

Secciones
Servicios
Destacamos
La determinación de la Junta de Andalucía para aprovechar al máximo los recursos subterráneos del Bajo Guadalhorce es clara. Ya lo era antes de que los propios técnicos se sorprendieran del volumen de agua que podrían suministrar los dos acuíferos de la zona que serán extraídos a partir de seis pozos en la zona. Se calcula que esta primera fase ya podría aportar 900 de los 1.500 litros por segundo que Málaga capital carga en su red de abastecimiento. Según han confirmado a sur fuentes de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, los trabajos alcanzan un 60% de ejecución y tienen marcada la fecha del 15 de marzo del año que viene para su finalización.
Son más de 15,5 millones de inversión autonómica, que incluye las tuberías necesarias para llevar el agua extraída hasta la desalobradora de El Atabal. A ellos se suma otro millón, como ya viene informando este diario, del Ayuntamiento de Málaga, que es quien afora y prepara los viejos pozos, abandonados en los 90.
El más importante en el que se interviene hasta el momento es el de Perales 3, en la ribera del Guadalhorce a la altura del polígono Santa Teresa. Sólo ahí, se calcula que se podrían obtener 400 litros por segundo. Se trata, al igual que los tres en esta ubicación, de un pozo construido en 1965 por el sistema Ranney. Es básicamente un gran tubo vertical de hormigón fuertemente armado que profundiza hasta más de 60 metros. A su vez, y en dos niveles, se abren cual varillas de un paraguas invertido, doce tuberías de gran longitud (hasta 200 metros), que son las que captan el agua, que ha de ser elevada por bombas de gran potencia.
Posteriormente, este agua podrá ser almacenada en un depósito en Puente del Rey (junto a la pista del aeropuerto) y enviada hasta El Atabal.
Los trabajos en la zona de Perales son espectaculares. Cuando se contemplan de cerca, la palabra 'pozo' queda corta para explicar de lo que verdaderamente se trata. Ver a operarios bajando en un ascensor de cesta como si fueran a la mina, ayuda a hacerse una composición de lugar.
La idea que tiene Emasa es la de tener siempre activos estos recursos, con independencia del régimen de lluvias. Que puedan dar caudales tan elevados no significa que se utilicen todos, sino que habrá que jugar con las diferentes reservas de la ciudad. Entre ellas, están los pozos de Fahala y Aljaima (Cártama), que ya aportan aproximadamente el 20% del consumo urbano.
Este gran acuífero viene a sumar volúmenes extra (entre 25 y 28 hectómetros cúbicos) muy superiores a los que aporta un pantano grande. Es más agua al año de la que es capaz de almacenar El Limonero o Casasola.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.