Cuatro de cada cinco personas que sufren una parada cardiorrespiratoria fuera del hospital no reciben RCP

Esa es la principal conclusión de un informe realizado por la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SAMIUC), hecho público coincidiendo con el Día Europeo de la Concienciación de la Parada Cardiorrespiratoria para poner de relieve la importancia de la aplicación precoz de las técnicas de reanimación cardiopulmonar para aumentar la supervivencia de los pacientes que sufren una parada cardiorrespiratoria.

Tal y como recuerdan desde la institución, la parada cardiorrespiratoria está considera por la OMS como un problema «grave» de salud pública. Por ello, los profesionales aprovecharon esta jornada para hacer un llamamiento a la sociedad sobre la importancia y utilidad de adquirir competencias en reanimación cardiopulmonar (RCP). Una importancia acreditada por los datos de fallecimiento por parada cardiorrespiratoria y aumento de las posibilidades de supervivencia en caso de uso de estas técnicas.

«La Reanimación Cardiopulmonar Básica (RCPb) y el empleo adecuado de los desfibriladores externos automatizados de forma precoz aumenta de forma considerable las posibilidades de sobrevivir ante una PCR, ya que por cada minuto que pasa un paciente en parada cardiorrespiratoria sin maniobras de reanimación las probabilidades de recuperación disminuyen un 10 por ciento», explica el profesor Antonio Cárdenas, intensivista en el Hospital Virgen de las Nieves y coordinador del grupo de Trabajo sobre PCR y RCP de la SAMIUC, formado por más de 60 médicos intensivistas y personal de enfermería.

A pesar de que para los expertos cada vez se percibe una «mayor concienciación», la SAMIUC considera que es necesario hacer a todos los profesionales socio-sanitarios y a la población mucho más «competentes» en el empleo de la RCP ya que, cuando la parada cardiorrespirataoria sucede fuera del hospital, se estima que solo el 20 por ciento recibe RCP. ¿La solución? Desde la SAMIUC lo tienen claro: implementar «planes masivos» de formación de la población general en técnicas de reanimación cardiopulmonar básica y sobre el empleo de los dispositivos de desfibrilación externa automatizada.

Los intensivistas recuerdan que España se encuentra muy lejos de las recomendaciones del European Resucitation Council de 2021 en cuanto a los programas de formación para la población general en materia de reanimación cardiopulmonar básica, ya que solo se dispone de cuatro dispositivos por cada 10.000 habitantes, frente a los 30 de Japón, los 18 en países nórdicos o los 13 de Francia, Inglaterra, Holanda o Alemania.

De hecho, en Japón o Dinamarca es obligatorio un curso SVB y DEA para obtener el permiso de circulación y está implantado en los contenidos escolares obligatorios. En Suecia el 70 por ciento de la población está formada en técnicas de Soporte Vital Básico (SVB), mientras que en España no se llega al 20 por ciento e incluso baja hasta el 10 ciento si se trata de formación reglada y normativizada.

«Si bien es cierto que es bueno que existía un dial mundial para la concienciación de la atención al paciente con PCR, no debemos olvidar que todos los días son el día de la PCR, lo importante es recordar que tenemos que visibilizar y darle la importancia que tiene a este problema», añade Cárdenas, que matiza que dada su complejidad y singularidad, precisa de una intervención institucional a nivel nacional para poder asumir el reto de la disminución de la mortalidad y morbilidad de los pacientes «que tienen la desgracia de sufrir una PCR».

SAMIUC dispone desde 2021 del grupo de Trabajo sobre PCR y RCP -coordinado por el doctor Cárdenas- que trata de aunar todos los esfuerzos en materia asistencial, docente y de investigación relacionados con la atención al paciente en situación de PCR y que, en lo que va de año ya ha formado a cerca de dos mil personas entre población general y población universitaria (al menos un 30%, estudiantes de Medicina).

Según resaltan, este grupo ha realizado «numerosas actuaciones» tanto a nivel docente, académica -con el desarrollo del Primer Tratado de Soporte Vital que verá la luz en los primeros meses del año 2025 y la organización del Máster de Soporte Vital y monitorización en el paciente crítico con la Universidad TECH que se está realizando actualmente- y a nivel de investigación, con la puesta en marcha de diversos estudios sobre todo en el campo de formación de la población general en materia de RCP básica y empleo de los desfibriladores externos automatizados.

En el caso de Málaga, la ciudad ha impulsado la instalación de desfibriladores en lugares de gran afluencia a través del programa 'Málaga Cardioprotegida', aunque en muchos de los casos los usuarios no saben cómo utilizarlo. Ese es uno de los elementos que se puso sobre la mesa en una jornada organizada este miércoles por el Hospital Clínico, en la que avanzaron que alrededor de 5.000 malagueños han recibido en 2024 formación acreditada en reanimación cardiopulmonar (SVB) y manejo de equipos de desfibrilación automática (DEA), a través de los 67 cursos que se han llevado a cabo este año para enseñar a la ciudadanía a como salvar una vida con sus propias manos en cualquier lugar.

Organizado por la unidad de Cuidados Intensivos del hospital en coordinación con la unidad de Formación de este centro sanitario y con la colaboración de los voluntarios de la asociación EXPAUMI, así como con el apoyo técnico y logístico de la fundación UNICAJA.; estas personas han recibido y continúan recibiendo este tipo de formación por parte de profesionales acreditados en estas prácticas de supervivencia. Además, este año el servicio de Medicina Intensiva está impartiendo cursos en colegios de primaria y para los alumnos de Medicina.