El talento se trabaja y cultiva desde edades tempranas. Así lo viene haciendo desde hace 38 años la Sociedad Matemática Thales, que ayer entregó los premios a los mejores alumnos de las distintas modalidades de la competición y eligió a los representantes de Málaga en ... las próximas fases regional y nacional.
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La Olimpiada Matemática se ha convertido en una escuela de talento y en caldo de cultivo de la vocación científica y matemática para la gran mayoría de los jóvenes que, con edades muy tempranas, ya tienen clara su preferencia hacia estas disciplinas.
Más de 800 estudiantes han participado en las distintas modalidades celebradas en los pasados meses, una cifra récord y que muestra los frutos del trabajo que se viene realizando en colegios e institutos en el fomento de las matemáticas, una iniciación que se realiza a edades muy tempranas, en quinto y sexto de Primaria, con la Olimpiada Alevín, que ha registrado 165 participantes en su sexta edición. Continúa en segundo de la ESO (XXXVIII edición de la Olimpiada Thales, la más veterana), en la que ha habido 505 participantes. Este año, como novedad, se ha ampliado a cuarto de la ESO, con la primera Olimpiada Juvenil, a la que se han presentado 170 jóvenes.
Maxim Dudik, de 15 años y estudiante del colegio Alemán de Marbella, es uno de los premiados y además representará a Málaga y a Andalucía, junto a Yago Casado Fajardo (IES Litoral) en la fase nacional de la Olimpiada Juvenil. Maxim se mostró muy contento e ilusionado por representar a Andalucía en esta competición nacional. Asiste a los talleres de matemática que imparte la profesora de la UMA Cristina Dráper y también tiene un profesor particular. Maxim ya ha tenido una medalla de bronce en las olimpiadas que se celebran en Alemania, en las que pudo participar por estudiar en un colegio alemán. Maxim tiene claro que en el futuro quiere dedicarse a las matemáticas o la programación.
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Cristina Cobos, estudiante de segundo de Secundaria en el IES Torre Atalaya, es un ejemplo de perseverancia. En 2021 pasó la fase provincial y la regional y estaba seleccionada para representar a Andalucía en la fase nacional, pero en su camino se cruzó el Covid y no pudo participar. Ahora lo ha vuelto a intentar, y se mostraba muy ilusionada por haber quedado finalista.
Rocío Navarro, del colegio Platero, se mostraba muy ilusionada de haber quedado entre los finalistas. «No me esperaba quedar tan bien situada. El examen no me resultó difícil, pero siempre piensas que habrá compañeros que lo hagan mejor que tú», decía la joven. A pesar de este incipiente talento matemático, y de su juventud, le gustaría dedicarse al cine o la música.
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El colegio Los Guindos ha colocado a tres de sus alumnos entre los finalistas de la Olimpiada Alevín. Son Darío Duarte, Erik Morales y Marcos Pérez. Los tres coincidían en que la prueba individual les salió «algo regular», pero que luego, el problema que resuelven en grupo, lo hicieron muy bien. Se mostraban ilusionados con haber quedado seleccionados como finalistas y tienen entre sus preferencias profesionales futuras las matemáticas, o profesor, pero también de matemáticas, en el caso de Darío.
Yashi Lin Zhon, del Manuel Alcántara, fue acompañada por su profesora, que la animó a presentarse a la Olimpiada. Asegura que es una chica algo tímida, pero brillante y exigente. Yashi dice que Matemáticas es la asignatura que mejor se le da, y Lengua la que peor. De mayor le gustaría ser médico.
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Para Carlos Merry, del colegio San Francisco de Asís de Mijas, participar en la Olimpiada Juvenil «ha sido una gran experiencia» y propone que se organicen más eventos de este tipo. Aunque no tiene asignaturas favoritas, dice que de mayor le gustaría estudiar alguna carrera de ciencias o ingenierías.
A la fase regional de la Olimpiada Alevín (alumnos de Primaria) acudirán Marcos Pérez Moruno, Violeta Pérez Egido, Erik Morales González, Daniel García-Retamero Gutiérrez, Rebeca García Cabello y Darío Duarte Serrano. Y a la fase andaluza de 2.º de la ESO van Mario Rueda Ríos, Rocío Navarro Robles, Adrián Márquez Cervantes, José Antonio Delgado Olmo y Cristina Cobos Rueda. El premio Paco Anillo a la resolución más original del problema planteado ha sido para Jarro Carrasco.
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En el acto de entrega de premios, el jefe del servicio de Inspección de la Delegación de Educación, José Andrés Alonso, destacó la labor de la Sociedad Andaluza para la Enseñanza de las Matemáticas (SAEM Thales), que se remonta al año 1981, cuando comenzó para los alumnos de entonces 8.º de EGB (hoy, 2.º de la ESO), y valoró especialmente que se centre en el aprendizaje basado en la resolución de problemas. A los estudiantes les dijo que conocer y dominar las matemáticas les hará en el futuro «personas muy especiales, capaces de desempeñar con éxito cualquier actividad profesional». Juan Antonio Cano, responsable de Educación de la Fundación Unicaja, se mostró orgulloso por el apoyo de la entidad a un proyecto que «crece año a año» y a los chicos les aseguró que las matemáticas «serán una herramienta muy útil para vuestro futuro».
Por su parte, Salvador Guerrero, de la Sociedad Thales, agradeció a profesores y padres su colaboración en esta incipiente formación matemática.
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