Los Reyes Magos y Papá Noel van a tener este año muchas más dificultades para surtir de juguetes las casas de todos los malagueños. Los ... problemas de distribución, unidos al aumento del coste de los materiales, van a suponer un serio contratiempo para los pajes reales, que corren el riesgo de encontrarse con muchas menos opciones y precios más elevados que en otras ocasiones.
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Tras la tempestad que ha supuesto la pandemia en todo el mundo, el sector de los juguetes vive ahora la verdadera tormenta perfecta: las materias primas se han encarecido, el coste del combustible se ha disparado y el precio de los contenedores que distribuyen los productos desde China se ha puesto por las nubes hasta el punto de multiplicar su precio por siete.
El panorama es tan preocupante que incluso los jugueteros han lanzado la voz de alarma. «Estamos ya en octubre y aún no sabemos los juguetes que vamos a recibir», explican con temor.
Desde la Asociación Española de Jugueteros llevan varios meses alertando del serio riesgo que se corre estas navidades. Reconocen que los productos están atascados en los puertos asiáticos por la falta de contenedores y que el coste de los materiales ha aumentado hasta en un 90 por ciento en el caso del cartón. Por norma general, los artículos que vienen desde China tardan alrededor de dos meses en llegar a Europa, así que lo que no salga ya no estará disponible a tiempo en las tiendas.
El gerente de Juguetes Carrión, Arturo García Carrión, se muestra especialmente preocupado por este asunto, ya que durante la campaña navideña hacen casi el 80 por ciento de la facturación de todo el año. Como todos, aún no tiene información de lo que van a recibir para el inminente inicio de su temporada alta. Ellos, que también son distribuidores, hicieron una prereserva de los juguetes el pasado mes de marzo y el pedido en firme en junio. Cuatro meses después, todavía no tienen claro qué y cuántos artículos les llegarán. «Estamos quitando productos del catálogo todos los días porque no nos podemos arriesgar», reconoce García Carrión.
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Sobre las causas, desde el sector explican que actualmente hay menos barcos disponibles para realizar el transporte. El parón de la actividad provocado por la pandemia hizo que muchas empresas se desprendieran de buques e incluso que cerraran puertos completos en China. Además, como todo el mundo ha demandado material sanitario al continente asiático, la mayor parte de los contenedores se encuentran en los puertos de destino, ya que no les ha dado tiempo a volver para cargar nueva mercancía. En la actualidad, fletar un contenedor de 40 pies cuesta alrededor de 15.000 dólares cuando antes de la pandemia sólo costaba 2.000.
El otro gran contratiempo que sufren los jugueteros es la falta de materiales. La escasez de petróleo ha multiplicado el precio del plástico, del hierro y del cartón. También ha aumentado el gasto energético en las fábricas, lo que indudablemente redundará en el coste final de los productos que vayan a llegar. «Algunos artículos van a costar casi el doble que el año pasado», reconoce un empresario del polígono Guadalhorce. Y confiesa que esto provocará que los vendedores sólo traigan los juguetes a los que sepan que le van a poder sacar suficiente rentabilidad.
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En referencia al precio final, García Carrión reconoce que los fabricantes ya les han cambiado el coste varias veces desde el pasado mes de mayo, cuando comenzó a comprobarse el cataclismo que estaba por llegar. «Aún es pronto para saber la subida que va a haber porque no sabemos ni lo que nos van a enviar», insiste el juguetero. ¿Su consejo para los clientes?: «Si ves algo que vayas a querer, cómpralo y no esperes a diciembre porque te podrás quedar sin nada».
La empresaria asiática Leticia Chen resume el gran problema que hay en el transporte marítimo de forma sencilla: explica que desde que comenzó la pandemia todos los contenedores se han desplazado a puertos del resto del mundo, pero no han regresado a sus lugares de origen porque no suelen regresar vacíos. Y como apenas hay exportaciones hacia China, allí se han encontrado sin estos envases imprescindibles para enviar las mercancías. «En algunos puertos se están fabricando a toda velocidad, pero aun así no van a llegar a tiempo», señala Chen.
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Joaquín Pérez, consignatario de buques de la empresa Servimad, también está al tanto de los graves problemas que está sufriendo el transporte marítimo y que no sólo está afectando a la distribución de juguetes, sino a todo tipo de productos como coches o artículos tecnológicos. Desde su experiencia reseña que la demanda se ha recuperado de forma muy rápida y no todo el mundo estaba preparado para ese cambio de velocidad tan repentino. Pérez recuerda también el problema que se produjo el pasado mes de marzo en el canal de Suez, en donde un barco mantuvo interrumpido el paso durante más de tres meses, provocando la paralización del transporte marítimo en gran parte del mundo.
Este profesional apunta que grandes compañías han comenzado a buscar lugares alternativos en donde producir sin necesidad de depender de China a partir de ahora. Aunque un cambio de este tipo no es sencillo ni rápido como para llegar a tiempo a la próxima campaña navideña. Habrá que confiar en que los Reyes y Papá Noel hagan su magia.
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