Ruiz Espejo, un oriundo de Las Lagunillas forjado en el activismo

Casado y padre de dos hijos, Ruiz Espejo comenzó en los años ochenta del pasado siglo a participar en los movimientos sociales de carácter juvenil y vecinal que le llevaron a liderar la mejora de las condiciones y servicios de su pedanía, de la que llegó a ser el primer alcalde pedáneo elegido de forma democrática en 1988. Año en el que también se afilió a la agrupación socialista de Antequera.

En la Ciudad del Torcal cursó sus estudios primarios y de bachillerato en varios centros, lo que le permitió el contacto con jóvenes de distintos puntos de la comarca. En 1991 se convirtió en el primer licenciado de su familia, lo hizo en Pedagogía, estudios a los que luego siguió su diplomatura en Magisterio.

De convicciones republicanas y andalucistas, fue cofundador de la Asociación de la Memoria Histórica de Antequera –de ahí que eligiera un lugar como la carretera Málaga-Almería, por la que huyeron miles de malagueños en 1937 tras la toma de la capital por las tropas franquistas y fueron bombardeados, para anunciar su candidatura– y conserva una copia de la carta que el histórico alcalde republicano de Antequera, Antonio García, envió a su madre y en la que dice: «Antonio, nunca claudiques de tus ideales».

Ruiz Espejo, definido por quienes le conocen como una persona trabajadora, con talante dialogante y capacidad de unir, se ha mantenido leal a sus principios socialistas. En 1995 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Antequera, ocupándose del área de Servicios Sociales e Igualdad. En estos años su figura política va creciendo y desde 2003 a 2011 va a ser el primer teniente de alcalde de la ciudad, portavoz y responsable de las áreas económicas. Ese último año fue elegido diputado provincial, cargo en el que estuvo apenas unos meses porque en agosto la Junta le nombró delegado del Gobierno en la provincia.

Ahora este político muy cercano a Miguel Ángel Heredia y Francisco Conejo inicia el proceso para intentar liderar el socialismo malagueño con la misma ilusión y ganas con las que luchó por mejorar su Lagunillas natal.