Ocho claves para atajar el exceso de jabalíes en Málaga: esta es la postura de los veterinarios

La sobrepoblación de jabalíes, en realidad híbridos con el cerdo doméstico, ocupa una gran parte de la agenda informativa y política de Málaga. Los vecinos de numerosas áreas temen por su seguridad y saben de los destrozos económicos que pueden causar. Las autoridades coinciden en que hay que controlar las poblaciones, en que se trata de una especie exótica invasora y que suponen un gran riesgo ambiental y sanitario.

Que hay que bajar radicalmente el número de estos cerdos asilvestrados es algo que aglutina casi todas las opiniones. La diferencia está en los métodos propuestos. Mientras que desde lo público se apuesta por arqueros, capturaderos, colocación de bebederos en su hábitat y, en los cotos y zonas reservadas por presión cinegética, los animalistas proponen medios que conlleven menor sufrimiento para el animal. Y van desde los dardos sedantes, a la eutanasia, a la esterilización, al control y castigo de quienes les alimentan, etc.

El asunto llegó a la Comisión de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga esta semana. El Consistorio analizará otras opciones frente a los arqueros y flechas de la empresa contratada por 13.000 euros tras un concurso público.

Pero, si hay un colectivo esencial para ofrecer claves y soluciones posibles es el Colegio de Veterinarios de Málaga, que ha emitido un comunicado al que ha tenido acceso SUR. Parten de que la sobrepoblación de estos animales es un gran problema y ofrecen ocho claves que atañen a vecinos y administraciones.

«El jabalí es un animal autóctono silvestre cuyo hábitat natural en nuestra provincia son los montes y serranía de Málaga. En la última década ha tenido lugar una explosión demográfica de estos animales, incrementada a su vez por la aparición de una población nueva de cerdos asilvestrados (híbridos) que surgen del cruce entre jabalíes y cerdos domésticos. Los jabalíes son animales salvajes que en ningún caso deben vivir ni convivir con el ser humano en el entorno urbano, debido al problema que suponen para la Salud Pública al ser posibles transmisores de enfermedades zoonóticas y más probables causantes de accidentes/ataques en la ciudadanía y sus mascotas», es el contundente preámbulo de la misiva colegial.

En lo referente a medidas, los Veterinarios ofrecen ocho vías:

1. Intensificar la presión cinegética, la caza, sobre estos animales.

2. Instalar mobiliario urbano especial que dificulte la obtención de alimento y agua por parte de estos animales. Por ejemplo, contenedores de basura antivuelco; eliminación de papeleras de balancín; cambios en la vegetación de las rotondas en las carreteras de la periferia de los municipios sustituyendo el césped por arbustos... Esto último baja la necesidad de agua y cabe recordar que el líquido es un gran atractivo para los jabalíes.

3. Promover la educación ciudadana para informar sobre los riesgos de la sobrepoblación. «Estos animales son transmisores potenciales de enfermedades zoonóticas (salmonelosis, brucelosis biovar 2, hepatitis E); transmisores de enfermedades comunes a la cabaña ganadera doméstica (pleuroneumonía porcina, circovirus porcino tipo 2 (PCV2), Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS), Neumonía Enzoótica, linfadenitis); a perros de caza (enfermedad de Aujeszky), y a la fauna silvestre (tuberculosis por complejo Mycobacterium avium, triquinelosis, etc). Es por ello que ven clave prohibir que se les alimente, ni en ciudad ni en la naturaleza.

4. «Trasladar nuestra postura de oposición a la caza de estos animales con flechas mediante tiro con arco o ballesta, por el sufrimiento que conlleva que supone un incumplimiento de la regulación sobre protección y bienestar animal», recoge textualmente el cuarto punto.

5. Instaurar, como alternativa, el empleo de capturaderos o jaulas trampa en zona urbana. Para el control específico de la población de estos animales e indicación de aturdimiento por técnicos especializados y sacrificio sanitario (eutanasia) por parte de veterinarios colegiados.

6. Retirar la colocación de abrevaderos a los jabalíes y cerdos asilvestrados en el monte y/o serranía. «Estos sistemas se pueden convertir en un foco de transmisión indirecta de enfermedades entre la propia población de jabalíes y cerdos asilvestrados», se añade.

7. Delimitar las colonias y refugios felinos en la periferia de la ciudad, mediante dispositivos que eviten el acceso de jabalíes y la consiguiente ingestión de la comida de los gatos comunitarios, así como la contaminación del ambiente de estas colonias.

8. Estudiar la viabilidad de la implementación de proyectos de esterilización en la población de cerdos asilvestrados.

• Temas
• Ayuntamiento de Málaga
• Animales
• Jabalíes
• Mascotas
• Perros