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La notificación llega directa al cerebro. Alguien le ha dado un 'me gusta' a tu nueva foto en Instagram. Apenas han pasado diez minutos desde que subiste la imagen y ya entran en barrena los corazoncitos rojos. Dos 'me gusta', cinco 'me gusta', un ... comentario, diez 'me gusta'. El cerebro empieza a verter dopamina y tú te sientes compensado y realizado. Las razones de esta reacción están probadas por la neurociencia. La interacción en las redes sociales sería ahora la cara sonriente o el gesto de aprobación en tiempos de internet. Una apelación directa al sistema de recompensa del cerebro. Y quien obtiene una recompensa, casi siempre, quiere más. El psicólogo y sexólogo malagueño Arun Mansukhani sitúa aquí a lo que él llama la nueva «cultura del narcisimo». Nunca antes el ser humano ha compartido tanto de su intimidad como lo hace ahora, cuando la pantalla del móvil destapa el visillo.
Esta tendencia, asegura Mansukhani, afecta a todas las esferas de la vida. Por tanto, también, a la relación entre parejas y al desarrollo del propio amor. Hablar con este psicólogo (Lagos, 1970) sobre el amor y la vida en pareja es como repasar todos los registros de Shakespeare y encontrarle una explicación lógica a las dudas que se han ido sembrando a partir del primer beso en la adolescencia hasta la última ruptura convertida en un mar de lágrimas. Desde la eterna fidelidad (Romeo y Julieta) a la promiscuidad salvaje (Adonis y Venus), pasando por los celos desatados (Otelo).
- Sí, es amor. ¿Cuándo podemos hacer esta afirmación?
- Deberíamos llamar amor a algo que es sano. A una vinculación saludable, por lo tanto, se le podría considerar como amor. El amor existe. La prueba es que lo nombramos.
- Donde se ama no se desea y donde se desea no se ama. Lo dejó escrito Sigmund Freud.
- Es una idea muy de la época de Sigmund Freud, pero no creo que se pueda sostener. Sí se puede amar y desear al mismo tiempo. Entiendo que Freud se refería al deseo hacia algo que no se tiene.
- Usted acaba de dar una charla bajo el título de «Relaciones sanas en la cultura del narcisismo». ¿Qué define a una relación sana?
- Podemos objetivar los ingredientes de una relación sana. Para empezar, es algo que te hace funcionar mejor. Una relación que no es sana te hace funcionar peor. Bien porque no te da un apoyo o bien porque te resta autonomía. Al final, esta situación puede perjudicarte o, al menos, no mejorarte en nada. En una relación sana se ofrece apoyo a la pareja, pero también se respeta la autonomía de la persona cuando lo necesita. Una relación que no ofrece esta autonomía nunca puede ser sana.
- Hablemos de la dependencia que se crea en las parejas. ¿No es un yugo?
- La dependencia es un estado natural del ser humano. Dependemos del oxígeno. No pasa nada. Es sano depender del oxígeno. Lo que no es bueno es depender de la cocaína. En las relaciones pasa lo mismo. Nos tenemos que preocupar cuando tenemos una dependencia hacia una persona que no nos está aportando. Esa dependencia sí es una patología.
- ¿Se puede tener una relación sana con una persona narcisista?
- No. Puedes tener una relación cordial, pero que sea sana es muy difícil porque una persona narcisista no está sana.
- ¿No había que quererse primero a sí mismo para poder querer a otra persona?
- Claro, pero el narcisista no se quiere necesariamente a sí mismo. El narcisista no siente un amor maduro hacia sí mismo. El amor maduro tiene que ver con conocer a la persona, conocer sus fallos, aceptar esos fallos y querer a la otra persona con esos fallos. El narcisista no tiene una visión realista de lo que es. Está enamorado de una versión idealizada de sí mismo.
- ¿El narcisista tiende más a la infidelidad?
- Es una buena pregunta. Habría que hacer un estudio para eso. No me atrevería a decir que eso es así sin tener una estadística que lo pruebe. Sí que podríamos decir que una persona narcisista tiene más facilidades para ser infiel, ya que es alguien que piensa más en sí mismo y tiene bajos niveles de empatía.
- Parece que nunca fue tan fácil como ahora. Puedo tener a mi pareja al lado y ser infiel a través del móvil.
- Hombre, habría que distinguir entre la infidelidad y la deslealtad. ¿Si es más fácil ser infiel ahora? Probablemente. Más que en los últimos 100 años, sin duda. Hay una facilidad enorme para ser infiel, tanto en lo social como por los medios que existen para ello.
- El exhibicionismo y el narcisismo van de la mano en las redes sociales. ¿Por qué nunca publicamos algo negativo sobre nosotros, si la felicidad absoluta no existe?
- Porque queremos proyectar una imagen de éxito. Harry Stack Sullivan, un psiquiatra norteamericano, ya dijo hace 100 años que tenemos tres grandes aspectos de nosotros: el yo bueno, que es aquel que nos gusta enseñar. El yo malo, que es el que escondemos, y el no yo, que es la parte de nosotros que no conocemos. ¿Qué exponemos? El yo bueno.
- ¿Un mecanismo de autoprotección?
- Tiene que ver algo con protegernos. No queremos mostrar nuestras debilidades. Muestro mi parte exitosa porque entiendo y creo que así voy a obtener más aceptación por parte de los demás.
-¿Una relación puede ser feliz aunque no exista pasión alguna?
-No es el estado ideal. Un buen estado de pareja debe incorporar el sexo y los elementos pasionales. Pero sí he conocido a parejas muy estables y que se encuentran muy bien así.
- ¿Por qué nos arriesgamos a tirarlo todo por la borda por un momento pasional con otra persona? Incluso en relaciones consolidadas a lo largo de muchos años.
- Lo que te proporciona una pareja estable no es lo que te proporciona una conquista de una noche. Son cosas muy distintas. La aventura, la conquista, la subida de la autoestima, la pasión... todo esto es otra cosa. Sabemos que la estimulación sexual se activa mucho más con los impulsos novedosos. Los aspectos afectivos, sin embargo, requieren de mucho más tiempo.
-Podríamos concluir que ansiamos la seguridad pero que queremos ser exploradores al mismo tiempo. ¿Cómo se conjugan estos elementos tan opuestos en una relación?
- Mal. Así nos va, con la tasa de divorcio por las nubes. El ser humano, por su plasticidad, puede estar casi en cualquier sitio. En la estabilidad o en el cortejo sexual. En realidad, hay cierta continuidad con el mundo animal. Sabemos que las aves tienden a tener la misma pareja. El león, sin embargo, cambia cada año.
- Llegar a casa después de trabajar y ver juntos una serie en Netflix nos da seguridad y comodidad. ¿Es suficiente?
- No es sólo comodidad y seguridad. También es afecto, cariño y ternura. ¿Si es suficiente? Eso ya depende de cada cual. Depende si te apetece un apacible paseo en barca o prefieres la montaña rusa.
- ¿Pasamos demasiado pronto de la montaña rusa al apacible paseo en barca?
- La pareja empieza cuando el enamoramiento acaba. Mientras hay enamoramiento, no hay pareja. Lo que hay es una idealización de algo. En una relación sana tengo que sentir que ya no estoy obligado a competir por tener el afecto de mi pareja. Esa una de las grandes virtudes del espacio íntimo. Por eso se rompen muchas relaciones cuando llegan a ese punto. Hay personas que no están preparadas para amar a seres imperfectos. Y todos somos imperfectos.
- ¿No buscamos todos la belleza convencional en una pareja, la que marca los patrones de la sociedad, aunque no lo reconozcamos?
- La belleza o el éxito son muy importantes para el atractivo inicial. Pero el enamoramiento tiene que dar paso al amor. Ese amor consiste, precisamente, en aceptar los fallos del otro. Tiene que producirse un desenmascaramiento de la persona.
- ¿Qué me dice de las carencias? ¿Es posible que se mantengan las parejas por tal de suplir otros vacíos?
- Las carencias están muy relacionadas con el miedo. Miedo a ser rechazado, miedo a no ser lo suficientemente bueno. Todas estas carencias hacen que la gente siga en pareja.
- ¿Cómo influye en nuestras relaciones la educación que hemos recibido por parte de nuestros padres?
- Posiblemente, lo que más nos marque es la relación con nuestros padres. Tiene una serie de elementos que comparte con nuestras relaciones en pareja. Para empezar, son relaciones diadicas, es decir, de uno a uno. También son relaciones de una gran cercanía y con mucha intimidad física. Y son relaciones en las que yo puedo mostrarme como soy. En esa relación con nuestros padres aprendemos como es la intimidad con los demás.
- ¿Unos padres con miedos y tendencia a la sobreprotección generan una pareja con miedo e inseguridades?
- De entrada, no hay leyes matemáticas. Pero sí hay estadísticas que confirman que los padres muy sobreprotectores generan dos tipos de hijos. Lo más frecuente es que sean parejas con miedos, dependencias y dificultades para desenvolverse solos. Porque han sido hijos de padres que no han dado lugar al desarrollo de la autonomía. A veces, vemos que los hijos que han sido sobreprotegidos y se convierten en parejas muy irritativas. Si su pareja intenta acercarse más de la cuenta, rápidamente rechazan eso. Porque han aprendido que si alguien se acerca demasiado, no permite el desarrollo de la autonomía. Eso genera mucha ansiedad. De hecho, la principal causa de la disfunción sexual es la ansiedad.
- ¿Tinder es una herramienta útil? A priori, parece que la búsqueda de pareja se ha convertido en una feria de ganado.
- La búsqueda de pareja siempre ha tenido algo de mercado de ganado. Antes, el mercado de la carne era un bar. Hasta cierto punto, Tinder es más seguro. Si en un bar alguien no te gustaba, podía ser una impertinencia quitártelo de encima. En Tinder le das a un botón y se acabó. Hay que entender, que esta herramienta sólo es un primer paso. Son ventanas para conocer a gente, no para enamorarme locamente de alguien a través de internet.
- ¿Pero en el fondo el amor a primera vista no es lo mismo que dar un me gusta a una foto de alguien que resulta atractivo?
- Bueno, tiene algo que ver con eso. Por eso digo que hay que tomárselo como una ventana en la que yo puedo conocer a gente.
- ¿Usted recomendaría un borrado generalizado de todas las redes sociales para preservar a las parejas que ya se han formado?
No necesariamente. Sí que diría que para vivir una vida más o menos liberada, tu dependencia de las redes no puede ser muy alta. Pero ya sin pareja o con pareja. Las redes en sí no son un problema, el problema es estar enganchado a las redes y que se pierda el contacto más íntimo.
- ¿Cómo se prolonga el amor, ya que ha confirmado que existe?
- Lo primero es estar bien con uno mismo, hacer por tener tu espacio propio. El espacio íntimo consigo mismo, es esencial. Hay que aprender a estar solo. Luego, es igual de importante tener espacios de intimidad compartida. Son momentos en los que estamos juntos, hablamos, nos miramos a los ojos. Dentro de esa intimidad, hay que tener una intimidad física. Por eso les recomendamos a las parejas que se pongan un horario. Eso le extraña mucho a la gente porque creen que debe surgir de manera natural. Si tienes niños, tienes trabajo y llegas a casa estresado, no va a surgir nunca.
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