Las parroquias se unen para peregrinar en el Año Santo

Fieles y grupos concretos, como movimientos y asociaciones, realizan sus propias peregrinaciones adaptándose al modo establecido para facilitar la participación. Las parroquias lo están haciendo juntas, por arciprestazgos. Como explica el sacerdote Guillermo Tejero, coordinador de este acontecimiento mundial en la realidad malagueña, peregrinar junto a otros es ya «un signo de comunión, de ir remando todos juntos, de convivencia, de ir a la casa de la Diócesis que es la Catedral, con todo lo que eso significa; de ser Iglesia, en definitiva, y hacer visible que estamos en un proyecto común».

Desde el 11 de enero hasta hoy son ya once los arciprestazgos que han celebrado este particular recorrido. Los más próximos, ayer sábado, día en el que las comunidades parroquiales de las zonas de Antequera y Archidona-Campillos, de la provincia, y San Patricio, Los Ángeles, Virgen de la Victoria y Virgen del Mar, de la capital, han acudido juntas a la Catedral.

El itinerario parte de unas catequesis formativas para poder aprovechar plenamente el Jubileo, profundizando en el sentido del perdón y favoreciendo celebraciones penitenciales. El día elegido se invita a acudir al templo jubilar a modo de peregrinación. Este sábado, las parroquias, al tratarse de un gran número, se repartieron entre los templos de Santiago y los Mártires. Allí, a las 11.00 horas tuvieron una oración con adoración al Santísimo Sacramento para partir, a continuación, hasta la basílica, donde fueron recibidas por el Obispo en la conocida como puerta de las Cadenas, alrededor del mediodía. En la Catedral, compartieron una celebración de la palabra.

En la primera de estas peregrinaciones, el arcipreste de la zona de Axarquía interior, el sacerdote Wilfer Darío Alzate, ya expresó que «es una oportunidad grande de comunión, sobre todo porque nos recuerda que caminamos juntos hacia una meta, aunque cada uno tiene su itinerario de fe, como nos dice el Papa. Y en concreto se nos invita en estos tiempos a inundar todos los lugares donde estemos de esperanza, una virtud tan necesaria hoy».

Tejero explica que en este año Jubilar, «atravesar la Puerta Santa es también un signo de que estamos llamados a llevar esperanza a cada uno de nuestros ambientes: la familia, el trabajo, los amigos... Ahí debemos llevar la alegría del Señor. Por eso, es bueno preguntarnos: ¿qué 'puerta santa' tengo que atravesar yo para ser 'testigo de la esperanza'?», reflexiona. Para ello, desde la diócesis se han establecido una serie de temas sobre los que meditar cada mes del año mediante vídeos testimoniales y guiones para la oración. En enero, por ejemplo, fue la paz; en febrero, la familia y la vida; en marzo, el perdón... Para unirse a ello, las parroquias del arciprestazgo de Cristo Rey realizaron, unos días antes de su peregrinación a principios de año, una marcha por la paz. Ismael García, OMI, arcipreste, explicaba que el deseo de este arciprestazgo era «unirnos de modo especial a la propuesta que se hace en las Prioridades Diocesanas de dedicar el mes de enero a ser 'peregrinos de esperanza' siendo signo de paz».

Francisco González es párroco de Cártama-Estación y arcipreste de Álora, zona que peregrinó junto a la de Coín el 8 de febrero. Para ellos, «ha sido una gran gracia y tendremos que seguir desarrollando todo lo que queda de jubileo». A lo que Emilio López, arcipreste de San Cayetano, añade, tras celebrar su jornada jubilar el pasado 13 de febrero, que «deseamos y esperamos que este sea un momento de renovación y de profundización en lo que el Señor nos regala en este año, que ahora no termina, sino que comienza para nosotros».

El 22 de febrero, el Jubileo llegó incluso a las personas privadas de libertad. La prisión de Málaga-1, en Alhaurín de la Torre, inició el Jubileo de la Esperanza con una celebración presidida por el Obispo, Jesús Catalá, en la que participaron un centenar de internos e internas, así como voluntarios y miembros de las Hermandades de El Rico, el Rescate y el Cautivo.

En Melilla, el Jubileo tiene su centro en la parroquia del Sagrado Corazón. El vicario territorial, Eduardo Resa, explica que «muchas personas, de forma individual, están acercándose a confesarse y a celebrar la Eucaristía aquí, aprovechando esta oportunidad que brinda el Jubileo».