Lo que piden las asociaciones agrarias para poner fin a las protestas del campo

Para ello se ha presentado un decálogo que incluye exigencias que abordan temas como la sequía, el medioambiente, la burocracia o la competencia desleal. A continuación se detallan las propuestas de las asociaciones para mejorar la situación del campo.

Realizar infraestructuras que garanticen el agua con carácter de urgencia.

Eliminación de los eco-esquemas por modificación y un incremento del presupuesto. Las asociaciones denuncian que la nueva PAC ha generado grandes pérdidas a los agricultores de la provincia.

Las asociaciones piden elevar el porcentaje compensatorio del 12% al 21%. La compensación es un porcentaje que el empresario agroganadero cobra a sus clientes, en lugar del IVA.

El sector pide ayudas que sirvan para paliar las pérdidas generadas por la falta de agua.

Hace referencia a exigir los mismos requisitos a los productos que llegan desde fuera de la Unión Europea. Es una de las principales causas que hay detrás del malestar de los agricultores, que denuncian la existencia de una competencia desleal. En la provincia de Málaga, el ejemplo claro es el de los limones del Valle del Guadalhorce. A los productores se les ofrece un precio por debajo de coste, a la vez que se importan limones desde Sudáfrica.

Vigilancia para que se cumpla que no se pueda vender por debajo de costes. En teoría, la ley de la cadena alimentaria debe impedir que se le hagan contratos al agricultor por debajo de sus costes de producción.

Las asociaciones aseguran que la actual ley es nociva para la flora y la fauna del campo.

Plantear un estudio con medidas para hacer más atractivo el trabajo en el campo. Todas las asociaciones coinciden en que los agricultores tienen problemas para encontrar mano de obra.

Incentivar el acceso de los jóvenes a la agricultura profesional. Las asociaciones denuncian la falta de relevo generacional en el campo y piden al Gobierno central que se estudie este asunto en profundidad.

Las asociaciones agrarias no están en contra 'per se' de la agenda 2030 de Naciones Unidas. Sí reclaman que se eliminen y revisen los puntos que en la teoría pueden sonar bien, pero que, aplicados a la agricultura, tienen efectos negativos para el campo.