Oleada de robos en el campo malagueño: «Entraron de noche y se llevaron las cabras»

Ganaderos y olivareros padecen una serie de hurtos en diferentes explotaciones agrarias de la provincia

Domingo, 12 de marzo 2023

Pedro Brenes es un ganadero del Puerto de la Torre. Tiene una explotación caprina con 600 cabezas de ganado. Como explica a SUR, aunque resulte difícil de imaginar, Pedro mantiene que «reconoce perfectamente a sus cabras con solo verlas». Esa capacidad también fue la que ... le alertó hace una semana, cuando se percató de la ausencia de algunos de sus animales. Acto seguido pasó a realizar un recuento y lo que era una sospecha se convirtió en confirmación: «Otra vez me han robado». En este caso, le faltaron siete de sus cabras. «Me entraron por la noche y se las llevaron. Pasa mucho más de lo que la gente cree», señala. El ganadero confirma que ya ha presentado la correspondiente denuncia, pero que no tiene esperanza alguna en recuperar sus animales. «A estas alturas ya las habrán vendido para hacerlas carne», lamenta. Pedro es una de las muchas víctimas de la última oleada de robos que están asolando el campo malagueño y que ha sido denunciado por Asaja.

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«En las últimas semanas, nuestros socios han sufrido sustracciones, tanto de productos agrícolas como de ganado. Reclamamos una mayor dotación de vigilancia en las zonas rurales para impedir que se sigan produciendo robos. Además, exigimos un endurecimiento en las sanciones», pide el presidente de Asaja, Baldomero Bellido.

Los hurtos también se hacen notar en las explotaciones olivareras de la provincia. Una de las muchas víctimas de las últimas semanas es Antonio Artacho es el propietario de una finca de olivos en el municipio antequerano de Cuevas Bajas. En estos días, le han robado unos 3.000 kilos. «Son aceitunas que aún están sin coger. Este año, como muchas han caído al suelo, los ladrones lo tienen más fácil», lamenta en declaraciones con este periódico. Luego, relata cuál es el 'modus operandi': «Te tienen vigilado y aprovechan los momentos en los que saben que no hay nadie. Además, si tienen que pegar palos para que caigan las aceitunas lo hacen sin miramiento y se cargan el árbol», abunda. Para Artacho, el principal problema está en la «impunidad». Por ello, pide una mayor coordinación entre Policía Nacional y Guardia Civil.

Antonio Gajete también tiene una explotación caprina en el Puerto de la Torre. Hace menos de un mes asistió con estupor a una escena que aún tiene marcada en el recuerdo. Su explotación, «unas 800 cabezas de ganado», quedó reducida a la mitad en una noche de hurto. «Me robaron 400 cabras y por el camino mataron a unos veinte animales», denuncia. El daño económico, asegura, es «superior a los 100.000 euros».

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¿Cómo se producen estos robos? Gajete asegura que «siempre son de noche». «Los primeros kilómetros arrastran los animales a pie. Luego los suben a los vehículos que tienen preparados y venden los animales a mataderos clandestinos», añade.

Estos robos confirman para Asaja que «la situación en el campo es especialmente crítica en los últimos tiempos, con los cambios de la PAC, subidas de costes, modificaciones laborales y ahora con esta avalancha de hurtos». «Los socios nos informan de que están sufriendo sustracciones de miles de euros, ya que a las pérdidas económicas que conlleva el robo de los productos, hay que sumarle los daños provocados en las parcelas y en sus instalaciones. Esto viene a colmar el vaso de la situación extrema que vivimos», abunda Bellido.

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