«La gente irá acostumbrándose a una nueva realidad sin mascarillas»
Eva Cabra, psicóloga ·
El tapabocas, asegura, ha causado perjuicios al desarrollo de las competencias sociales en adolescentes y niños pequeñosSecciones
Servicios
Destacamos
Eva Cabra, psicóloga ·
El tapabocas, asegura, ha causado perjuicios al desarrollo de las competencias sociales en adolescentes y niños pequeños¿Sigo llevando mascarilla o mejor no? Esa pregunta la tiene que resolver desde esta semana cada uno para sí mismo. SUR entrevista a Eva Cabra (Málaga, 1971), psicóloga malagueña, para saber qué provoca el fin de la obligatoriedad en los ciudadanos y qué dinámicas ... se inician a partir de ahora. Quien esperaba un destape colectivo apabullante ha quedado defraudado por los acontecimientos. «La gente se va a ir relajando», anticipa, sin embargo, Cabra.
–Hacemos esta entrevista sin mascarilla. ¿Usted se siente incómoda?
–No. Sobre todo, porque para mí resulta muy importante el lenguaje y lo que se dice con la cara.
–¿Qué nos ofrece un rostro descubierto frente a uno tapado?
–Un rostro descubierto te lo dice todo. No solo escuchas lo que se está diciendo sino como se está diciendo. El movimiento de la boca nos ayuda a perfilar si algo está pasando o no. Especialmente, en los adolescentes.
–¿Entiende que haya gente a la que estar sin mascarilla, con una persona desconocida, le resulte incómodo?
–Muy incómodo. Hay mucha gente que todavía le tiene miedo al contagio. Considera que aún existe un riesgo pese a que tengamos las vacunas. Luego está el tiempo. Hemos estado dos años con la cara cubierta. Creo que nos hemos escondido detrás de la mascarilla para no enseñar lo que somos verdaderamente. Hay gente que se siente protegida por la mascarilla. Bien porque su aspecto físico no le convence. Bien por comodidad de hablar sin que nadie pueda interpretar todo lo que se está diciendo.
–Muchas personas la siguen llevando en espacios interiores.
–Bajas al supermercado y ves a mucha gente con mascarilla, sí. A la gente le va a costar deshacerse de la mascarilla y sentirse segura en el tú a tú.
–Cree en que en las próximos semanas habrá más que prescindan de las mascarillas.
–Vamos a ver una evolución normal y natural. La gente se va a ir relajando. Es mucho más consecuente el hecho de que seamos nosotros los que podamos elegir. La gente, como buen animal de costumbre, irá adaptándose a una nueva realidad sin mascarillas.
–¿Lo que vemos ahora en los interiores lo podríamos considerar como un gran experimento sociológico en riguroso directo?
–No sé si podemos hablar de un gran experimento sociológico. Pero nos hemos encontrado en una situación que no esperábamos vivir nunca y hemos aprendido mucho en estos dos años.
–¿La mascarilla, en realidad un simple trozo de tela, se ha erigido como un muro para reconfigurar las distancias?
–La mascarilla ha sido un muro, sin duda. Por cultura, nosotros somos muy afectivos. Con la mascarilla hemos aprendido, quizá, a respetar más el espacio de las otras personas. Por ejemplo, pienso que se ha puesto límite a eso de ir dando besos a todo el mundo.
–¿Orientamos nuestras decisiones individuales también en función de lo que hace el colectivo?
–Muchos seguirán llevando la mascarilla por respeto a los demás. Si yo percibo que hay gente que se pueda sentir incómoda, tiendo a ponerme la mascarilla. No creo que esta vez nos hemos movido tanto por dinámicas de grupo y sí por una normativa que se ha impuesto. En general, es verdad que todos tendemos un poco a repetir el patrón de lo que vemos en nuestro entorno.
–¿La tendencia natural es adaptarse a lo que hace la mayoría?
–En este caso ha sido una tendencia tanto natural como de supervivencia. Pero sí, las personas contemplamos mucho a los demás e intentamos actuar con lo que corresponde a lo que vemos como normalidad.
–¿Las mascarillas han contribuido a crisparnos más?
–Sí, muchísimo. Para empezar, la respiración no es la misma con mascarilla y sin mascarilla. También creo que nos ha impedido mucho relajarnos. La mascarilla nos ha llevado a algunos momentos de tensión. También ha contribuido a tener una sensación de riesgo. En estos dos años ha habido unos picos muy fuertes en esta sensación de riesgo.
–¿Cómo influye el factor miedo?
–El factor miedo mueve. Pero al miedo hay que ponerle nombre. Así lo podemos trabajar y afrontar. Todo se ha focalizado mucho en el covid. Durante los últimos dos años parece que no han existido otros problemas. No se ha hablado, por ejemplo, de los suicidios.
–¿Cree que la mascarilla ha contribuido a deshumanizarnos?
–En muchas ocasiones, sí. Hay adolescentes que han empezado la adolescencia con la mascarilla puesta. O pensemos en esos bebés que han nacido con la pandemia y que ahora tienen dos años. Solo nos han visto con la mitad de la cara. No saben reconocer los gestos. La mascarilla nos ha quitado emociones que antes sabíamos expresar a la primera y que ahora nos cuesta mucho definir.
–¿Cómo ha afectado la obligación de llevar mascarillas a los niños pequeños?
–Les ha marcado mucho. Primero, el miedo que les transmitieron los padres y profesores. Luego, pensemos lo siguiente: esos niños han pasado seis horas, como mínimo, con una mascarilla. En las consultas de psicología hemos tenido un incremento enorme de niños que vienen con crisis de ansiedad, con miedos y un poco de fobia social que no son normales para esas edades.
–¿Y a los adolescentes?
–Probablemente, es en el grupo que más problemas haya provocado la mascarilla. Creo que muchos de ellos se han parapetado detrás de las mascarillas para esconder sus emociones y miedos, y no revelar como se estaban sintiendo de verdad.
–Dentro de dos años, por ejemplo, cree que quedarán mascarillas por las calles?
–Espero y deseo que no. Pero también digo que hay que validar los sentimientos de las personas. Hay gente que va a seguir con ese miedo y le costará tiempo en abandonar la sensación que les ha incrustado esta situación que hemos vivido. Hay que insistir en que es necesario respetar a todo el mundo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.