Los amigos se turnan para empujar la silla de ruedas de Nayara. La niña, de 10 años y estudiante de quinto curso en el colegio público Ardira, en la barriada de La Luz, llega al primer día de clase con una pierna escayolada por un esguince que se hizo el último día de feria. Es un poco la novedad del día y todos los amigos y amigas se interesan por su estado y empujan la silla. Los profesores tienen que llamarles la atención por la velocidad que alcanza y el riesgo de provocar un nuevo accidente.
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El CEIP Ardira fue el centro escogido este año para el acto inaugural de curso en la provincia, que contó con la presencia del delegado de Desarrollo Educativo, Miguel Briones; de la concejala de Educación del Ayuntamiento de Málaga, María Paz Flores, y del concejal del distrito Carretera de Cádiz, Francisco Pomares, acompañados por la directora del centro, Rosario Lineros.
Miguel Briones aseguró que la jornada transcurrió con total normalidad. Destacó la apuesta de la Junta por la mejora en infraestructuras educativas. «Se trata de un nuevo curso marcado por la importante apuesta por Málaga que ha realizado la Consejería, con 80 intervenciones para la construcción, ampliación y reformas de centros solo en este 2024. Supone una demostración de la implicación con la provincia por parte del Gobierno andaluz, que en los últimos seis años está paliando el déficit de instalaciones e inversiones que arrastraba Málaga en materia educativa», indicadó el delegado territorial.
Antonio Sánchez es uno de los profesores más veteranos de este centro de compensatoria, con 150 alumnos. Los niños corren por el patio a saludarlo en su primer día de colegio, este martes. Explica que escogió este centro por convicción, por trabajar con los niños que más lo pueden necesitar. Son muchas las nacionalidades que conviven en sus aulas y el trabajo se hace más intenso para intentar ofrecer una enseñanza adecuada. Con los niños que tienen más dificultades está José Carlos de la Rosa. Llegó al Ardira cuando cerró el colegio Goya y trabaja con niños de toda la etapa de Primaria para ayudarles a superar las dificultades.
Más Matemáticas y Lengua y tres mil alumnos menos en Infantil y Primaria
El nuevo curso en Infantil (segundo ciclo, de 3 a 6 años), Primaria y Educación Especial ha empezado en Málaga con algo más de tres mil alumnos menos que el curso pasado. Este martes llegaron a las aulas de los colegios de la provincia 141.920 escolares. En la misma fecha del año pasado fueron 145.088, lo que supone un descenso de 3.168 estudiantes. Este descenso en el número de estudiantes «no va a cambiar el compromiso del Gobierno de la Junta de Andalucía con la educación. Vamos a consolidar recursos e incorporar otros nuevos», adelantó la consejera de Desarrollo Educativo, María del Carmen Castillo.
El próximo lunes día 16 será el turno para el alumnado que curse Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Educación Permanente de Adultos (162.562 estudiantes), mientras que el día 20 comenzará el curso en las enseñanzas de régimen especial (Música, Danza, Artes Plásticas, Diseño, Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Arte Dramático e Idiomas), con 20.701 estudiantes. En su conjunto, este mes de septiembre comenzarán las clases un total de 347.746 estudiantes y más de 23.200 docentes en 1.238 centros, tanto públicos como concertados y privados.
Este curso será el de consolidación de los cambios que introdujo la nueva ley educativa, que llega además a la Formación Profesional. Andalucía ha desarrollado un 40 por ciento del nuevo currículo educativo, en base a la competencia autonómica, en el que se pone el foco en el refuerzo de Matemáticas, Lengua y primera Lengua Extranjera, con un eje transversal como es la comprensión lectora. De esta manera, al acabar el Bachillerato, como mínimo, un alumno andaluz tendrá a partir de este curso 298 horas más en el currículo, 123 corresponden a Lengua, 105 a Matemáticas y 70 a la primera Lengua Extranjera.
Al mismo tiempo, el alumnado de Educación Primaria y ESO tendrá 2,5 horas semanales de lectura obligatoria con carácter transversal en aquellas áreas o materias que el centro docente determine y organice con actividades dirigidas y diseñadas para el fomento de la lectura. Esta medida supone que en las etapas obligatorias se dedicará un tiempo no inferior a 30 minutos diarios de lectura planificada.
La consejera de Desarrollo Educativo, María del Carmen Castillo Mena, aseguró que el Gobierno andaluz aprovechará la caída del número de alumnos en las aulas para mejorar la atención educativa. «No va a cambiar el compromiso del Gobierno de la Junta de Andalucía con la educación. Vamos a consolidar recursos e incorporar otros nuevos», afirmó en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno andaluz, en la que ha valorado el inicio de curso escolar.
Desde el curso 2018/19 al actual hay en el conjunto del sistema educativo andaluz 107.000 alumnos menos, en sus diferentes etapas, lo que supone una caída de casi el 9%. Castillo Mena mostró su preocupación por unos datos de natalidad «que no mejoran». En Andalucía, este curso son 1.796.455 los estudiantes de enseñanzas no universitarias que se incorporan a las aulas en alguno de sus 7.247 centros educativos,
Este menor número de alumnos en clase redundará en una «mejor atención educativa» por parte de los docentes andaluces, 123.000 profesionales en total, 107.000 de la pública y 16.000 de la privada concertada. Junto con el personal de administración y otros profesionales, prestan servicios en el sistema educativo andaluz unas 150.000 personas. Además, Este curso se estrenarán 100 nuevas aulas de educación especial y serán repartidos 91.000 nuevos dispositivos digitales, para alcanzar más de 400.000 repartidos por los centros educativos.
La mayoría de los menores llegan con muchas ganas de volver a ver a sus maestros y, sobre todo, a sus compañeros y amigos. Carreras de alegría y abrazos en su reencuentro tras las vacaciones, que a muchos se les han hecho «muy largas». Florina, de 10 años, estaba deseando regresar de Rumanía para volver a encontrarse con sus amigas. Malak y Sunaila se cogen de la mano para pasear por el patio, que luce como nuevo después de una inversión de 780.000 euros.
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Aunque Sarabi no puede reprimir el llanto. El maestro Antonio llama a una niña, Carmen, para que la ayude a tranquilizarse. Sarabi se coge de su mano y camina por el patio. Poco a poco, la niña se calma. Las ventajas de un colegio pequeño en el que todos se conocen. Y se ayudan.
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