Pablo García, el farmacéutico malagueño que triunfa en redes desmontando bulos

Nacido en Fuengirola en 1976, García -casado y con dos hijos- se licenció en Farmacia en la Universidad de Granada y, posteriormente, cursó un máster en dermofarmacia y cosmética farmacéutica y formulación (campo en el que se ha especializado). Durante 17 años ha trabajado tras el mostrador de diversas boticas de la provincia, -desde Mijas, a Benalmádena o Marbella- hasta que ha centrado su labor en Internet y redes sociales, donde ha logrado sumar una gran comunidad que le han hecho popular. Más de 51.200 seguidores en Instagram, 40.000 en Facebook o 5.400 en Twitter… ¡Y subiendo!

El secreto de su éxito reside en su lenguaje, asequible y directo. Dos adjetivos que cuesta asociar al ámbito sanitario, aún dominado por tecnicismos y conceptos farragosos difíciles de digerir. «Los farmacéuticos somos los profesionales sanitarios más cercanos y accesibles, dado que en cualquier esquina de cualquier barrio hay una farmacia. Eso sí, quieren que les hablemos claro. Yo a diario daba consejos a mis clientes hasta que pensé : ¿Y por qué no los dejo por escrito y así pueden ayudar a más gente?», plantea. Dicho y hecho.

Y a la vista está que son bien recibidos. Sus publicaciones acumulan miles de likes, aunque a él lo de la etiqueta de «influencer» aún le ruborice. «Me da fatiga», confiesa entre risas al tiempo que admite que su trabajo en redes le quita «muchas horas de sueño». ¿Su recompensa? El cariño de la gente, el saber que está contribuyendo al prestigio de su profesión y el propio reconocimiento de sus colegas del gremio. «Es reconfortante que te tengan bien considerado», revela.

Y a la vista está que son bien recibidos. Sus publicaciones acumulan miles de likes, aunque a él lo de la etiqueta de «influencer» aún le ruborice. «Me da fatiga», confiesa entre risas al tiempo que admite que su trabajo en redes le quita «muchas horas de sueño». ¿Su recompensa? El cariño de la gente, el saber que está contribuyendo al prestigio de su profesión y el propio reconocimiento de sus colegas del gremio. «Es reconfortante que te tengan bien considerado», revela.

Las infografías en las que resuelve dudas cotidianas y recurrentes sobre algunos de los fármacos más consumidos en nuestro país o patologías habituales son el punto fuerte de su blog. En ellas este fuengiroleño despeja interrogantes con un lenguaje claro y directo. ¿Tomo ibuprofeno o paracetamol? ¿Qué hacer si se me ha olvidado la píldora anticonceptiva? ¿Ante qué síntomas debo llevar a mi bebé al médico? ¿Es gripe o resfriado? «Algunas de las cuestiones que aclaro están en los prospectos, sí, pero aparte de que para mucha gente son aún un jeroglífico, al final recurres a alguien que te lo explique de forma sencilla con fundamento y rigurosidad», concluye.