La Diputación aprueba dos planes que inyectarán casi 32 millones a los ayuntamientos de Málaga

La Diputación de Málaga ha aprobado esta mañana por la vía de urgencia el último trámite de dos planes que inyectarán casi 32 millones de euros en las arcas de los ayuntamientos de la provincia. Recursos que permitirá a los municipios hacer frente a las necesidades ordinarias de su funcionamiento diario y también a las extraordinarias provocadas por los efectos económicos y sociales de la crisis sanitaria.

Con el voto a favor de PP, Ciudadanos, PSOE y el diputado no adscrito Juan Cassá, y la abstención de las dos diputadas de Adelante Málaga, el pleno ordinario de octubre ha dado luz verde al Plan Provincial de Asistencia y Cooperación (la antigua Concertación), que supondrá la transferencia a las entidades locales de 18,8 millones de euros, y el Plan de Recuperación Económica Municipal, con un presupuesto de 13 millones.

En el caso del Plan de Asistencia y Corporación una de las principales novedades es que la cuantía de los fondos incondicionados (los municipios lo pueden destinar a aquellos que lo consideren más urgente y prioritario) alcanza los 10,4 millones de euros y permitirá desarrollar 1.200 actuaciones para crear empleo y riqueza. Un hecho que ha llevado al presidente del ente supramunicipal, Francisco Salado, a calificar de «histórica» esta concertación y a subrayar que los ayuntamientos tienen en la Diputación una institución «amiga».

«Es la vez que más se han flexibilizado los criterios precisamente para esto, para que en un momento tan complicado como el que vivimos, las corporaciones locales puedan disponer de toda la financiación y los recursos posibles«, ha recalcado Salado, quien que ha calificado esta medida como «un esfuerzo sin precedentes» que busca «garantizar que los ayuntamientos tengan recursos».

Respecto al Plan de Recuperación Económica Municipal, del montante total la Diputación aportará doce millones con cargo a los remanentes de la institución y sus consorcios dependientes, mientras que el resto lo aportan los propios ayuntamientos.

El presidente de la Diputación ha avanzado que las localidades recibirán en los próximos días estos fondos, incluido en el Plan Málaga -puesto en marcha por la Diputación para afrontar los efectos de la pandemia del coronavirus- y ha recordado la respuesta «inmediata» y «ágil» de la institución provincial para ayudar a los ayuntamientos en la reactivación social y económica. «El camino no ha sido fácil, porque este tipo de cuestiones requieren de plazos y pasos administrativos complejos, además de la amenaza constante por parte del Gobierno del PSOE y Podemos de apropiarse de los remanentes de las entidades locales, lo que sin duda hubiera reducido la inyección de liquidez a los ayuntamientos«, ha añadido.

En el pleno donde se ha aprobado por la vía de urgencia el pliego para la escuela taurina provincial con el voto en contra de Adelante Málaga, el momento de mayor tensión se ha vivido en el rifirrafe protagonizado por Francisco Salado con el portavoz del PSOE, José Bernal, a cuenta del punto del orden del día donde se ha dado luz verde a la cesión a la Junta del suelo y las dependencias que ocupaba hasta ahora el Centro Guadalmedina -cuyos usuarios han sido trasladados al San Juan de Dios- para la construcción del nuevo hospital de la capital en los terrenos del Civil.

En sus intervenciones, la viceportavoz del PSOE, Antonia García, y la portavoz de Adelante Málaga, Teresa Sánchez, han denunciado la estrategia del equipo de gobierno de la Diputación de «desmantelar» los servicios públicos de carácter social que presta la institución provincial. En esa línea, la socialista ha sostenido que esta política obedece a la directriz trazada en su momento por el expresidente de la institución Elías Bendodo y ha acusado a Salado de ser el presidente «más antisocial» que ha tenido la Diputación.

A esta acusación ha respondido Salado acusando a los socialistas de «no querer» que se haga el nuevo hospital de la capital y de «poner piedras» en el camino y le ha reprochado al PSOE que haya «utilizado con fines partidistas» a los familiares de los enfermos del Guadalmedina. Bernal ha protestado por las acusaciones y por el hecho de que el presidente de la institución haya intervenido, llegando a decir que Salado cree que la Diputación es «su cortijo», mientras que el presidente le pidió que se relajase.

No quedó ahí el rifirrafe. Bernal ha reprochado a Salado que la valentía que hoy ha mostrado en el pleno no la tuvo cuando mantuvo una reunión con los familiares de los enfermos. «Yo doy la cara, no como usted», le ha respondido el presidente de la Diputación. Cuando se ha votado la moción, el portavoz socialista salió del salón de plenos y se le escuchó decir, refiriéndose a Salado: «Tenía que estar con Vox allí en el Congreso de los Diputados (donde hoy se debate una moción de censura presentada por el partido de Abascal)».

Se volvió a repetir el enfrentamiento entre ambos cuando se debatía una moción del PSOE relativa a la recuperación de los servicios sanitarios tras el Covid-19. Cuando el diputado popular Manuel Marmolejo desgranaba sus argumentos frente a los expuestos por Antonia García, José Bernal hizo algunos comentarios por lo bajini y gestos que llevaron a Francisco Salado a llamarle la atención y pedirle que dejara de comportarse «como un hooligan». El socialista protestó por el hecho de que a un diputado socialista se le llamó la atención por pasarse del tiempo estipulado para intervenir y no se hacía lo mismo con Marmolejo, a lo que el presidente de la Diputación que había sido «condescendiente» con ambos e instó a Bernal a que fuera «respetuoso y no interrumpa».