En los últimos años a la hora de analizar la situación orgánica del PSOE de Málaga, la clasificación sobre los grupos internos estaba muy definida entre quienes se alineaban en las filas sanchistas y los que estaban en las susanistas. Sin embargo, estas etiquetas han ... terminado por diluirse y se han superado a consecuencia, por un lado, de la victoria en las primarias de Juan Espadas en Andalucía, que supuso sacar de la escena política a Susana Díaz y, por otro, del reciente congreso federal, donde Pedro Sánchez ha dado pasos en pro de la unidad interna.
En este escenario y en clave provincial ya se venía observando un trasvase entre las dos 'familias' tras la irrupción del 'espadismo'. Ahí están casos paradigmáticos como los de Daniel Pérez y Miguel Ángel Heredia alineándose con Juan Espadas tras haber sido leales a Susana Díaz; la fractura del propio sanchismo generando diferentes grupos y movimientos como el del alcalde de Cártama, Jorge Gallardo, acercándose a Pérez y rompiendo lazos con Ignacio López; o el susanismo malagueño buscando ubicarse en esta nueva etapa.
Estos movimientos se producen en un momento clave ya que el PSOE de Málaga está a siete semanas de la celebración del congreso provincial, donde se elegirá una nueva dirección, sin que el por el momento esté claro quien cogerá el timón del barco. Y no será por falta de movimientos, ya que se vislumbran hasta cuatro: el del actual secretario general, José Luis Ruiz Espejo; el del portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Daniel Pérez; el del diputado Ignacio López; o el del grupo de alcaldes, donde se postulan nombres como el de los regidores José Antonio Gómez (Ojén) o Antonio Moreno Ferrer (Vélez-Málaga).
Por eso, estos días van a ser especialmente intensos porque las agendas de aquellos que quieren 'pintar' algo en el futuro del partido están llenas de citas para almuerzos y reuniones informales donde atar apoyos y lealtades que les sirvan para calibrar y sopesar los siguientes movimientos. Y es que la prudencia será fundamental ya que cualquier paso en falso puede llevar a alguno de estos actores a perder comba en el ámbito orgánico.
Y no es baladí lo que está en juego: la presencia en puestos de salida en las próximas citas con las urnas. No debe olvidarse que nos encontramos ante el inicio de un ciclo electoral que, si sigue el orden natural y no hay adelantos, abrirán las elecciones andaluzas, continuará con las municipales (ayuntamientos y Diputación) y se cerrará con las generales (Congreso y Senado). A ello hay que unir el próximo congreso del PSOE andaluz, donde se deberá conformar la ejecutiva y donde Málaga deberá hacer valer su peso.
Por ello, el socialismo malagueño se ha instalado en el tiempo de las expectativas, las ambiciones y la cautela.
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