol necesita cada año 90 hectómetros cúbicos de agua, muy lejos de las necesidades de hace 50 años. Y pasa lo que está ocurriendo estos días: desde el viernes la presa arroja al mar, de manera controlada y monitorizada, caudales que oscilan entre los 10 y los 60 metros cúbicos por segundo. Por entender lo que se está perdiendo: Málaga capital inyecta en red 1,5 metros cúbicos por segundo. Es mucha agua la que estamos perdiendo. Y se trata, por seguridad, de mantener la curva plana entre los 47 y 48 hm3 en el vaso. Básicamente es equilibrar lo que los ríos aportan y lo que llueve con un volumen estable de llenado. La operativa se produce, eso sí, sin incidencias.

Y se suceden las preguntas, lógicas. ¿Ese agua no se puede trasvasar? La cruda respuesta es que no. ¿Y por qué? La primera idea que alguien podría plantear es mandar agua en bruto hacia Málaga capital. La red de alta está en muy mal estado y Acosol y Junta preparan un plan millonario para acometer una nueva conducción de gran capacidad empezando por la zona más delicada: Benalmádena.

La segunda idea, al igual que lo que sí se hace entre Málaga y Axarquía, supondría que Acosol potabilizara agua en la ETAP del Verde y la enviaraa Málaga a través del recientemente duplicado por la Junta de Andalucía baipás de Rojas (Churriana), que permite intercambiar caudales de manera bidireccional a razón de 500 litros por segundo, un tercio del consumo de Málaga.

Sin embargo no se puede enviar agua potable porque la mencionada potabilizadora del Verde es incapaz de hacerlo y está obsoleta. La anterior Junta de Andalucía abandonó en 2009 el proyecto. La Consejería de Agricultura actual y Acosol tienen en fase de concurso, tras retomar esta obra clave, su modernización y duplicación, que incluye dos enormes depósitos. Son 35 millones de euros que permitirán subir hasta 4.600 litros por segundo el agua potabilizada. Eso es garantía de sobra no sólo para las puntas estivales en la Costa, sino también para garantizar transferencias a Málaga. Y de ahí a la Axarquía.

Y alguien podría preguntarse, ¿por qué no cerrar todos los recursos y beber solo agua de La Concepción para que no haya que desembalsar? Por la propia incapacidad de la planta del Verde. Aún así, Acosol ha dejado descansar en este tiempo los pozos de Guadalmansa y Fuengirola y ha bajado a tres líneas de producción la desaladora de Marbella. El agua desalada se mezcla en la tubería de alta con la que viene del pantano.

La necesidad de embalsar más agua para la Costa llevó a incluir el recrecimiento de la presa de La Concepción en el Plan Hidrológico Nacional, pero esta obra está prácticamente descartada. En su lugar, el proyecto queda sustituido en los planes de la Junta por el del embalse de Gibralmedina, entre Cádiz y Málaga, que regulará los caudales del río Guadiaro. El proyecto está redactado y estima trasvasar 15 hm3 todos los años a la Costa del Sol.