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Juan Cassá, sumido en el más absoluto de los silencios, protagoniza una semana más la política malagueña tras abandonar Ciudadanos para pasar al grupo de ... los no adscritos y ser 'ascendido' en la Diputación con su nombramiento como portavoz del equipo de gobierno y delegado de Relaciones Institucionales. Un asunto en el que siguen enredados el PP y el PSOE. Los socialistas sorprendieron este lunes con el lanzamiento de una propuesta al resto de partidos para aislar al político asturiano en el Ayuntamiento de la capital (donde es concejal) y en el ente supramunicipal (donde es diputado) para que la ciudad y la provincia no dependan de «un tránsfuga».
Mientras el partido liderado por José Luis Ruiz Espejo insiste en definir a Cassá con esta terminología, en las filas populares reiteran que no es un tránsfuga y deslegitiman la propuesta del PSOE, al que echan en cara que gobierna con tránsfugas en Torremolinos (Lucía Cuín abandonó Vox y apoyó al alcalde socialista José Ortiz) y Alcaucín (Sara Matés abandonó Ciudadanos para no votar una moción de censura que días antes había firmado contra la regidora Ágata González y mantuvo sus delegaciones de gobierno).
Los socialistas malagueños quisieron darle el mayor realce y solemnidad a su propuesta y por ello comparecieron juntos José Luis Ruiz Espejo, secretario general, y José Bernal y Daniel Pérez, portavoces en la Diputación y el Ayuntamiento respectivamente, para presentar el pacto, que será remitido al resto de formaciones con representación en ambas instituciones (PP, Ciudadanos y Adelante Málaga) para que sea firmado.
Un compromiso para establecer «un cordón sanitario» a Cassá para que ningún partido –sea en el gobierno o en la oposición– utilice su voto; una vía de diálogo para no bloquear la gobernabilidad en la Diputación y el Ayuntamiento de la capital; un pacto por la regeneración; priorizar la salida de la crisis; y que los compromisos se ejecuten simultáneamente en las dos instituciones son los cincos puntos de la propuesta socialista.
Un planteamiento que, según recalcaron, Ruiz Espejo, Pérez y Bernal surge de «la preocupación» por la situación de «ingobernabilidad» que a su juicio se vive en la Casona del Parque y la institución provincial provocada por el PP. El secretario general del PSOE no aclaró qué posición adoptará su partido en caso de que no se firme el acuerdo y si negociaría o no con Cassá. Asimismo, dijo que el caso de la Diputación y el Ayuntamiento de la capital no tiene relación con la situación en Torremolinos y Alcaucín ya que, a su juicio, son realidades «distintas».
No lo interpretan igual en las filas populares. El presidente de la Diputación, Francisco Salado, no ahorró calificativos para referirse a la propuesta socialista: «cinismo», «hipocresía», «oportunista» e «incoherente» fueron algunos de los epítetos utilizados. «Es el partido del engaño y del postureo; de lecciones vendo que para mí no tengo. Cuando deje de gobernar con tránsfugas homologados, el PSOE de Málaga podrá hacer propuestas, mientras tanto, no tienen ni legitimidad ni credibilidad», subrayó.
Salado, que insistió en que Cassá no es un tránsfuga, sostuvo que a los socialistas les «duele» que en la Diputación y el Ayuntamiento haya estabilidad y se respete la voluntad expresada por los ciudadanos en las urnas. «Ellos son especialistas en torcer la voluntad de los votantes y en fabricar componendas con extraños y peligrosos compañeros de viaje, como Podemos, los independentistas y los herederos de ETA», apostilló.
Desde la dirección del PP, su coordinador general, José Ramón Carmona, dijo que la propuesta de acuerdo «no tiene ni pies ni cabeza» y acusó al PSOE de intentar sembrar «la inestabilidad en todas las instituciones».
Por su parte, el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, reprochó al PSOE que haya tardado más de dos meses en presentar una propuesta para aislar a Cassá y negó que en el Ayuntamiento haya inestabilidad al recordar que el político asturiano sigue votando en sintonía con el PP y Ciudadanos.
La portavoz naranja en la capital, Noelia Losada, mostró su apoyo a la iniciativa socialista porque «aleja el fantasma» de la moción de censura y recordó que su portavoz nacional, Edmundo Bal, convocó este miércoles a socialistas y populares a una reunión para actualizar el Pacto Antitransfuguismo y pedirles que no se aprovechen de los tránsfugas. «Nos preocupa mucho el transfuguismo. El PP tiene que cerrar filas para blindar las instituciones contra el transfuguismo», recalcó Losada.
Ciudadanos, que ha sido un partido del que en los últimos años se han fugado un buen número de cargos contribuyendo con ello al fenómeno del transfuguismo (con casos en Torremolinos este mandato, en Benalmádena, el anterior, o en Tenerife recientemente), ahora inicia una campaña en redes sociales para denunciar el transfuguismo y asociarlo a la corrupción. Ayer tuitearon en esta línea la propia Losada y diputado y miembro de la dirección nacional Guillermo Díaz.
Por su parte, desde Adelante Málaga están a la espera de conocer más detalles de la propuesta del PSOE para posicionarse.
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