Aemet confirma la primera ola de calor del verano, que afectará a Andalucía

Concretamente, a partir del miércoles 11 de agosto ya se esperan temperaturas alrededor de los 40ºC en zonas de los valles del sur peninsular y se superarán los 35ºC en gran parte del resto del sur y centro peninsular y en zonas de Baleares. El jueves, se observará un ascenso de temperaturas en el este peninsular y en Baleares, manteniéndose con pocos cambios en el resto, con lo cual es probable que se superen los 40ºC en las mismas zonas del día anterior y además en el interior del nordeste peninsular y puntos del interior de Mallorca.

Los días de mayor intensidad de esta ola de calor se darán probablemente entre el viernes y el domingo, cuando las temperaturas superarán los 40ºC en amplias zonas de la mitad sur, este y centro de la Península y en puntos de Baleares, incluso es probable que se alcancen o superen los 42ºC en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir, sin descartar que se superen los 44ºC en algunos puntos, sobre todo de la mitad sur peninsular, y los 35ºC en prácticamente el resto, salvo en el Cantábrico y noroeste de Galicia. Pero el intenso calor no se dará solo por el día, sino que Aemet prevé que en las zonas con temperaturas máximas muy altas, los termómetros pueden alcanzar los 24ºC o 25ºC en horario nocturno.

«La causa cuando se produce un episodio extremo no suele ser única. Esta vez una dorsal, ubicada sobre el norte de África y el Mediterráneo central, se acercará hasta nuestro territorio. Una dorsal es un área de altas presiones en niveles medios y altos de la troposfera asociada, generalmente a aire muy cálido», detalla el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo

El acercamiento de esta dorsal provocará que la masa de aire que se va a asentar sobre España sea en origen ya muy cálida y además la dorsal estabilizará la atmósfera, por lo que brillará el sol que calienta la superficie con fuerza y, como en general, habrá poco viento y escasa ventilación, el aire cálido no tendrá oportunidad de dispersarse. Además se espera la entrada de una masa de aire procedente del norte de África cargada de polvo en suspensión. Esta situación se matendrá al menos hasta el lunes 16 o martes 17, cuando Meteorología espera que empiecen a descender las temperaturas.

En cuanto a Andalucía, la Agencia Estatal de Meteorología ya ha activado el aviso naranja para el miércoles por temperaturas máximas de 40ºC en la campiña cordobesa, la Cuenca del Genil y en el Valle del Guadalquivir en Jaén, así como amarilla por temperaturas de 38ºC y 39ºC en zonas de Sevilla, Granada, Almería y también de Córdoba y Jaén. El jueves, el aviso naranja, además de en las zonas citadas, se extenderá también a Guadix y Baza, en Granada; y a Cazorla y Segura, en Jaén. Unas cifras que, como apunta José Luis Escudero en el blog Tormentas y Rayos, podrían llegar a los 45ºC y 46ºC en todo el Valle del Guadalquivir durante tres o cuatro días, y a los 44ºC en el interior de la provincia de Huelva y la de Granada, sobre todo en la Cuenca del Genil.

En el caso de la provincia de Málaga, Aemet aún no ha activado ningún aviso, aunque Escudero señala que la ola de calor afectaría en mayor medida a las comarcas de Antequera y Ronda, y menos a las zonas costeras. También apunta a que, si el viento cambia a componente oeste, podría darse un nuevo episodio de terral muy fuerte a partir del lunes 16 o el martes 17 «parecido al del 2 de agosto del año pasado donde llegamos en la capital casi a los 44 grados», comenta.

«Para hablar de ola de calor se requiere que un episodio de altas temperaturas sea intenso, extenso y duradero», explica Rubén del Campo. En esta ocasión, tal y como señala Aemet en su comunicado, la probabilidad de esta ola de calor es muy alta, superior al 80%. Y es que, como apunta el portavoz de Aemet, «en esta ocasión parece que los tres criterios van a coincidir» después de que en el mes de julio hubiera situaciones cálidas, pero de corta duración.

Según aclara Aemet en su web, se considera 'ola de calor' un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000; es decir, cuando se superen en el porcentaje señalado las temperaturas consideradas máximas en cada zona. Por ejemplo, en Sevilla aproximadamente el 60% de los días de julio y agosto se registran máximas por encima de 35ºC y el 25% por encima de 38ºC. Por tanto, un día con una máxima de 38ºC en Sevilla, será un día muy caluroso, pero no lo suficiente como para ser candidato a 'ola de calor' en la localidad. Como puntualiza Aemet, «en verano es normal que haga calor y no podemos hablar de ola de calor, cuando las temperaturas, aún siendo altas o incluso muy altas, sean relativamente habituales en el periodo estival».