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Análisis

Un PSOE de Málaga en caída libre: las razones de una pérdida de poder territorial sin precedentes

La falta de liderazgos y de conexión social, el «abandono» del trabajo de partido y la «endogamia» en las listas son algunas de las causas que señalan varios dirigentes

Sábado, 4 de noviembre 2023

Cuando a finales del año 1993 el PSOE se hizo con la Alcaldía de Fuengirola tras la dimisión de la regidora del PP Esperanza Oña antes de que se votara la moción de censura que la iba a destituir, el socialismo malagueño alcanzó en ese momento su mayor cuota de poder en la provincia ya que estaba al frente de 69 de los cien municipios y el 85% de los ciudadanos de Málaga tenía en esos momentos un regidor del partido del puño y la rosa. Una formación que en ese instante tenía en su poder la Diputación, las dos mancomunidades existentes entonces (Costa del Sol y Axarquía –la de la Sierra de las Nieves se creó en 1995–), y presidía el Gobierno central y de la Junta, contaba con siete diputados en el Congreso, tres senadores y nueve parlamentarios autonómicos.

Tres décadas después y al prosperar el pasado jueves la moción de censura en Mijas que llevó a Ana Mata (PP) al poder, el PSOE malagueño tiene a día de hoy la menor cuota de poder institucional y territorial de la historia democrática en la provincia: gobierna en 36 localidades –la cifra más baja desde 1979–, donde vive el 6,5% de la población; desde 2011 no gobierna la Diputación; en este mandato se ha quedado sin ninguna de las tres mancomunidades de municipios; tiene tres diputados y un senador –igualando la cifra más baja desde las primeras elecciones generales de 1977–, cuatro parlamentarios andaluces –también su cantidad más baja–, perdió la Junta en 2018 y mantendrá previsiblemente el Ejecutivo nacional.

Josele González, el pasado jueves, durante el pleno en que fue sustituido en la Alcaldía por Ana Mata. EP

Un escenario al que se ha llegado a través de un proceso que comenzó a mediados de los años noventa del pasado siglo, momento donde el PSOE empezó a perder influencia y poder en el litoral de la provincia, y que se ha ido extendiendo paulatinamente hacia el interior y los pequeños municipios, con momentos donde hubo una cierta recuperación –ese punto de inflexión se produjo en 2015 cuando se recuperó el poder en ciudades donde hacía tres décadas que no se conseguía como Marbella o Torremolinos–, aunque se volvió a caer hasta llegar a una situación «muy difícil» y «preocupante» que ha hecho saltar todas las alarmas, según explican exdirigentes orgánicos e institucionales consultados por SUR.

«Nuestro mensaje no se ha actualizado lo suficiente cuando la gente demanda otro tipo de alternativas y metas»

Enrique Linde

Expresidente de Diputación

«El partido como tal no existe porque se ha abandonado la práctica política para dedicarlo todo a lo institucional»

Juan Fraile

Exsecretario general del PSOE

¿Cuáles son las razones que han desembocado en esta situación? Para Enrique Linde, expresidente de la Diputación, ha sido una pérdida gradual debido a que «nuestro mensaje no se ha actualizado lo suficiente». «En un tiempo, nosotros movilizamos a la sociedad española y malagueña pero nos anclamos en un mismo discurso cuando ya la gente demanda otro tipo de alternativas, de metas y proyectos», afirma.

Juan Fraile, que fue secretario general provincial, añade como causa que «se ha abandonado el trabajo de partido; el partido como tal no existe porque se ha abandonado la práctica política para dedicarlo todo a lo institucional». En esa línea abunda Salvador Pendón, expresidente de la Diputación: «La pérdida de poder territorial me preocupa, pero más que ello me preocupa la pérdida de la vida orgánica. El partido no tiene vida orgánica alguna y se ha convertido en una formación de cuadros, donde la militancia no tiene espacio alguno para la propuesta y el debate. Y me preocupa la inacción, la incapacidad de reacción no sólo de la dirección provincial, sino de la dirección regional, que no se han preocupado de cuál es la situación real de las agrupaciones de la provincia, ni han sido capaces de reaccionar ante circunstancias que ya anunciaban la posibilidad de llegar a esta situación de absoluta debilidad que tiene el partido».

La evolución del PSOE malagueño en doce elecciones municipales y diez secretarios generales

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El análisis sobre las causas es coincidente para José Asenjo, exsecretario provincial, quien alude a las «carencias del partido en la provincia: demasiado endogámico y con tendencia a mirar demasiado hacia dentro a la hora confeccionar listas y elegir candidatos», y añade que a nivel andaluz el PSOE ha sido un partido de gobierno y el periodo de adaptación a la nueva realidad «no resulta fácil, falta capacidad de orientación y para recuperar el pulso perdido».

Una línea en la que incide la exalcaldesa y actual edil de Benaoján Soraya García Mesa, quien afirma que una de las razones de esta situación es que el partido ha estado «más centrado en el ombliguismo y el amiguismo que en lograr un liderazgo social». «Ha habido ocasiones en que esos liderazgos sociales que teníamos se han quedado en el camino porque han sido sacrificados por los liderazgos orgánicos», lamenta.

«Una carencia es la tendencia a mirar demasiado hacia dentro a la hora confeccionar listas y elegir candidatos»

José Asenjo

Exsecretario general del PSOE

«Los liderazgos sociales que teníamos se han quedado en el camino al ser sacrificados por los liderazgos orgánicos»

Soraya García Mesa

Exalcaldesa de Benaoján

Sobre esta situación de «debilidad» territorial e institucional José Ortiz, exalcalde de Torremolinos, menciona como motivos «la desconexión con la sociedad malagueña» y el hecho de que «no se cuida el talento, ya que hay compañeros de enorme valía que no son considerados en estos momentos». Mientras que el histórico Carlos Sanjuán alude como causas la «debilidad orgánica del partido» en Andalucía y que éste se ha centrado en «lo institucional» y añade que la pandemia repercutió negativamente en la labor que debe desarrollar internamente el PSOE.

Por su parte, la exdelegada de la Junta en Málaga Remedios Martel menciona que ha habido un cambio de ciclo que «no se ha sabido ver», mientras que la exsecretaria general Marisa Bustinduy arguye que las razones de esta caída en Málaga «son muy complejas» y menciona cuestiones como que hay «presiones sociales muy fuertes», que ha sido una legislatura «muy complicada» y que sociológicamente hay «olas y momentos», y agrega que el resultado de las municipales fue «malo» no sólo en la provincia sino en el resto de Andalucía y de España.

«No se cuida el talento ya que hay compañeros de enorme valía que no son considerados en estos momentos»

José Ortiz

Exalcalde de Torremolinos

«Hay que tener contacto directo con la sociedad, estar dentro de los movimientos sociales y tener vivas las agrupaciones»

Remedios Martel

Exdelegada de la Junta en Málaga

En ese análisis coincide también el actual líder del PSOE en Málaga, Dani Pérez, quien recuerda que las municipales «no fueron positivas para el partido en el conjunto del país» y que el propio Pedro Sánchez asumió como propio el resultado y convocó elecciones donde «se consiguió cambiar la tendencia». «En la provincia, evidentemente el resultado de las municipales no es bueno, pero es el que los ciudadanos han decidido con su voto. Creo que nuestras ideas y propuestas eran las mejores para las ciudades, pero no fuimos capaces de que calaran en la ciudadanía. Gran parte de la población decidió abstenerse y otra parte votó sin tener en cuenta el papel municipal. Hoy tenemos muchos gobiernos del PP incumpliendo sus propios programas como sucede en la capital», dice.

Para revertir esta situación, la mayoría de los consultados apuestan por un reforzamiento del papel del partido, una mayor presencia en la sociedad para reconectar con ella y recuperar ese papel de liderazgo.

«Nuestras propuestas eran las mejores para las ciudades, pero no fuimos capaces de que calaran en la ciudadanía»

Dani Pérez

Secretario general del PSOE

«El partido, con instituciones o sin instituciones, debe ser un organismo vivo, dinámico y con presencia social. Y nosotros hemos descuidado esa presencia social para volcarnos excesivamente en las instituciones. Cuando hemos perdido las instituciones nos hemos dado cuenta de que el partido era una carcasa vacía. Y ahora el primer esfuerzo que hay que hacer es rellenar esa carcasa de nuevo. Hacer de nuevo del partido un elemento dinamizador, de reflexión, de contacto social, de referente colectivo,… Y a partir de ahí es como hay que construir las nuevas conquistas institucionales. La base es el partido, el partido es lo permanente, lo circunstancial son las instituciones», subraya Linde.

Un argumento en el que coincide Ortiz, para quien es necesaria «la conexión del partido» con colectivos como las clases medias, los pequeños empresarios o el sector de la educación y sanitario para hacerlos partícipes dentro del partido. «Nos faltan líderes sociales de sectores profesionales de Málaga», añade. Mientras que Sanjuán considera que el PSOE «debe recuperar su esencia, su ser, que es la presencia social y hacer buenos programas electorales».

Influencia nacional

Asenjo remarca que hay «un cierto déficit de liderazgos tanto sociales como orgánicos», lamenta que personas que se han incorporado en los últimos años a las listas por gozar de prestigio social y profesional en su ámbito de actividad «se han sentido rechazadas o infrautilizadas», y añade que las organizaciones territoriales son percibidas por los ciudadanos como «terminales» del PSOE nacional «y por tanto su evolución en el apoyo ciudadano depende en gran medida de la imagen del partido y de su líder nacional».

La evolución del PSOE malagueño en doce elecciones municipales y diez secretarios generales

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García Mesa llama a «tomar el pulso real» de las agrupaciones y de las «necesidades de cada municipio», así como a tomar decisiones «valientes, contundentes y necesarias para garantizar el liderazgo en esos municipios», mientras que las recetas de Martel pasan por «mantener un contacto directo con la sociedad, estar dentro de los movimientos sociales y tener muy vivas las agrupaciones». Sanjuán, por su parte, confía en que un nuevo gobierno de Pedro Sánchez contribuya a relanzar el partido en Málaga.

«Hay que poner a la militancia, que es lo mejor que tiene el partido, a trabajar en la dirección correcta»

Marisa Bustinduy

Exsecretaria general del PSOE

«El partido debe recuperar su esencia, que es la presencia social y hacer buenos programas electorales»

Carlos Sanjuán

Exsecretario general del PSOE

Para Bustinduy el PSOE es un partido «muy fuerte y con mucha gente dispuesta a trabajar» y que el objetivo debe ser poner a la militancia «a ese capital humano que es lo mejor que tiene el partido, a trabajar en la dirección correcta». Mientras que Pérez afirma que se debe «trabajar aún más y rearmarse para volver a conectar con la ciudadanía. No existe una varita mágica, pero si hay un partido capaz de levantarse en situaciones adversas, ese sin duda es el PSOE».

«El partido no tiene vida y se ha convertido en una formación de cuadros, donde la militancia no tiene espacio alguno»

Salvador Pendón

Expresidente de Diputación

Por su parte, Fraile y Pendón convienen en que para revertir la actual situación en Málaga es necesaria la intervención de las direcciones regional y federal. «El partido en Málaga ha perdido músculo, capacidad de reacción y posibilidad de casi de superar esta situación. Las instancias superiores del partido deberían actuar aquí a fin de inyectar vitalidad en esa masa muscular decrépita», recalca Salvador Pendón. «La dirección federal debería tomarse Málaga como un caso de absoluta necesidad», apostilla Juan Fraile.

Autocrítica y liderazgo de Pérez

Respecto a si el partido ha hecho la suficiente autocrítica, las opiniones van desde los que consideran que «no se ha hecho ninguna», como sostiene Pendón, o «están escondidos debajo del ala» que dice Fraile, a los que opinan que «no se ha hecho suficientemente, sobre todo, en lo referente a dinamizar el partido», según Linde. Mientras que Pérez argumenta que en las elecciones municipales «confluyeron circunstancias de ámbito nacional pero también cuestiones locales. Desde el primer momento estamos trabajando en esas cuestiones locales para ofrecer un proyecto solvente de presente y futuro en nuestros pueblos y municipios».

Sobre si la figura de Dani Pérez como secretario general está en cuestión, las posiciones van desde los que como Linde, Bustinduy, Ortiz o García Mesa sostienen que no es el momento orgánico de abordar esta cuestión, a los que como Pendón o Fraile creen necesarios «nuevas estrategias, nuevos discursos y nuevos dirigentes», pasando por Asenjo, para quien el problema es «estructural y profundo pero él tiene la obligación de asumir la situación de tomar medidas».

Dani Pérez dice sentir «el afecto y el apoyo mayoritario de la militancia». «Saben que he dado el 110%, hemos trabajando de manera coherente y correcta, tanto en la capital como en la provincia. El resultado no era el esperado, pero nadie puede poner en duda que hemos dado la mejor versión de nosotros y presentamos la mejor campaña posible. Ofrecí a la militancia un proyecto de futuro, para construir un PSOE que pueda liderar esta provincia, y sigo pensando que estamos en ese camino, aunque a veces los resultados no sean los esperados», apostilla.

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