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El Plan de Sequía de las Cuencas Mediterráneas, demarcación a la que pertenece la provincia de Málaga, se aprobó en mayo de 2021. La sequía lleva oficializada tres años... y los que pueden quedar por delante. Porque, ¿cuánta agua deben recoger los embalses para salir ... de la situación? La respuesta es objetivable, no así la lluvia que tiene que caer, como aclaran desde la Agencia Estatal de Meteorología.
La respuesta hidrográfica va por zonas, pero una estimación global debería situar las reservas por encima de los 250 hectómetros cúbicos (la capacidad de almacenamiento son 611,48), prácticamente el triple de las actuales si excluimos el Limonero y Casasola que apenas abastecen y son presas defensivas. Ahora mismo, sin ambos embalses, la provincia atesora 87 hectómetros cúbicos. Pero hay que aclarar que la sequía se determina por comarcas. Cada zona entra y sale en las fases en diferentes momentos. La Axarquía fue la primera en nivel grave, seguida de la Costa del Sol y, finalmente, Málaga y Guadalhorce.
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José María Marín
En el sistema Guadalhorce-Limonero hace falta contabilizar las reservas de los pantanos del Conde de Guadalhorce, Guadalteba, Guadalhorce y Limonero. En este caso, los umbrales marcados por el Plan de Sequía son 71,4 hectómetros cúbicos. Por debajo de esa frontera el nivel es grave. Para salir de ahí, haría falta ganar 8 hectómetros, el agua que bebe la capital para casi 2 meses. Pero es que para salir del anterior escalón, sequía moderada, hay que ganar 77 hectómetros, los embalses deberían recoger el equivalente a casi dos años de consumo. Finalmente, para dejar atrás la pesadilla de la sequía, para lo que harán falta años en cualquier caso, el volumen recogido debe superar los 205 hectómetros, es decir 140 más. Salir de cualquier atisbo de preocupación, dicho de otra manera, es más que triplicar las reservas actuales.
En la sedienta Axarquía, las matemáticas hidrológicas se complican sobremanera. Ahora, el gran embalse de La Viñuela almacena 13,4 hectómetros cúbicos, según datos de la red Hidrosur de este mismo martes. Para salir del nivel de sequía grave, el embalse debería más que triplicar su agua y sobrepasar el umbral de los 41,5 hectómetros. Para llegar a nivel severo, debería multiplicar sus reservas por 6 y superar los 76,5 hectómetros. La inalcanzable tranquilidad obliga a superar, depende de la época del año, los 89 hectómetros; es decir, multiplicar por 7.
¿Qué pasa en la zona de la Costa del Sol? Aquí los cálculos son mucho más variables. Hay un factor añadido como es la desaladora de Marbella, que puede aportar el 20% del consumo anual a esta zona, y, por supuesto, existen acusadísimos vaivenes de población flotante en función de la temporada turística. Ahora mismo, el embalse de La Concepción principal fuente de suministro, registra 15,15 hectómetros cúbicos. Para respirar un poco y pasar a sequía severa debería superar una horquilla de entre 19 y 23 hectómetros en función del mes que sea. Para ganar otro poco de tranquilidad y pasar a sequía moderada, habría que pasar de entre 23 y 47 hectómetros según la época del año. En todo caso, es necesario no menos que duplicar las reservas actuales.
Pero, ¿cuánto tiene que llover según la Agencia Estatal de Meteorología? La respuesta es casi imposible de dar, con el sentido común, las estadísticas y las infinitas combinaciones de tipos de lluvias y sus ubicaciones en la mano. El director del Centro Meteorológico de Málaga, Jesús Riesco, es sumamente cauteloso: «Es muy complicado saber lo que tendría que llover. Llevamos una sequía de larga duración y, efectivamente, los pantanos están bastante bajos. Lo que tendría que llover, no los días que tendría que llover, sería muy por encima de los valores medios normales no sólo este año sino también el que viene».
Riesco lamenta el hecho de haber pasado prácticamente ya la etapa en la que cabía probabilidad de lluvias según las series históricas. El margen de aquí al verano es prácticamente inexistente. «Desde octubre hasta febrero, los meses buenos han pasado. Todavía marzo es un tiempo favorable pero ya entramos en una época en la que es altísimamente improbable que la sequía termine de cara al verano», incide.
El responsable de Aemet en Málaga recuerda lo variable que es la lluvia en la provincia. «Lo mismo podemos recoger en un día 100 litros por metro cuadrado en una zona amplia que lo mismo pueden estar cayendo 10 litros durante 10 días en esa zona. Es una cuestión muy complicada», precisa y apunta al último tramo del año como una época en la que, siempre con la estadística en la mano, se pudieran dar dos o tres situaciones «muy eficientes» como DANA o frentes atlánticos. «No hay una respuesta fácil», concluye.
Un dato añadido es que la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, ha sacado a concurso un contrato valorado en casi 3,5 millones de euros para los trabajos de coordinación, seguimiento y revisión de los Planes Hidrológicos y de los Planes de Sequías. El lote 1 es el que corresponde a las Cuencas Mediterráneas, donde está enclavada Málaga. El desarrollo del plan es a cuatro años, por lo que administrativamente se tiene poca confianza en superar este evento adverso en menos de cuatro años. Así fue den la sequía de 2005, cuya liquidación oficial se produjo el 5 de febrero de 2009, cuando Málaga y el Guadalhorce superaron el umbral de los 160 hectómetros cúbicos fijados entonces.
El contrato que saca a concurso la Junta incorpora decenas de páginas con las motivaciones para su ejecución. Por sintetizar, hay que trabajar en un conocimiento exhaustivo en un contexto de cambio climático; hay que realizar estudios en profundad de las aguas subterráneas para conocer los datos actuales, caracterización y posibilidades de explotación (en Málaga capital por ejemplo están siendo el principal filón de trabajo), y avanzar en las aguas regeneradas y sus posibilidades de futuro.
El último informe de sequía de la Junta de Andalucía, emitido a finales del mes de enero, además de valores pluviométricos e hidrológicos, recoge el estado de la vegetación en la provincia como consecuencia de la sequía. En este sentido, se califica como «incidencia muy elevada» en la comarca de Antequera. En el resto de la provincia, la «incidencia es elevada».
En función de las series históricas de lluvia, el informe cifra los porcentajes de seguir en sequía de las diferentes comarcas malagueñas. Así, Antequera tiene un 97% de seguir en fase seca a seis meses vista, en tanto que la probabilidad baja al 84% a un año vista. La Serranía de Ronda presenta un 94% de riesgo a seis y meses y un 83, a un año vista. Guadalhorce, por su parte, tiene un 99% y un 86% respectivamente, en tanto que la Axarquía presenta un riesgo a corto plazo del 97% y de un 78 a doce meses vista.
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