Carmen González, Juan Carlos Trujillo y Roi

Familia multiespecie

«Yo siempre digo que Roi es mi hijo. Pero el día que tengamos un niño, yo tendré a mi hijo y, además, a un perro»

–¿Su perro es un «hijo de prueba»?

–Carmen: Yo era madre soltera perruna cuando lo conocí.

–Juan Carlos: Pero yo también participo de sus cuidados. Yo soy el que le da juego y su segundo entrenador. Pero ella es la que lo saca a la calle.

–C: Como teletrabajo, soy yo la que le puede dar un paseo de calidad. También soy la que le lleva al veterinario. Pero él es el que le compra la comida y también lo baña. Aunque es mi perro, él está muy pendiente y se preocupa por él.

–Se piensa que el cuidado de una mascota es más asequible económicamente que un hijo, ¿cuánto dinero se gastan al mes en su perro?

–JC: Este mes bastante, por el veterinario.

–C: Tiene un problema en la piel y entre diferentes visitas al veterinario llevaremos gastados este mes casi 500 euros. Si no tiene ningún problema de salud, son unos 60 euros mensuales.

–Viven en el centro de Torremolinos, ¿creen que las ciudades están preparadas para la convivencia con perros?

–C: Para nada. No tenemos cerca ningún 'pipican'.

–JC: El más cerca que teníamos estaba a unos tres kilómetros.

–C: Pero lo cambiaron por un parque infantil.

–¿Las normas de convivencia demonizan a los perros?

–C: Yo veo bien que haya unas normas, porque así se obliga a la gente a que se haga responsable de sus mascotas.

–JC: Lo del seguro de Responsabilidad Civil –obligatorio para todas las razas de perros con la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal– es muy importante. Quien tiene un perro, tiene una responsabilidad. Por muy bueno que sea, es un animal, puede morder a cualquiera. Y también vemos bien el tema de las multas, sobre todo por no recoger los excrementos.

–¿Se han planteado vivir en alguna zona rural por su perro?

–C: Roi es un perro pequeño y es muy casero. Su vida la hace en casa. Siempre que queremos un paseo largo vamos al paseo marítimo, lo llevamos a la playa en invierno…

–¿Les agobia saber que sobrevivirán a su perro?

–C: Yo sí que lo pienso. Creo que optaría por incinerarlo y tener sus cenizas en casa. Pero me parece exagerado que, cuando ocurra, lo lleve a un cementerio –por el cementerio de mascotas de Málaga, pionero en España–, aunque entiendo que es otra forma de llevar el duelo, saber que estarán en un sitio bonito…

–¿Tienen problemas de convivencia social o familiar por tener una mascota?

–JC: No, la gente que tenemos alrededor acepta al perro y no les importa que forme parte de los planes.

–C: Ahora sí que intentamos llevarlo a más sitios. Es verdad que el perro se puede poner nervioso, empieza a ladrar, tú te pones nerviosa e incómoda… Pero también lo disfrutamos mucho cuando nos lo llevamos.

–¿Un perro puede reemplazar a un hijo?

–C: Para nada. Una mascota te puede ayudar en el caso de que no puedas tener hijos. Adoptas una mascota y te ayuda a pasar ese duelo. Pero el día que tengamos un niño, yo tendré a mi hijo y, además, a un perro. Pero también entiendo que haya gente que no quiera tener hijos y piense que un perro puede reemplazarlos.

–JC: También hay que contar con el tema económico. No todo el mundo puede asumir económicamente tener un hijo. Tener una mascota sirve como prueba para ver si alcanza el dinero.