Primer paso para arreglar la carretera del Aeropuerto de Málaga tras las críticas

De momento, según pudo observar ayer por la mañana este periódico y por los testimonios de los afectados, se ha alquitranado con una primera capa de rodadura un tramo de uno de los carriles en cada sentido en el entorno de la Azucarera; y además se han pintado marcas viales provisionales.

Sin embargo, todavía faltan varios días hasta completar los trabajos, ya que está pendiente el grueso de las tareas para la reposición del firme y la señalización horizontal para que el tramo, de dos kilómetros, vuelva a ser plenamente transitable con total seguridad. SUR ha preguntado al Ayuntamiento cuál es la planificación de las obras y el plazo previsto, pero está a la espera de respuesta.

En una consulta anterior, desde el Consistorio se defendieron de las críticas y alegaron que el tramo en obras está «perfectamente señalizado» y con una limitación de velocidad en todo el eje afectado a 40 kilómetros por hora.

«Han asfaltado el carril izquierdo, desde la bajada del puente de Carrefour hasta el puente del Guadalhorce, pero no el carril entero, sino en dos tandas, y es sólo una primera capa. Además, quedan el carril central y el derecho», explica a SUR una ingeniera que trabaja en el aeropuerto y que, debido a ello, tiene que pasar por este tramo de la MA-21 a diario.

Preguntada por su valoración acerca de los trabajos, esta experta responde: «Es una locura como se está haciendo», critica, y señala que lo peor es la gravilla, que se está acumulando en los bordes, sobre todo en la vía de servicio del polígono Villarosa, donde ha quedado en el centro de la calzada. «Si no se barre, como se compacte se va a formar como una cresta y eso para las motos es muy peligroso». De hecho, insiste en advertir del riesgo de la calzada para los motoristas: «Lo pasan fatal, les patinan las ruedas y he visto a varios a punto de caer; incluso me he quedado detrás, conduciendo despacio, para protegerlos de atropellos si se van al suelo».

La circulación es especialmente crítica al amanecer y por la noche, cuando todavía no hay luz y el polvo levantado, unido a los focos de los coches, no permiten visualizar el carril. «No se ve nada, el lunes pasado hubo un accidente a primera hora de la mañana en la entrada al aeropuerto por un alcance múltiple, con al menos seis coches implicados». Según sus cálculos, se han producido tres accidentes en este punto, incluido el más grave, que ocurrió el sábado por la noche, con tres heridos trasladados a hospitales.

«Evidentemente, la vía necesitaba el arreglo, pero hay que barrer con mucha más frecuencia, esto tiene que estar previsto; además, tiene que estar bien señalizado, con la antelación suficiente, pero las señales las han puesto esta misma semana», añade la ingeniera, quien alerta de que han transcurrido más de diez días entre la fase de fresado y el comienzo del asfaltado. «Hay grandes saltos en el puente del río Guadalhorce y no hay apenas señalización ni conos, es una chapuza».

En diciembre del año pasado, la Gerencia de Urbanismo adjudicó los trabajos para remodelar el firme de la carretera MA-21 y también de la avenida Valle Inclán (ambas están en obras, aunque con diferentes formatos de ejecución), con una inversión total de más de 2,2 millones y un plazo de ejecución de 15 meses.

Las obras, a cargo de Pavimentaciones Morales-Actua Infraestructuras, tienen por objeto la mejora del pavimento de la calzada de dos tramos de estas vías, consideradas entre las principales arterias de la red viaria de la ciudad. En el caso de la MA-21, las actuaciones se centran en el eje comprendido entre la salida del parque empresarial Valdició y la entrada al Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol.