La Costa se agarra a una presa prevista en Cádiz para garantizarse el abastecimiento de agua

 

La solución provisional desde hace ocho años viene del Campo de Gibraltar, en virtud de un acuerdo de compra entre las empresas públicas de ambas comarcas (Acosol y Arcgisa) que garantiza un mínimo de 7 Hm3 anuales siempre que no afecte al consumo en los municipios y regadíos gaditanos. Pero es pan para hoy y hambre para mañana, de ahí que las miras tanto en la Costa como en la propia Junta de Andalucía apunten al futuro embalse de Gibralmedina. La infraestructura la impulsa la propia Administración regional en el término municipal de Jimena de la Frontera para aprovechar los recursos del Guadiaro, el único río importante de Andalucía que no cuenta con infraestructuras de regulación a pesar de ser unas de las zonas de la región con más precipitaciones.

Actualmente se está trabajando en la redacción del proyecto, pero la previsión es que tendrá una capacidad de al menos 45 Hm3 que además de abastecer al Campo de Gibraltar también servirían para refrescar la Costa del Sol. Mirando el calendario, no será una realidad antes de 2027.

Desde la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible aseguran que «no se puede renunciar» a la ampliación de la presa de La Concepción y que, para ello «se va a realizar un estudio exhaustivo para analizar la viabilidad» de ejecutar un segundo cierre aguas abajo del actual, lo que triplicaría su capacidad total hasta los 180 Hm3, convirtiéndose en el más grande de la provincia por delante del de La Viñuela (165,43 Hm3).

Pero a su vez también consideran que los 239 millones de euros necesarios para construir el pantano de Gibralmedina y las conducciones necesarias permitiría paliar «el déficit estructural que presenta el subsistema Costa del sol Occidental hasta que se ejecuten las obras de la nueva presa de río Verde-recrecimiento de la presa de La Concepción». Así queda recogido en el pliego de condiciones del concurso para la redacción del proyecto de la presa del río Guadiaro.

En el litoral occidental también lo ven con buenos ojos en vista de las «muchas complicaciones desde el punto de vista ecológico» que han surgido para acometer la ampliación de La Concepción. «Son distintos sistemas, pero hay buena relación entre ambos, así que como ellos tienen muchos aportes de agua daría servicio tanto al Campo de Gibraltar como a la zona oeste de la Costa», comentaba recientemente el consejero delegado de Acosol, Carlos Cañavate, durante un foro organizado por SUR el pasado mes de mayo sobre el abastecimiento de agua en la Costa. Unas palabras que corrobora el consejero ejecutivo de la entidad dependiente de la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental, Manuel Cardeña. «No cabe duda de que la presa de Gibralmedina sería un paso definitivo para garantizar el suministro de la Costa. Por eso, pensamos que la gestión del recurso tendría que ser compartida entre Arcgisa y Acosol», afirma.

En este sentido, también pone el acento en otra obra fundamental para que esta posibilidad sea real y en la que también está trabajando la Junta: la ampliación de la interconexión entre ambas comarcas mediante una nueva conducción de 23 kilómetros entre el depósito de San Enrique de Guadiaro (Cádiz) y la derivación del ramal oeste de la red de abastecimiento de la Costa que existe a la altura de Estepona.

Pese a la envergadura de ambas actuaciones, en Acosol consideran claves otros tres proyectos para resolver de forma definitiva los problemas de agua: La renovación de la gran tubería de agua que suministra a toda la franja litoral comprendida entre Manilva y Torremolinos, de cien kilómetros de longitud y con 50 roturas al año; la modernización de la planta de tratamiento, que funciona a medio gas con un ritmo de 2 metros cúbicos por segundo cuando la necesidad en verano es de 3,3; y aumentar la capacidad de la desaladora, que fue diseñada hace tres décadas para ofrecer una capacidad de 20 Hm3 anuales pero cuyo techo real se ha quedado en 12 debido a sus carencias.