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Tras leer un artículo de actualidad sobre salud (los beneficios o perjuicios de la leche de vaca), el alumno debe responder a unas preguntas tipo test. Otro caso es un foro sobre aves, donde un internauta lanza una pregunta y varios responden. El alumno ... debe señalar cuál es la respuesta correcta. Otra de las pruebas consiste en la lectura de un artículo sobre las islas Galápagos, y las preguntas que al respecto se formulan. Son ejemplos de los cuestionarios que tienen que responder los alumnos que participan en el informe PISA de este año, 400 de Málaga, de diez centros educativos. En toda Andalucía participan en la evaluación 2.100 estudiantes, de 53 centros. Las pruebas, que realizan empresas externas, comenzaron este lunes y se prolongan hasta el 31 de mayo.
El Programa Internacional de Evaluación del Alumnado (PISA por sus siglas en inglés) dará su informe correspondiente a 2018 el próximo año, pero los cuestionarios se están realizando en este curso escolar. En esta edición de 2018 participan más de 80 países de todo el mundo. De España son un millar de centros escolares, 53 andaluces, todos ellos seleccionados de manera aleatoria. En el caso de Málaga, esta semana han comenzado las pruebas cognitivas, en este caso en diez centros seleccionados y unos 400 estudiantes. Como pasa con los centros, los alumnos también se seleccionan al azar, de manera que no participan clases completas.
Cada año, PISA evalúa de una manera más profunda una competencia concreta. Este año se han centrado en la lectura. Además, se evalúan las matemáticas, ciencias y competencia financiera. Como novedad en esta edición, se ha introducido la evaluación de una denominada 'competencia global'.
Desde el año 2000, la OCDE realiza este estudio, que se centra no tanto en los conocimientos adquiridos como en las habilidades de los jóvenes para resolver problemas. De esta manera, PISA evalúa los sistemas educativos de los países participantes a través de los resultados de una muestra de estudiantes nacidos en 2002 (en su mayoría estudiantes de cuarto de la ESO). El estudio evalúa en qué medida el alumnado que está a punto de acabar la educación obligatoria han adquirido los conocimientos y las habilidades claves para su completa participación en las sociedades modernas.
En esta ocasión, como ya sucedió en 2015 (el estudio tiene periodicidad trienal), tanto las pruebas cognitivas como los cuestionarios de contexto se realizarán en formato digital. Asimismo, la construcción de las pruebas, la aplicación, la corrección y el análisis de los datos son gestionados por este organismo internacional. Esta nueva edición de PISA incorpora un área innovadora, la competencia global, entendida como la capacidad de analizar asuntos globales e interculturales y valorar distintas perspectivas para emprender acciones por el bien común y el desarrollo sostenible.
PISA se realiza cada tres años. El anterior estudio se realizó así en 2015, y los resultados se presentaron a finales de 2016. En este informe, los resultados obtenidos por los alumnos andaluces en Ciencias, Matemáticas y comprensión lectora situaron a la región a la cola de las comunidades autónomas españolas, con retrocesos respecto al anterior informe de 2012 en Ciencias y Matemáticas y una ligera mejora en comprensión lectora. En el caso de las Matemáticas, los estudiantes andaluces consiguieron una valoración de 466 puntos, lejos tanto de la media nacional (486) como de la OCDE (492). Solo Canarias (452) obtuvo un peor resultado que Andalucía en esta materia, en la que Navarra (518) logró el mejor resultado. Los datos fueron algo mejores en comprensión lectora, con dos puntos más que en el informe de 2012, al pasar de 477 a 479. Andalucía quedó penúltima, solo por delante de Extremadura. La puntuación andaluza quedó lejos tanto de la media nacional (496) y de la OCDE (493) como de Castilla y León (522), la comunidad que consiguió el mejor resultado en 2015 tras un significativo avance de 17 puntos.
La tercera de las competencias analizadas por el informe PISA se refiere a las competencias en Ciencias. Aquí Andalucía también sufrió un importante retroceso, ya que los 473 puntos obtenidos ese año fueron 13 menos que en el de 2015. La nota andaluza también fue inferior a la media española (493) y de la OCDE (493).
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